GM carga en balance pérdidas asociadas a Fiat Auto

Prosiguiendo la ofensiva contra Fiat SpA -holding del que depende Fiat Auto-, General Motors descontó US$1.000 millones de los ingresos registrados en el cuarto trimestre. Esto incluye también cierre de dos plantas y depreciación de activos.

19 enero, 2005

Esos datos figuran en nota elevada a la Comisión Federal de Valores (SEC). La empresa promete que el total neto de esas sumas descontadas en previsión –US$600 millones- “será compensado por resultados favorables previstos para el trimestre en curso. En particlar, vía venta de acciones que el grupo tiene en XM Satellite Radio Holdings, SRH”.

Ese monto, estiman algunos analistas, rondaba en cerca de US$420 millones a fines de 2004. Sea como fuere, GM deberá revelar todos los números esta misma semana, al difundir el estado de ganancias y pérdidas correpondiente a octubre-diciembre pasados.

Cabe recordar que, amén de aquellos 1.000 millones, este año GM prevé incurrir en nuevos cargos, todos relacionados con los problemas de sus divisiones europeas, empezando por la alemana Opel (que va en camino de tener pérdidas por quinto año seguido). Todas estas novedades encuentran a la mayor automotriz del mundo viviendo momentos realmente difíciles.

La depreciación de 20% que GM retiene en Fiat Auto –cuyo paquete completo se ha achicado de US$2.400 a 220 millones en los últimos tres años- subraya las crecientes tensiones entre Richard Wagoner (presidente ejecutivo de GM) y Sergio Marchionne (ídem de Fiat SpA). A partir del lunes 24, el holding italiano podrá exigir, vía judicial, que GM ejerza la opción por 80% del paquete, tomada hace cinco años.

A su vez, la firma de Turín tendrá derecho a vender iguales activos a terceros, si los nortemaricanos persisten en su negativa. Pero, si Fiat SpA entabla pleito para forzar esa compra, no podrá vender mientras dure el juicio consiguiente.

El pacto original (marzo de 2000) se celebró en condiciones objetivas muy distintas. Giovanni Agnelli manejaba el lingotto junto con su hermano Umberto. La actividad automotriz florecía en la Unión Europea. Un quinquenio más tarde, los Agnelli han muerto, Marchionne es menos que su sombra y el panorama sectorial europeo –especialmente el italiano- es poco brillante.

Respecto de la opción obligatoria de compra, Wagoner argumenta hoy que una serie de medidas, incluso escisión de activos, adoptadas por Turín ha modificado hasta tal punto el holding que las condiciones del acuerdo ya no tienen vigencia. Sobre todo, los activos se han depreciado en casi 91%, por lo cual Marchionne no puede insistir en que el paquete vale US$2.400 millones en el mercado.

Esos datos figuran en nota elevada a la Comisión Federal de Valores (SEC). La empresa promete que el total neto de esas sumas descontadas en previsión –US$600 millones- “será compensado por resultados favorables previstos para el trimestre en curso. En particlar, vía venta de acciones que el grupo tiene en XM Satellite Radio Holdings, SRH”.

Ese monto, estiman algunos analistas, rondaba en cerca de US$420 millones a fines de 2004. Sea como fuere, GM deberá revelar todos los números esta misma semana, al difundir el estado de ganancias y pérdidas correpondiente a octubre-diciembre pasados.

Cabe recordar que, amén de aquellos 1.000 millones, este año GM prevé incurrir en nuevos cargos, todos relacionados con los problemas de sus divisiones europeas, empezando por la alemana Opel (que va en camino de tener pérdidas por quinto año seguido). Todas estas novedades encuentran a la mayor automotriz del mundo viviendo momentos realmente difíciles.

La depreciación de 20% que GM retiene en Fiat Auto –cuyo paquete completo se ha achicado de US$2.400 a 220 millones en los últimos tres años- subraya las crecientes tensiones entre Richard Wagoner (presidente ejecutivo de GM) y Sergio Marchionne (ídem de Fiat SpA). A partir del lunes 24, el holding italiano podrá exigir, vía judicial, que GM ejerza la opción por 80% del paquete, tomada hace cinco años.

A su vez, la firma de Turín tendrá derecho a vender iguales activos a terceros, si los nortemaricanos persisten en su negativa. Pero, si Fiat SpA entabla pleito para forzar esa compra, no podrá vender mientras dure el juicio consiguiente.

El pacto original (marzo de 2000) se celebró en condiciones objetivas muy distintas. Giovanni Agnelli manejaba el lingotto junto con su hermano Umberto. La actividad automotriz florecía en la Unión Europea. Un quinquenio más tarde, los Agnelli han muerto, Marchionne es menos que su sombra y el panorama sectorial europeo –especialmente el italiano- es poco brillante.

Respecto de la opción obligatoria de compra, Wagoner argumenta hoy que una serie de medidas, incluso escisión de activos, adoptadas por Turín ha modificado hasta tal punto el holding que las condiciones del acuerdo ya no tienen vigencia. Sobre todo, los activos se han depreciado en casi 91%, por lo cual Marchionne no puede insistir en que el paquete vale US$2.400 millones en el mercado.

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