Gazprom vende una filial y crece el escándalo Yugansk

La estatal Gazprom de pronto vende el holding Gazpromñeft. Mientras, sigue el misterio sobre Baikal Finance Group. Tampoco cede el escándalo, acentuado por la intervención de un tribunal en Tejas y otra enérgica protesta norteamericana.

22 diciembre, 2004

Inesperadamente, la firma estatal de gas natural reveló haber vendido una filial petrolera (Gazpromñeft). En realidad, es un holding sin activos relevantes. Entretanto, sigue subiendo la temperatura del escándalo internacional Yukos-Yuganskñeftgaz (YNG o Yugansk). Ahora, con la segunda y más firme advertencia de Estados Unidos a Rusia, a instancias de grandes petroleras norteamericanas (ExxonMobil, ChrevronTexaco y otras).

El destino del mayor activo del grupo Yukos (YNG, claro), que representa casi 1% de la producción mundial de hidrocarburos, continúa sumida en un mitsrio similar al de BFG y sus controlantes. En cuanto a Washington, su último reclamo responde a declaraciones del presidente Vladyímir Putin, a cuyo juicio “la subasta y su adjudicación son legales e irreversibles”.

No por casualidad, con las acciones de las tres firmas involucradas virtualmente suspendidas en las bolsas donde cotizan, las de Surgutñeftyegaz (SNG) –cuarta productora rusa, muy vinculada al gobierno- empezaron a subir. ¿Qué sucedía? Simple: según el periódico financiero “Vyedomosti” y medios similares en Suecia, Ucrania y Polonia, se detectaron nexos entre el fantasmal BFG y esa empresa de gas.

Mientras tanto, otras fuentes sindican a Gazprom misma como dueña de BGF, creado de apuro para poder viabilizar la toma de Yugasnk pese a las acciones iniciadas en Tejas. Al parecer, Gazprom ha liquidado SNG para reemplazarlo por Baikal Finance Group. Ergo, su management debe provenir de SNG. Por su parte, algunos periodistas descubrieron que el domicilio dado por BFG coincide con el del “Café Londos”, popular boliche de Tvyer. Además, también notaron que la sociedad no estaba registrada entre los interesados en la subasta.

Ahora, entra en juego la otra gran petrolera privada rusa, Lukoil, donde ConocoPhilñlips tiene participación minoritaria. Con una producción igual a la de Yukos (1.600.000 barriles diarios en 2003), parece la única capaz de administrar los activos remanentes del gigante. La nómina de grupos rusos mayores abarca, además, YNK-British Petroleum (1.230.000 b/d) y Surgut (1.080.000).

Historia reciente

Una sociedad desconocida y sin activos reales, Baikal Finance Group, registrada en Tver –a miles de kilómetros del lago homónimo- ganó la “licitación” por una de las productoras de hidrocarburos mayores del país y el mundo. Empezaba así el desmantelamiento –o virtual confiscación- del cuarto grupo petrolero internacional, Yukos.

“La malventa de YNG parece un hecho irreversible”, admitá el martes Stephen Theede, CEO del holding. “Pero no veo cómo frenarán las reacciones jurídicas y políticas ante este despojo. Sea como fuere, Yukos se desbarranca”. Theede hizo una advertencia: “Yukos no entregará acciones en Yugansk hasta que el comprador revele su identidad y quiénes están detrás”.

En ese momento, la Casa Blanca salió a criticar el proceso y, en particular, la adjudicaciópn a una sociedad de papel, que se niega a identificarse. “Sospechamos que el Kremlin mismo está detrás de estas maniobras”, señalaba un vocero del departamento de Estado. Desde Moscú, se confirmó una especie originada en Estocolmo: BFG era mera pantalla de Gazprom, la empresa controlada por el gobierno ruso y base de la restatización de la economía encarada por el régimen.

“La mayor y mejor petrolera rusa ha sido deshecha, como regalo de Navidad para Putin y sus cómplices”, sostenía desde su celda Míjail Jodorkovsky, ex CEO del grupo. “Ahora, pasa al frente Lukoil, donde la norteamericana ConocoPhillips tiene 7,5%; o sea, unos US$ 2.000 millones.

Rumbo al desastre

La venta forzada, esgrimiendo US$ 25.400 millones en deudas tributarias de dudosa licitud, corona la campaña de Putin contra el fundador de Yukos, Jodorkovsky. Su error fue haber intentado formar un partido opositor al ex jefe de la KGB, cuyos métodos –afines por momentos a los de Cesare Borgia- también han provocado un escándalo mundial en Ucrania.

Inclusive las bancas privadas que respaldaban la propuesta de Gazprom (Deutsche Bank, Dresdner Kleinwort Wasserstein) se retiraron acatando el bloqueo dispuesto por el tribunal federal de circuito en Houston, Tejas. En esa instancia, los abogados de Yukos acaban de radicar una demanda de nulidad contra la adjudicación, observando que “una firma sin siquiera número telefónico ha cerrado una operación por US$ 9.370 millones”.

“Esto es casi tan descarado como el envenenamiento de Víktor Yushchenko”, señala la presentación. Tampoco los funcionarios que manejaron el remate quisieron dar datos. A su vez, la SEC hizo saber que Rusia tiene un acuerdo contingente con el Fondo Monetario Internacional y eso la obliga a informar y darle explicaciones al organismo.

Inesperadamente, la firma estatal de gas natural reveló haber vendido una filial petrolera (Gazpromñeft). En realidad, es un holding sin activos relevantes. Entretanto, sigue subiendo la temperatura del escándalo internacional Yukos-Yuganskñeftgaz (YNG o Yugansk). Ahora, con la segunda y más firme advertencia de Estados Unidos a Rusia, a instancias de grandes petroleras norteamericanas (ExxonMobil, ChrevronTexaco y otras).

El destino del mayor activo del grupo Yukos (YNG, claro), que representa casi 1% de la producción mundial de hidrocarburos, continúa sumida en un mitsrio similar al de BFG y sus controlantes. En cuanto a Washington, su último reclamo responde a declaraciones del presidente Vladyímir Putin, a cuyo juicio “la subasta y su adjudicación son legales e irreversibles”.

No por casualidad, con las acciones de las tres firmas involucradas virtualmente suspendidas en las bolsas donde cotizan, las de Surgutñeftyegaz (SNG) –cuarta productora rusa, muy vinculada al gobierno- empezaron a subir. ¿Qué sucedía? Simple: según el periódico financiero “Vyedomosti” y medios similares en Suecia, Ucrania y Polonia, se detectaron nexos entre el fantasmal BFG y esa empresa de gas.

Mientras tanto, otras fuentes sindican a Gazprom misma como dueña de BGF, creado de apuro para poder viabilizar la toma de Yugasnk pese a las acciones iniciadas en Tejas. Al parecer, Gazprom ha liquidado SNG para reemplazarlo por Baikal Finance Group. Ergo, su management debe provenir de SNG. Por su parte, algunos periodistas descubrieron que el domicilio dado por BFG coincide con el del “Café Londos”, popular boliche de Tvyer. Además, también notaron que la sociedad no estaba registrada entre los interesados en la subasta.

Ahora, entra en juego la otra gran petrolera privada rusa, Lukoil, donde ConocoPhilñlips tiene participación minoritaria. Con una producción igual a la de Yukos (1.600.000 barriles diarios en 2003), parece la única capaz de administrar los activos remanentes del gigante. La nómina de grupos rusos mayores abarca, además, YNK-British Petroleum (1.230.000 b/d) y Surgut (1.080.000).

Historia reciente

Una sociedad desconocida y sin activos reales, Baikal Finance Group, registrada en Tver –a miles de kilómetros del lago homónimo- ganó la “licitación” por una de las productoras de hidrocarburos mayores del país y el mundo. Empezaba así el desmantelamiento –o virtual confiscación- del cuarto grupo petrolero internacional, Yukos.

“La malventa de YNG parece un hecho irreversible”, admitá el martes Stephen Theede, CEO del holding. “Pero no veo cómo frenarán las reacciones jurídicas y políticas ante este despojo. Sea como fuere, Yukos se desbarranca”. Theede hizo una advertencia: “Yukos no entregará acciones en Yugansk hasta que el comprador revele su identidad y quiénes están detrás”.

En ese momento, la Casa Blanca salió a criticar el proceso y, en particular, la adjudicaciópn a una sociedad de papel, que se niega a identificarse. “Sospechamos que el Kremlin mismo está detrás de estas maniobras”, señalaba un vocero del departamento de Estado. Desde Moscú, se confirmó una especie originada en Estocolmo: BFG era mera pantalla de Gazprom, la empresa controlada por el gobierno ruso y base de la restatización de la economía encarada por el régimen.

“La mayor y mejor petrolera rusa ha sido deshecha, como regalo de Navidad para Putin y sus cómplices”, sostenía desde su celda Míjail Jodorkovsky, ex CEO del grupo. “Ahora, pasa al frente Lukoil, donde la norteamericana ConocoPhillips tiene 7,5%; o sea, unos US$ 2.000 millones.

Rumbo al desastre

La venta forzada, esgrimiendo US$ 25.400 millones en deudas tributarias de dudosa licitud, corona la campaña de Putin contra el fundador de Yukos, Jodorkovsky. Su error fue haber intentado formar un partido opositor al ex jefe de la KGB, cuyos métodos –afines por momentos a los de Cesare Borgia- también han provocado un escándalo mundial en Ucrania.

Inclusive las bancas privadas que respaldaban la propuesta de Gazprom (Deutsche Bank, Dresdner Kleinwort Wasserstein) se retiraron acatando el bloqueo dispuesto por el tribunal federal de circuito en Houston, Tejas. En esa instancia, los abogados de Yukos acaban de radicar una demanda de nulidad contra la adjudicación, observando que “una firma sin siquiera número telefónico ha cerrado una operación por US$ 9.370 millones”.

“Esto es casi tan descarado como el envenenamiento de Víktor Yushchenko”, señala la presentación. Tampoco los funcionarios que manejaron el remate quisieron dar datos. A su vez, la SEC hizo saber que Rusia tiene un acuerdo contingente con el Fondo Monetario Internacional y eso la obliga a informar y darle explicaciones al organismo.

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