Finalmente, Telefónica se decide a hacer una oferta por Terra
Tras largos cabildeos, Telefónica de España ofrece 1.730 millones en efectivo por 62% de Terra Networks que aún no controla. Esto cierra meses de incertidumbre sobre la suerte de la tambaleante firma de Internet.
Si la iniciativa prospera, se habrá acabado una época caracterizada
por desmedidas -e imprudentes- inversiones de bancas y telcos, ilusionadas por
negocios potenciales en el ciberespacio ibérico y latinoamericano. Años
atrás, se creía (sin mucho sustento objetivo) que casi 600 millones
de hispano-parlantes representaban una enorme ventaja competitiva sobre rivales
europeos.
Las cosas no marcharon como se había imaginado y, si hay un ejemplo
típico de frustración española, ése es Terra. Creada
por la fusión de activos virtuales de Telefónica en la península
y el sub-continente, salió a bolsa en 1999 cotizándose a €
11 por acción, precio que saltó a 37 el primer día y fue
avanzado hasta € 157 en el pico de la burbuja Internet, febrero de 2000.
Ese alza era una señal alarmante, pero fue leída al revés
porque los ejecutivos españoles se habían comprado el mito de
la nueva economía (la "bit economy" de Nicholas Negroponte).
Precisamente ese año, mientras en Madrid era cuarta por capitalización,
Terra se juntó con la norteamericana Lycos (en griego, "lobo").
A partir de entonces, empezó el desbarranque. Al empezar esta semana,
la acción de Terra no llegaba ni a € 4,80. Por supuesto, al saberse
que Telefónica tomaría el control total del paquete, el precio
subió a cerca de € 6,50 en dos jornadas. Sin embargo, Terra sigue
perdiendo plata y casi no tiene posibilidades de recobrar el equilibrio financiero
hasta 2005. Por supuesto, la oferta presupone alrededor de € 2.100 millones
de valor en libros, contra los € 32.000 millones de capitalización
bursátil que representaba hace tres años.
Si la iniciativa prospera, se habrá acabado una época caracterizada
por desmedidas -e imprudentes- inversiones de bancas y telcos, ilusionadas por
negocios potenciales en el ciberespacio ibérico y latinoamericano. Años
atrás, se creía (sin mucho sustento objetivo) que casi 600 millones
de hispano-parlantes representaban una enorme ventaja competitiva sobre rivales
europeos.
Las cosas no marcharon como se había imaginado y, si hay un ejemplo
típico de frustración española, ése es Terra. Creada
por la fusión de activos virtuales de Telefónica en la península
y el sub-continente, salió a bolsa en 1999 cotizándose a €
11 por acción, precio que saltó a 37 el primer día y fue
avanzado hasta € 157 en el pico de la burbuja Internet, febrero de 2000.
Ese alza era una señal alarmante, pero fue leída al revés
porque los ejecutivos españoles se habían comprado el mito de
la nueva economía (la "bit economy" de Nicholas Negroponte).
Precisamente ese año, mientras en Madrid era cuarta por capitalización,
Terra se juntó con la norteamericana Lycos (en griego, "lobo").
A partir de entonces, empezó el desbarranque. Al empezar esta semana,
la acción de Terra no llegaba ni a € 4,80. Por supuesto, al saberse
que Telefónica tomaría el control total del paquete, el precio
subió a cerca de € 6,50 en dos jornadas. Sin embargo, Terra sigue
perdiendo plata y casi no tiene posibilidades de recobrar el equilibrio financiero
hasta 2005. Por supuesto, la oferta presupone alrededor de € 2.100 millones
de valor en libros, contra los € 32.000 millones de capitalización
bursátil que representaba hace tres años.
