Finalmente, Murdoch paga sólo US$ 5.000 millones por Dow Jones

Pero la noticia ahora es que el“Financial times” –fundado en 1888- pone las barbas en remojo. A su vez, News Corporation entra en el periodismo financiero vía “Wall Street journal”, mutación (1889) de “Customers afternoon lettter” (1883).

1 agosto, 2007

Nadie cree que el WSJ seguirá igual. Varios dudan de que el octogenario Rupert Murdoch tenga tiempo de asentarse en un negocio hasta ahora ajeno a él, la información financiera y bursátil. En el fondo, el magnate australiano naturalizado estadounidense es un operador social o político, no económico.

Tras meses de trajín y sin pagar más que los US$ 5.000 millones ofrecidos al principio (US$ 60 por acción), News Corp. jubila a la anacrónica familia Bancroft. No era fundadora, pues ese papel lo habían cumplido Charles Henry Dow y Edward Davis Jones en 1882. Como Dow Jones & Co., en 1883 sacan la “Letter”, donde –al año siguiente- comienza al publicarse el primer índice D-J. Esta mensura se hace cotidiana en 1896, ya con el WSJ en lugar de la CAL.

En 1902, Clarence Barron y Jessica Waldron compra la empresa. Al morir la viuda Barron (1928, dejando herederos que crearán “Barron’s”), Hugh Bancroft la sucede al frente de la compañía. Por entonces, la parte industrial e inmobiliaria del imperio Dow tenía vuelo propio. Bancroft fallece en 1933 y lo sucede Casey Hogate. Pero los grandes cambios en el WSJ arrancan en 1941, poco antes de Pearl harbor.

Bernard Kilgore pasa a dirigir el periódico (nunca fue diario) y lo convierte en medio nacional, pero recién en 1963 la sociedad Dow Jones ingresa a Wall Street. En 1975, Warren Philips asciende a presidente ejecutivo. Un año después, sale la edición para Japón, Surcorea y Taiwán, culpable de identificar esa zona como simplemente “Asia”. Por entonces, China, India, Asia occidental y central estaban, parece, en otro continente.

Curiosamente, la edición europea sale recién en 1983. En 1986 aparece Murdoch en el horizonte: Dow Jones le vende el 19% que tenía en “South China morning post”`por US$ 57 millones. Poco antes, DJ adquiere 32% de Telerate, un servicio de datos financieros, y en 1988 es parte sube a 67%. En 1989, Peter Kann pasa a la presidencia, toma el control total de Telerate y, apenas dos años después, es substituido como número uno por Paul Steiger. Quizás ahí haya empezado el declive.

En 1998, la firma revende Telerate por US$ 510 millones más deudas impositivas por 922 millones. Gracias a la burbuja puntocom y la loca publicidad resultante, en 2000 la sociedad obtiene utilidades nominales récord, US$ 2.200 millones. A los cuatro años, reincide comprando MarketWatch (US$ 530 millones) y Factiva. Riccardo Zunino asume la presidencia ejecutiva pero ni siquiera dos premios Pulitzer más (suma 33, aunque la distinción ya no es lo que fuera) impiden esta venta. Como puede verse, el clan Bancroft no había ocupado puestos de mando en 65 años.

Con una trayectoria algo más larga pero muy diferente, hoy el “Financial times” teme correr la suerte del “Wall Street journal”. Por cierto, la presumible pérdida de calidad u objetividad en el WSJ le brinda al FT la ocasión de ganar puntos internacionales. Su controlante es el grupo Perason, guiado por Marjorie Scardino (otro apellido italiano), pero quienes dirigen el matutino son Lionel Barber y Andrew Edgecliffe-Johnson.

Hace un mes, circulaban por la City versiones sobre tratos con General Electric para una alianza entre Pearson y National Broadcasting corporation (NBC), cadena de TV controlada por GE. Este grupo opera CNBC, un cable dedicado a economía y negocios. Scardino admitió este fin de semana que el tema sigue en negociaciones.

Nadie cree que el WSJ seguirá igual. Varios dudan de que el octogenario Rupert Murdoch tenga tiempo de asentarse en un negocio hasta ahora ajeno a él, la información financiera y bursátil. En el fondo, el magnate australiano naturalizado estadounidense es un operador social o político, no económico.

Tras meses de trajín y sin pagar más que los US$ 5.000 millones ofrecidos al principio (US$ 60 por acción), News Corp. jubila a la anacrónica familia Bancroft. No era fundadora, pues ese papel lo habían cumplido Charles Henry Dow y Edward Davis Jones en 1882. Como Dow Jones & Co., en 1883 sacan la “Letter”, donde –al año siguiente- comienza al publicarse el primer índice D-J. Esta mensura se hace cotidiana en 1896, ya con el WSJ en lugar de la CAL.

En 1902, Clarence Barron y Jessica Waldron compra la empresa. Al morir la viuda Barron (1928, dejando herederos que crearán “Barron’s”), Hugh Bancroft la sucede al frente de la compañía. Por entonces, la parte industrial e inmobiliaria del imperio Dow tenía vuelo propio. Bancroft fallece en 1933 y lo sucede Casey Hogate. Pero los grandes cambios en el WSJ arrancan en 1941, poco antes de Pearl harbor.

Bernard Kilgore pasa a dirigir el periódico (nunca fue diario) y lo convierte en medio nacional, pero recién en 1963 la sociedad Dow Jones ingresa a Wall Street. En 1975, Warren Philips asciende a presidente ejecutivo. Un año después, sale la edición para Japón, Surcorea y Taiwán, culpable de identificar esa zona como simplemente “Asia”. Por entonces, China, India, Asia occidental y central estaban, parece, en otro continente.

Curiosamente, la edición europea sale recién en 1983. En 1986 aparece Murdoch en el horizonte: Dow Jones le vende el 19% que tenía en “South China morning post”`por US$ 57 millones. Poco antes, DJ adquiere 32% de Telerate, un servicio de datos financieros, y en 1988 es parte sube a 67%. En 1989, Peter Kann pasa a la presidencia, toma el control total de Telerate y, apenas dos años después, es substituido como número uno por Paul Steiger. Quizás ahí haya empezado el declive.

En 1998, la firma revende Telerate por US$ 510 millones más deudas impositivas por 922 millones. Gracias a la burbuja puntocom y la loca publicidad resultante, en 2000 la sociedad obtiene utilidades nominales récord, US$ 2.200 millones. A los cuatro años, reincide comprando MarketWatch (US$ 530 millones) y Factiva. Riccardo Zunino asume la presidencia ejecutiva pero ni siquiera dos premios Pulitzer más (suma 33, aunque la distinción ya no es lo que fuera) impiden esta venta. Como puede verse, el clan Bancroft no había ocupado puestos de mando en 65 años.

Con una trayectoria algo más larga pero muy diferente, hoy el “Financial times” teme correr la suerte del “Wall Street journal”. Por cierto, la presumible pérdida de calidad u objetividad en el WSJ le brinda al FT la ocasión de ganar puntos internacionales. Su controlante es el grupo Perason, guiado por Marjorie Scardino (otro apellido italiano), pero quienes dirigen el matutino son Lionel Barber y Andrew Edgecliffe-Johnson.

Hace un mes, circulaban por la City versiones sobre tratos con General Electric para una alianza entre Pearson y National Broadcasting corporation (NBC), cadena de TV controlada por GE. Este grupo opera CNBC, un cable dedicado a economía y negocios. Scardino admitió este fin de semana que el tema sigue en negociaciones.

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