Fin de la fusión Endesa-Iberdrola

A través de un comunicado, los consejos de administración de ambas compañías expresaron que las condiciones establecidas por el gobierno español para la operación "incrementan hasta extremos inaceptables las incertidumbres del proceso".

6 febrero, 2001

(EFE).- Las compañías Endesa e Iberdrola, las dos principales eléctricas españolas, rompieron ayer (lunes 05), de común acuerdo, el precontrato de fusión, con el que iban a crear el primer grupo mundial del sector en número de clientes.

Los consejos de administración de Endesa e Iberdrola adoptaron, en reuniones por separado, esta decisión al considerar que las condiciones establecidas por el Gobierno español para su fusión “incrementan hasta extremos inaceptables las incertidumbres del proceso”, según un comunicado conjunto de ambas compañías.

Los detalles de la determinación fueron explicados por el presidente de Endesa, Rodolfo Martín Villa, y el de Iberdrola, Iñigo Oriol, en una rueda prensa en la que confirmaron la ruptura del plan de fusión que comenzó el pasado octubre.

Martín Villa señaló que el cumplimiento de las limitaciones establecidas por el Gobierno español introduciría límites inaceptables que “afectarían de forma grave al proyecto” y “alteran la situación, y en forma no pequeña, de algunos de los objetivos que nos habíamos propuesto”.

Las cuotas máximas determinadas por el Ejecutivo no han sido el único motivo de esta decisión, aunque han tenido un papel “muy importante”, según reconoció Martín Villa.

Iñigo Oriol destacó el carácter “exclusivamente empresarial del proyecto de fusión”, al que calificó de “global e internacional” y con el que trataron de “convencer a todos los agentes en España y fuera de España”.

El presidente de Iberdrola añadió “no poder seguir en la operación dados los condicionantes impuestos por el Gobierno, ya que desvirtúan tanto el sentido económico como estratégico de la operación”.

El Ejecutivo español autorizó el viernes pasado la fusión entre ambas eléctricas, con la condición de que la sociedad resultante no superase 42% de cuota de mercado en generación, 48% en distribución y 40% en comercialización.

El ministro español de Economía, Rodrigo Rato, aclaró entonces que los requisitos impuestos a la fusión pretendían salvaguardar los intereses de los consumidores y posibilitar la competencia.

Para Endesa e Iberdrola, estas condiciones, ponen dificultades a la obtención del máximo valor de los activos que deben desinvertir, señala el comunicado conjunto que remitieron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España (CNMV, organismo regulador).

Asimismo, los requisitos introducen dificultades en la gestión del plan de expansión de la empresa resultante, agrega el escrito.

Además “establecen marcos regulatorios distintos para la sociedad resultante y para el resto de los agentes”, al tiempo que generan un trato discriminatorio a los accionistas de ambas compañías respecto a los de la competencia del sector.

El proyecto de fusión acordado por Endesa e Iberdrola incluía la posibilidad de desistir del plan si el Estado subordinaba la operación al cumplimiento de condiciones que alterasen sustancialmente su proyecto.

El plan suponía además importantes inversiones para su expansión en el exterior y principalmente en América latina, donde ambas empresas ya cuentan con una posición de liderazgo.

En concreto, el plan preveía la inversión de 12.700 millones de euros (US$ 10.795 millones al cambio de octubre) a América del Norte, especialmente Estados Unidos y México, y de 2.290 millones (US$ 1.946,5 millones) a América latina.

Además, Endesa-Iberdrola pensaba invertir 9.200 millones de euros (US$ 7.820 millones) en el sector de las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías, sobre todo en América latina y probablemente también en Europa.

Endesa tiene negocios en Chile, la Argentina, Colombia y Perú, mientras que Iberdrola está presente en Brasil y México.

La eléctrica Endesa es la séptima empresa del sector en Europa en cuanto a generación de electricidad y la octava del mundo en lo que se refiere a capitalización, mientras que Iberdrola ocupa el undécimo puesto y el vigésimo cuarto, respectivamente.

El titular de Economía, Rodrigo Rato, se desmarcó hoy de la decisión de los consejos de Endesa e Iberdrola y calificó este hecho de “puramente empresarial”.

Tras la ruptura de la fusión, los títulos de Endesa subían en Wall Street US$ 0,79, o 4,33%, hasta los US$ 19,04 sobre las 20.00 GMT.

Iberdrola no cotiza en el mercado de Nueva York.

(EFE).- Las compañías Endesa e Iberdrola, las dos principales eléctricas españolas, rompieron ayer (lunes 05), de común acuerdo, el precontrato de fusión, con el que iban a crear el primer grupo mundial del sector en número de clientes.

Los consejos de administración de Endesa e Iberdrola adoptaron, en reuniones por separado, esta decisión al considerar que las condiciones establecidas por el Gobierno español para su fusión “incrementan hasta extremos inaceptables las incertidumbres del proceso”, según un comunicado conjunto de ambas compañías.

Los detalles de la determinación fueron explicados por el presidente de Endesa, Rodolfo Martín Villa, y el de Iberdrola, Iñigo Oriol, en una rueda prensa en la que confirmaron la ruptura del plan de fusión que comenzó el pasado octubre.

Martín Villa señaló que el cumplimiento de las limitaciones establecidas por el Gobierno español introduciría límites inaceptables que “afectarían de forma grave al proyecto” y “alteran la situación, y en forma no pequeña, de algunos de los objetivos que nos habíamos propuesto”.

Las cuotas máximas determinadas por el Ejecutivo no han sido el único motivo de esta decisión, aunque han tenido un papel “muy importante”, según reconoció Martín Villa.

Iñigo Oriol destacó el carácter “exclusivamente empresarial del proyecto de fusión”, al que calificó de “global e internacional” y con el que trataron de “convencer a todos los agentes en España y fuera de España”.

El presidente de Iberdrola añadió “no poder seguir en la operación dados los condicionantes impuestos por el Gobierno, ya que desvirtúan tanto el sentido económico como estratégico de la operación”.

El Ejecutivo español autorizó el viernes pasado la fusión entre ambas eléctricas, con la condición de que la sociedad resultante no superase 42% de cuota de mercado en generación, 48% en distribución y 40% en comercialización.

El ministro español de Economía, Rodrigo Rato, aclaró entonces que los requisitos impuestos a la fusión pretendían salvaguardar los intereses de los consumidores y posibilitar la competencia.

Para Endesa e Iberdrola, estas condiciones, ponen dificultades a la obtención del máximo valor de los activos que deben desinvertir, señala el comunicado conjunto que remitieron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España (CNMV, organismo regulador).

Asimismo, los requisitos introducen dificultades en la gestión del plan de expansión de la empresa resultante, agrega el escrito.

Además “establecen marcos regulatorios distintos para la sociedad resultante y para el resto de los agentes”, al tiempo que generan un trato discriminatorio a los accionistas de ambas compañías respecto a los de la competencia del sector.

El proyecto de fusión acordado por Endesa e Iberdrola incluía la posibilidad de desistir del plan si el Estado subordinaba la operación al cumplimiento de condiciones que alterasen sustancialmente su proyecto.

El plan suponía además importantes inversiones para su expansión en el exterior y principalmente en América latina, donde ambas empresas ya cuentan con una posición de liderazgo.

En concreto, el plan preveía la inversión de 12.700 millones de euros (US$ 10.795 millones al cambio de octubre) a América del Norte, especialmente Estados Unidos y México, y de 2.290 millones (US$ 1.946,5 millones) a América latina.

Además, Endesa-Iberdrola pensaba invertir 9.200 millones de euros (US$ 7.820 millones) en el sector de las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías, sobre todo en América latina y probablemente también en Europa.

Endesa tiene negocios en Chile, la Argentina, Colombia y Perú, mientras que Iberdrola está presente en Brasil y México.

La eléctrica Endesa es la séptima empresa del sector en Europa en cuanto a generación de electricidad y la octava del mundo en lo que se refiere a capitalización, mientras que Iberdrola ocupa el undécimo puesto y el vigésimo cuarto, respectivamente.

El titular de Economía, Rodrigo Rato, se desmarcó hoy de la decisión de los consejos de Endesa e Iberdrola y calificó este hecho de “puramente empresarial”.

Tras la ruptura de la fusión, los títulos de Endesa subían en Wall Street US$ 0,79, o 4,33%, hasta los US$ 19,04 sobre las 20.00 GMT.

Iberdrola no cotiza en el mercado de Nueva York.

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