Ex auditor de KPMG se declara culpable de maniobras financieras

David Rivkin, ex socio del estudio KPMG (británico, de origen alemán), admitió haber vendido mecanismos fraudulentos para eludir impuestos. Es el segundo que confiesa en un caso donde se involucran maniobras por US$ 11.200 millones.

28 marzo, 2006

“Firmé cartas con dictámenes falsos, con el objeto de desorientar al Servicio de Impuestos Internos (IRS, la DGI norteamericana)”. Así admitió Rivkin el lunes ante un tribunal federal de Nueva York.

Luego leyó una declaración explosiva. Ahí confiesa que, de 1999 a 2005 –siete años-, él y otros ejecutivos habían conspirado para ayudar a personas físicas, a razón de US$ 20 millones en promedio por cabeza, a quedarse con ganancias de capital sin oblar los impuestos correspondientes.

El juez de distrito Lewis Kaplan escuchó la exposición. Sencillamente, el ex auditor reconocía haberse aliado con colegas para defraudar al fisco, delito bastante común en el negocio de vender a terceros mecanismos de elusión y evasión tributaria. El reo aceptó cooperar con los fiscales.

Su testimonio contribuirá al juzgamiento de otros acusados, en un proceso iniciado en septiembre. Se trata de la segunda confesión originada en investigaciones sobre la filial norteamericana del cuarto estudio jurídico mundial (según señala Reuters), o sea KPMG International LLC.

Ya en agosto, la firma había aceptado pagar US$ 456 millones para evitar un juicio por vender mecanismos contables para eludir impuestos. El negocio le había redituado US$ 115 millones en honorarios, pero generando no menos de US$ 11.200 millones de pérdidas ficticias, para no pagarle al fisco.

La fiscalía federal incriminó diecinueve personas, de las cuales diecisiete son ex profesionales de KPMG. Los mecanismos fraudulentos (púdicamente conocidos por un eufemismo, “tax shelters”, refugios tributarios) les han costado por lo menos US$ 2.000 millones a las arcas nacionales.

“Firmé cartas con dictámenes falsos, con el objeto de desorientar al Servicio de Impuestos Internos (IRS, la DGI norteamericana)”. Así admitió Rivkin el lunes ante un tribunal federal de Nueva York.

Luego leyó una declaración explosiva. Ahí confiesa que, de 1999 a 2005 –siete años-, él y otros ejecutivos habían conspirado para ayudar a personas físicas, a razón de US$ 20 millones en promedio por cabeza, a quedarse con ganancias de capital sin oblar los impuestos correspondientes.

El juez de distrito Lewis Kaplan escuchó la exposición. Sencillamente, el ex auditor reconocía haberse aliado con colegas para defraudar al fisco, delito bastante común en el negocio de vender a terceros mecanismos de elusión y evasión tributaria. El reo aceptó cooperar con los fiscales.

Su testimonio contribuirá al juzgamiento de otros acusados, en un proceso iniciado en septiembre. Se trata de la segunda confesión originada en investigaciones sobre la filial norteamericana del cuarto estudio jurídico mundial (según señala Reuters), o sea KPMG International LLC.

Ya en agosto, la firma había aceptado pagar US$ 456 millones para evitar un juicio por vender mecanismos contables para eludir impuestos. El negocio le había redituado US$ 115 millones en honorarios, pero generando no menos de US$ 11.200 millones de pérdidas ficticias, para no pagarle al fisco.

La fiscalía federal incriminó diecinueve personas, de las cuales diecisiete son ex profesionales de KPMG. Los mecanismos fraudulentos (púdicamente conocidos por un eufemismo, “tax shelters”, refugios tributarios) les han costado por lo menos US$ 2.000 millones a las arcas nacionales.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades