El regreso de Concorde
La presentación de un nuevo plan, que eventualmente podría suponer el regreso del superavión, motivó que la comisión que investigó el accidente de París volviera a reunirse para estudiar la situación.
(EFE).- Los fabricantes del Concorde presentaron al grupo de expertos franco-británicos creado tras el accidente de julio pasado de uno de los aviones supersónicos de Air France, un programa de acción para que estos aparatos puedan volver a volar.
La Dirección General de la Aviación Civil francesa (DGAC) señaló en un comunicado que los constructores propusieron “ejes de trabajo en profundidad, que podrán ser modificados en función de los nuevos elementos aportados por la investigación técnica”.
Según esas propuestas, se examinarían cuatro puntos: los daños causados a los depósitos, el origen del incendio, la avería de los motores y el funcionamiento de los circuitos eléctricos.
“El grupo de trabajo ha tomado nota de que, en el estado actual de la investigación, este programa necesita todavía ser evaluado para determinar si aporta una respuesta adecuada al accidente del 25 de julio pasado”, subrayó la DGAC.
Ese día, un Concorde de Air France con 109 personas a bordo despegó en llamas del aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle al norte de París y se estrelló apenas dos minutos después contra un hotel de la vecina localidad de Gonesse, lo que provocó la muerte de todos sus ocupantes y de cuatro personas más que se encontraban en el lugar donde cayó.
Air France suspendió entonces los vuelos de sus cinco Concorde restantes mientras que British Airways, la única otra aerolínea del mundo con el pájaro blanco en su flota, mantuvo los de sus siete aparatos.
Pero tuvo que suspenderlos cuando a mediados de agosto pasado las autoridades de Aviación Civil de Francia y el Reino Unido suspendieron el certificado de vuelo de lo que había sido el orgullo de la tecnología aeronáutica franco-británica.
Los expertos, reunidos por tercera vez desde la tragedia, reconocieron que sigue habiendo incertidumbres sobre el origen del incendio o los daños sufridos por los circuitos hidráulicos.
A finales de la semana pasada se filtró que los investigadores del siniestro creen que la explosión de uno de los depósitos de carburante del Concorde, golpeado por trozos de un neumático reventado, fue la principal responsable de la catástrofe.
(EFE).- Los fabricantes del Concorde presentaron al grupo de expertos franco-británicos creado tras el accidente de julio pasado de uno de los aviones supersónicos de Air France, un programa de acción para que estos aparatos puedan volver a volar.
La Dirección General de la Aviación Civil francesa (DGAC) señaló en un comunicado que los constructores propusieron “ejes de trabajo en profundidad, que podrán ser modificados en función de los nuevos elementos aportados por la investigación técnica”.
Según esas propuestas, se examinarían cuatro puntos: los daños causados a los depósitos, el origen del incendio, la avería de los motores y el funcionamiento de los circuitos eléctricos.
“El grupo de trabajo ha tomado nota de que, en el estado actual de la investigación, este programa necesita todavía ser evaluado para determinar si aporta una respuesta adecuada al accidente del 25 de julio pasado”, subrayó la DGAC.
Ese día, un Concorde de Air France con 109 personas a bordo despegó en llamas del aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle al norte de París y se estrelló apenas dos minutos después contra un hotel de la vecina localidad de Gonesse, lo que provocó la muerte de todos sus ocupantes y de cuatro personas más que se encontraban en el lugar donde cayó.
Air France suspendió entonces los vuelos de sus cinco Concorde restantes mientras que British Airways, la única otra aerolínea del mundo con el pájaro blanco en su flota, mantuvo los de sus siete aparatos.
Pero tuvo que suspenderlos cuando a mediados de agosto pasado las autoridades de Aviación Civil de Francia y el Reino Unido suspendieron el certificado de vuelo de lo que había sido el orgullo de la tecnología aeronáutica franco-británica.
Los expertos, reunidos por tercera vez desde la tragedia, reconocieron que sigue habiendo incertidumbres sobre el origen del incendio o los daños sufridos por los circuitos hidráulicos.
A finales de la semana pasada se filtró que los investigadores del siniestro creen que la explosión de uno de los depósitos de carburante del Concorde, golpeado por trozos de un neumático reventado, fue la principal responsable de la catástrofe.
