EchoStar: la compra de Hughes, al borde del fracaso
EchoStar Communications ha revisado el plan para adquirir Hughes Electronics por US$ 26.000 millones. Es un segundo intento de persuadir a las autoridades reguladoras para que reviertan la decisión de bloquear la fusión. Quizá ya sea tarde.
Hasta el momento la compañía no quiere hacer pública la nueva
presentación ante la Comisión Federal de Comunicaciones, que le
había dado hasta el miércoles para replantear o modificar la propuesta.
Ésta se dirigía originalmente a General Motors, controlante
de HE (propietaria a su vez de DirecTV).
Tampoco la CFC aclaró si había recibido la propuesta revisada dentro
del plazo. Lo cierto es que la entidad y el departamento de Justicia se declararon
contra una fusión que entrañaría absorber 95% de los abonados
a TV satelital en Estados Unidos. Semejante grado de concentración puede
frustrar el nuevo intento de EchoStar, que ya opera Dish Network.
Además, hay otro problema: si la compra queda en la nada, la oferente deberá
pagar a Hughes una indemnización de US$ 600 millones.
"El diagnóstico para esta operación es rigor mortis, aunque
ambas partes sigan negándolo", afirmaba anoche la consultora Precursor
Group. Técnicamente, HE puede dar por terminadas las negociaciones
si la CFC llega al 6 de enero sin aprobar la fusión o ésta no cristaliza
antes del 21 del mismo mes. En ambos casos, no cabe la multa. En cuanto a la oposición
del gobierno, EchoStar y Hughes sostienen que necesitan sumar sus
18 millones de clientes para competir con los cables y ofrecer servicios tales
como acceso a Internet en banda ancha y alta velocidad. Para ablandar a las autoridades,
ya ofrecieron vender Cablevision Systems.
Hasta el momento la compañía no quiere hacer pública la nueva
presentación ante la Comisión Federal de Comunicaciones, que le
había dado hasta el miércoles para replantear o modificar la propuesta.
Ésta se dirigía originalmente a General Motors, controlante
de HE (propietaria a su vez de DirecTV).
Tampoco la CFC aclaró si había recibido la propuesta revisada dentro
del plazo. Lo cierto es que la entidad y el departamento de Justicia se declararon
contra una fusión que entrañaría absorber 95% de los abonados
a TV satelital en Estados Unidos. Semejante grado de concentración puede
frustrar el nuevo intento de EchoStar, que ya opera Dish Network.
Además, hay otro problema: si la compra queda en la nada, la oferente deberá
pagar a Hughes una indemnización de US$ 600 millones.
"El diagnóstico para esta operación es rigor mortis, aunque
ambas partes sigan negándolo", afirmaba anoche la consultora Precursor
Group. Técnicamente, HE puede dar por terminadas las negociaciones
si la CFC llega al 6 de enero sin aprobar la fusión o ésta no cristaliza
antes del 21 del mismo mes. En ambos casos, no cabe la multa. En cuanto a la oposición
del gobierno, EchoStar y Hughes sostienen que necesitan sumar sus
18 millones de clientes para competir con los cables y ofrecer servicios tales
como acceso a Internet en banda ancha y alta velocidad. Para ablandar a las autoridades,
ya ofrecieron vender Cablevision Systems.
