Duhalde, molesto con “Menem 2003”

El postulante del PJ dijo que los carteles son una "falta de respeto" para los justicialistas que buscan triunfar el domingo. Con ironía, dijo que el Presidente "ya hizo demasiado por nosotros".

21 octubre, 1999

El candidato presidencial del Partido Justicialista (PJ), Eduardo Duhalde, interrumpió ayer la rutina de una extensa caravana que lo llevó por el oeste del conurbano, para sostener un nuevo entredicho con Carlos Menem. “El Presidente ya hizo demasiado por nosotros”, ironizó el postulante oficialista cuando intentó explicar por qué motivo no invitó al jefe de Estado al cierre de su campaña, que se realizará hoy en Rosario. Por otra parte, el gobernador bonaerense se mostró molesto con los afiches que piden el regreso del Presidente dentro de cuatro años. Según Duhalde, los carteles “Menem 2003” son “una falta de respeto a los justicialistas que quieren ganar la elección del domingo”. Durante ocho horas, Duhalde, su mujer “Chiche”, Ramón Ortega y la fórmula bonaerense (Ruckauf-Solá) repartieron saludos y besos, firmaron autógrafos y posaron para las cámaras de televisión. El objetivo de la caravana fue apuntalar los votos peronistas del segundo cordón del Gran Buenos Aires, el más alejado de la Capital Federal.
(Clarín, Página/12)

El candidato presidencial del Partido Justicialista (PJ), Eduardo Duhalde, interrumpió ayer la rutina de una extensa caravana que lo llevó por el oeste del conurbano, para sostener un nuevo entredicho con Carlos Menem. “El Presidente ya hizo demasiado por nosotros”, ironizó el postulante oficialista cuando intentó explicar por qué motivo no invitó al jefe de Estado al cierre de su campaña, que se realizará hoy en Rosario. Por otra parte, el gobernador bonaerense se mostró molesto con los afiches que piden el regreso del Presidente dentro de cuatro años. Según Duhalde, los carteles “Menem 2003” son “una falta de respeto a los justicialistas que quieren ganar la elección del domingo”. Durante ocho horas, Duhalde, su mujer “Chiche”, Ramón Ortega y la fórmula bonaerense (Ruckauf-Solá) repartieron saludos y besos, firmaron autógrafos y posaron para las cámaras de televisión. El objetivo de la caravana fue apuntalar los votos peronistas del segundo cordón del Gran Buenos Aires, el más alejado de la Capital Federal.
(Clarín, Página/12)

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