Denuncia contra Philip Morris

Las autoridades de la Comunidad Europea implicaron a la tabacalera en maniobras de contrabando. También existe una acusación similar contra la compañía R. J. Reynolds.

6 noviembre, 2000

(EFE).- La comisaria europea de Presupuesto, Michaela Schreyer, confirmó hoy (lunes 06) la denuncia del ejecutivo comunitario contra las compañías Philip Morris y RJ Reynolds por contrabando de tabaco.

Schreyer precisó que la decisión de Bruselas se justifica por la implicación de ambas compañías “en el contrabando de cigarrillos en la Unión Europea”.

La comisaria explicó en una declaración que se trata “de una acción civil basada en la violación por estas sociedades de la Racketeering Influences and Corrupt Organisation Act (RICO)” de Estados Unidos.

La Comisión busca “ante todo una compensación de las pérdidas financieras sufridas y una orden judicial para que cese el contrabando”.

“La protección de los intereses financieros de la Unión es una prioridad importante para la Comisión. La denuncia se inscribe en nuestra estrategia de lucha contra el fraude y contra las irregularidades financieras”, concluye la declaración.

Esta es la primera vez que Bruselas decide denunciar ante los Tribunales de Estados Unidos a empresas de ese país.

La Comisión no ha querido hacer ningún comentario sobre el contenido de la denuncia pero señaló que, según las normas de procedimiento civil en Estados Unidos, una copia del texto se puede obtener en el Tribunal del distrito este de Nueva York.

Bruselas anunció el pasado mes de julio su intención de presentar una denuncia contra las tabaqueras ante los tribunales civiles de Estados Unidos para reclamar los “miles de millones” que pierde cada año por el contrabando de cigarrillos a Europa.

Según la Comisión, los Quince dejan de ingresar cada año “cientos de miles de millones de euros o de dólares” por el contrabando de cigarrillos, que alcanza unas cantidades que sólo pueden significar, aseguró, que las compañías tabaqueras participan en el negocio.

La decisión se justificó en su momento por haber detectado Bruselas que en algunos países europeos los cigarrillos de contrabando ocupan más de 10% del mercado, por lo que la Comisión Europea mostró su sospecha sobre la participación de las marcas.

La decisión de presentar la denuncia siguió a la publicación de un informe de la oficina Antifraude de la UE (OLAF) y de otras fuentes -aduaneras y policiales- con pruebas para apoyar la denuncia, según Bruselas.

Una comisión de investigación del Parlamento Europeo que se cerró en marzo de 1997 cifró el fraude aduanero en la UE en miles de millones de dólares anuales y señaló al tabaco como producto preferido por los contrabandistas.

Entre 1990 y 1995, según los datos que la Comisión Europea aportó a aquella comisión parlamentaria, se dejaron de ingresar en las arcas públicas comunitarias US$ 1.110 millones debido al contrabando de tabaco, aunque otros organismos duplican y hasta triplican esa estimación.

El informe de más de 1.100 páginas que produjo aquella comisión de investigación citaba a España y Austria como los países en los que el tabaco de contrabando ocupa una mayor parte del mercado, 15%, seguido de Italia, con 11,5% y Alemania, con 10%.

Señalaba, además, al puerto de Amberes (Bélgica) como el principal punto de entrada de los cigarrillos de contrabando, pues por este lugar penetraban en el mercado comunitario 90% de los cigarrillos que se venden en Europa.

Desde Amberes, precisaba el informe, los cigarrillos destinados, en teoría, a África o a los países del este de Europa transitan por zonas francas como Suiza o Gibraltar para volver a Italia o Alemania o desembarcar en contrabando en España.

(EFE).- La comisaria europea de Presupuesto, Michaela Schreyer, confirmó hoy (lunes 06) la denuncia del ejecutivo comunitario contra las compañías Philip Morris y RJ Reynolds por contrabando de tabaco.

Schreyer precisó que la decisión de Bruselas se justifica por la implicación de ambas compañías “en el contrabando de cigarrillos en la Unión Europea”.

La comisaria explicó en una declaración que se trata “de una acción civil basada en la violación por estas sociedades de la Racketeering Influences and Corrupt Organisation Act (RICO)” de Estados Unidos.

La Comisión busca “ante todo una compensación de las pérdidas financieras sufridas y una orden judicial para que cese el contrabando”.

“La protección de los intereses financieros de la Unión es una prioridad importante para la Comisión. La denuncia se inscribe en nuestra estrategia de lucha contra el fraude y contra las irregularidades financieras”, concluye la declaración.

Esta es la primera vez que Bruselas decide denunciar ante los Tribunales de Estados Unidos a empresas de ese país.

La Comisión no ha querido hacer ningún comentario sobre el contenido de la denuncia pero señaló que, según las normas de procedimiento civil en Estados Unidos, una copia del texto se puede obtener en el Tribunal del distrito este de Nueva York.

Bruselas anunció el pasado mes de julio su intención de presentar una denuncia contra las tabaqueras ante los tribunales civiles de Estados Unidos para reclamar los “miles de millones” que pierde cada año por el contrabando de cigarrillos a Europa.

Según la Comisión, los Quince dejan de ingresar cada año “cientos de miles de millones de euros o de dólares” por el contrabando de cigarrillos, que alcanza unas cantidades que sólo pueden significar, aseguró, que las compañías tabaqueras participan en el negocio.

La decisión se justificó en su momento por haber detectado Bruselas que en algunos países europeos los cigarrillos de contrabando ocupan más de 10% del mercado, por lo que la Comisión Europea mostró su sospecha sobre la participación de las marcas.

La decisión de presentar la denuncia siguió a la publicación de un informe de la oficina Antifraude de la UE (OLAF) y de otras fuentes -aduaneras y policiales- con pruebas para apoyar la denuncia, según Bruselas.

Una comisión de investigación del Parlamento Europeo que se cerró en marzo de 1997 cifró el fraude aduanero en la UE en miles de millones de dólares anuales y señaló al tabaco como producto preferido por los contrabandistas.

Entre 1990 y 1995, según los datos que la Comisión Europea aportó a aquella comisión parlamentaria, se dejaron de ingresar en las arcas públicas comunitarias US$ 1.110 millones debido al contrabando de tabaco, aunque otros organismos duplican y hasta triplican esa estimación.

El informe de más de 1.100 páginas que produjo aquella comisión de investigación citaba a España y Austria como los países en los que el tabaco de contrabando ocupa una mayor parte del mercado, 15%, seguido de Italia, con 11,5% y Alemania, con 10%.

Señalaba, además, al puerto de Amberes (Bélgica) como el principal punto de entrada de los cigarrillos de contrabando, pues por este lugar penetraban en el mercado comunitario 90% de los cigarrillos que se venden en Europa.

Desde Amberes, precisaba el informe, los cigarrillos destinados, en teoría, a África o a los países del este de Europa transitan por zonas francas como Suiza o Gibraltar para volver a Italia o Alemania o desembarcar en contrabando en España.

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