¿Cuál es la mejor edad para innovar?

En el ámbito de Internet, parecería que el emprendedor “perfecto” tiene poco más de veinte años. Pero fuera de la red, las complejidades tecnológicas elevan la edad de los innovadores.

16 febrero, 2012

<p>Sin embargo, las culturas van cambiando. Están comenzando a aceptar el fracaso. Y así, los emprendedores en todo el mundo vuelven a intentar una y otra vez. En el proceso, van creciendo y adquiriendo más sabiduría y, al final, tienen éxito. <br />
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En otros terrenos fuera de Internet, sin embargo, el panorama es más complejo, con las tecnologías creciendo en forma exponencial. Hoy hay otros cambios de ciencia e ingeniería avanzando a toda velocidad, como la robótica, la biología sintética, medicina y nanomateriales. Los emprendedores tienen aquí un enorme campo para actuar. Pero entender esas diversas tecnologías no es algo para los más jóvenes. Quienes abandonan la universidad pueden saber todo sobre medios sociales, pero es poco probable que entiendan las complejidades de la nanotecnología y la inteligencia artificial como los que les llevan algunos años. Se trata de tecnologías complejas que requieren no sólo una fuerte educación sino también la habilidad de trabajar en muchos cambos a la vez y colaborar con pares intelectuales en diferentes disciplinas de ciencia e ingeniería. Dadas todas estas nuevas complejidades en ciencias, no sorprende que los innovadores sean un poco mayores. <br />
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La realidad es que no hay edad para la innovación. Los jóvenes y los viejos pueden innovar. Los jóvenes dominan la nueva era del desarrollo de software, y el software será una fuerza clave en la convergencia de otras tecnologías que se expanden exponencialmente. Por eso necesitamos a los jóvenes, pero también a los emprendedores mayores para desarrollar soluciones interdisciplinarias que resuelvan los grandes desafíos de la humanidad. <br />
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<em>Extracto de un ensayo de Vivek Wadhwa, vicepresidente de innovación de la Universidad de Stanford. Wadhwa tiene 54 años.  </em></p>

<p>Los capitalistas de riesgo en Silicon Valley prefieren financiar a los j&oacute;venes. Se ha popularizado la idea de que si tienen m&aacute;s de 35 son demasiado viejos para innovar. En realidad, el perfil del emprendedor &ldquo;perfecto que est&aacute; evolucionando es as&iacute;: lo suficientemente inteligente para entrar a Harvard o Stanford y lo suficientemente sabio para abandonar los estudios. Algunas figuras prominentes hasta est&aacute;n invitando a j&oacute;venes talentosos a no ir a la universidad para, supuestamente, no malgastar su juventud estudiando. <br />
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Hasta cierto punto, el culto que ha construido Silicon Valley alrededor de los j&oacute;venes tiene sentido, especialmente en lo que respecta a Internet y tecnolog&iacute;a m&oacute;vil. Los j&oacute;venes tienen una enorme ventaja porque no est&aacute;n enredados con el pasado. Los trabajadores m&aacute;s viejos son expertos en constr4uir y mantener sistemas en arquitecturas y lenguajes de computaci&oacute;n viejos. Ganan mucho m&aacute;s. &iquest;Por qu&eacute; un empleador contratar&iacute;a a un trabajador con 20 a&ntilde;os de experiencia irrelevante cuando puede contratar a un reci&eacute;n graduado por la mitad del sueldo? Ese reci&eacute;n graduado seguramente traer&aacute; adem&aacute;s ideas frescas y tendr&aacute; m&aacute;s tiempo para la empresa. <br />
Estos nuevos graduados crecieron en una era cuando todo el mundo se interconectaba. Para ellos, el mundo es una gigantesca red.<br />
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Los j&oacute;venes entienden los l&iacute;mites del mundo Web pero no conocen sus propios l&iacute;mites. Eso genera una poderosa combinaci&oacute;n. Como no conocen qu&eacute; no es posible, los nuevos Zuckerbergs pueden encontrar soluciones nuevas a problemas viejos. Por eso se ponen al frente de compa&ntilde;&iacute;as web de tecnolog&iacute;a m&oacute;vil, entre otras cosas. Pero para que las ideas se transformen en emprendimientos exitosos hay que trabajar con otros, obtener financiamiento, entender de mercados, de precios y de canales de distribuci&oacute;n. O sea, hace falta habilidades de gerenciamiento y madurez. Eso viene con educaci&oacute;n, experiencia y edad.</p>
<p>&iquest;Est&aacute;n equivocados entonces los capitalistas de riesgo cuando financian compa&ntilde;&iacute;as con CEOs veintea&ntilde;eros? El estudio realizado por la Fundaci&oacute;n Kauffman descubri&oacute; que durante el per&iacute;odo cuando la financiaci&oacute;n de j&oacute;venes emprendedores tecnol&oacute;gico se volvi&oacute; la norma &ndash; de 1997 a 2007 &ndash; el negocio del riesgo creci&oacute; enormemente. <br />
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Pero los retornos se estancaron y luego cayeron precipitadamente. Cuando se analizan emprendedores en India, Irlanda, Brasil y otras partes del mundo, uno puede encontrar las mismas din&aacute;micas en juego. Los j&oacute;venes tienen ideas extravagantes, pero es la gente algo mayor quien logra &eacute;xito en los negocios. En todos esos pa&iacute;ses, el emprendimiento joven crece. Y, como en Estados Unidos, la mayor&iacute;a de esos negocios fracasa. Eso est&aacute; bien cuando uno puede aprender de sus errores y empezar de nuevo, una y otra vez. Pero en muchos lugares, cuando uno fracasa no tiene una segunda oportunidad. <br />
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