Según un reciente estudio global realizado por la escuela de negocios Insead y la consultora en recursos humanos Heidrick & Struggles, tres cuartas partes de los integrantes de los directorios participan de esta convicción, aunque la mayoría opina que necesitan aumentar su conocimiento sobre el tema.
Es que hay un enorme nivel de disrupción que incide sobre la marcha y el comportamiento de las empresas en todo el mundo. Problemas con la cadena de suministro, crisis de liquidez y solvencia.
Consultores y observadores advierten que se vienen cambios relevantes en la conducta de los clientes, nuevos marcos regulatorios, distintos hábitos de trabajo. Factores todos que inciden para que comience a abrirse camino una nueva concepción del management.
En el fondo, la gran controversia –como en los dos últimos siglos- sigue siendo: más Estado, menos mercado; o bien, más mercado y menos Estado. La meta sería lograr alguna síntesis entre los dos términos de la ecuación.
La actual crisis global ha despertado un sentimiento adormecido: reinventar la economía de mercado y refundar el capitalismo.
La pandemia es el motor en la reinvención de las empresas. A pesar de las dificultades para encontrar una nueva manera de operar, que no podrían ser más difíciles, entre otras cosas porque hay que considerar que 85% de los empleos que van a existir en 2030 todavía no se han creado.
Durante lo que va de la pandemia, algunas firmas pudieron operar de otra manera diferente al promedio general. A buen ritmo, con resiliencia y creatividad. Lo que se preguntan ahora sus directivos es cómo hacer para incorporar esas conductas a la organización, para ser más fuertes en los próximos años.