Chilecon Valley, un experimento tecnológico con luces y sombras

Start-Up Chile es una iniciativo totalmente financiada por el Estado que se propone revitalizar la economía de Santiago atrayendo start-ups tecnológicas. El objetivo más amplio es posicionar a chile como centro de innovación y emprendimientos en américa del Sur.

14 septiembre, 2015

La incubadora que está financiada por el gobierno recibe startups de todo el mundo para ayudarlas a impulsar sus proyectos. Se complementa con una política de inmigración favorable y de financiación a emprendedores. En cada ronda, eligen 100 proyectos de entre 1.500 y 1.800 postulaciones de todo el mundo para el programa de seis meses. Cada una recibe US$ 40.000 sin necesidad de aportación a cambio. Un año de visado. Un espacio donde trabajar. Ayuda a los emprendedores para instalarse, para abrir una cuenta bancaria, para contratar un plan telefónico… Apoyo, asesoramiento y acceso a inversores y mentores. A cambio, el emprendedor debe contribuir con lo que Start-Up Chile llama “return value agenda”, es decir, tiempo para ayudar a desarrollar la estructura empresarial chilena con conferencias, mentoría, trabajos específicos y otras posibilidades.

Tras cuatro años de programa con tres convocatorias al año, Start-Up Chile las cifras son las siguientes: en septiembre de 2014 había apoyado 883 proyectos de casi 2.000 emprendedores de 71 países y llevado a cabo 3.800 actividades, como talleres, conferencias y encuentros empresariales. 259 proyectos han levantado capital que suma más de US$105 millones. Entre los éxitos se encuentran, por ejemplo, Flipter, una solución para encuestas que fue adquirida recientemente por 1World Online; Lab4U, que ha desarrollado una aplicación para convertir tu teléfono en un minilaboratorio con el que estudiar ciencia y acaba de ganar el Intel Global Challenge 2014; WeHostels, que permite reservar camas en hostales y contactar otros viajeros y fue adquirida el año pasado por StudentUniverse, o CruiseWise, una web de cruceros adquirida también en 2013 por TripAdvisor.

 

A cambio de todo eso, las startups deben ganar 4.000 puntos de “capital social” organizando talleres, asesorando a emprendedores locales, enseñando y cualquier otro tipo de actividades para involucrar a la población local en los emprendimientos, tecnología e innovación.

 

La idea es buena pero el camino es difícil. Start.up Chile sufre de escasez de capitalistas de riesgo y ha tenido dificultad para retener a los participantes del programa en Santiago. 60% de los participantes abandona Santiago luego del programa de seis meses, muchas con rumbo a Estados Unidos. Además, casi 85% del financiamiento obtenido llega desde el exterior, principalmente de Estados Unidos.

 

Chile tiene fortalezas que acompañan la iniciativa del gobierno: regulaciones que favorecen a las empresas, política inmigratoria eficiente y una economía relativamente estable. Sin embargo, no ha tenido hasta ahora un espíritu emprendedor importante entre sus jóvenes y Santiago no es una ciudad muy internacional.

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