Cayeron ventas y la acción de la sueca Ericsson se derrumbó 23,8%
Ericsson afronta un replanteo en el modelo de negocios. Para empezar, redujo drásticamente proyecciones de ingresos y utilidades. El papel del gigante perdió casi US$ 15.700 millones en valor bursátil y esto parece un fenómeno generalizado.
El principal fabricante de equipos inalámbricos en el mundo sostiene que el estado financiero del tercer trimestre (julio-septiembre) fue castigado por una inesperada caída en las ventas de sus rubros más redituables. Por tanto, adelantó Michäel Treschow, presidente del directorio, “la compañía efectuará una revisión autocrítica.
En particular, Ericsson trata de averiguar cómo no supo advertir a tiempo ciertos problemas. No obstante, todavía se resiste a encarar un replanteo estratégico en toda la línea. Este martes, las novedades hicieron desplomarse 23,8% las acciones en la bolsa nórdica, a apenas Kr 20,10.
Pero el cimbronazo repercutió también contra la finesa Nokia (líder en celulares múltiples, cedió 3,2% en Helsinki), la ya tambaleante Alcatel-Lucent (perdió 4.5% en París) y Samsung (-2% en Seúl). Algunos analistas ven en la declinación -este año- de la surcoreana el detonante del caso Ericsson y el efecto contagio en las otras empresas.
Samsung experimenta contracción de demanda en dos segmentos donde aporta insumos y productos –televisores plásmicos, dispositivos manuales múltiples de III generación- a mercados saturados. Por ejemplo, Alcatel-Lucent ha disminuido proyecciones de ingresos tres veces este año, su capitalización perdió 40% y la presidente, Patricia Russo, quizá no dure.
El grupo sueco sufre reducción de demanda en rubros usualmente redituables. Verbigracia, equipos que amplían redes móviles en volumen de tráfico o alcances geográficos. Algunos clientes en la América anglosajona y Europa occidental postergan órdenes por fusiones, adquisiciones o acuerdos para compartir servicios. “En realidad, lo de Ericsson forma parte de un fenómeno global: renuencia de los usuarios a seguir comprando novedades tecnológicas como solían hacerlo hasta no hace mucho”, afirma un informe de West Landesbank, Düsseldorf.
El principal fabricante de equipos inalámbricos en el mundo sostiene que el estado financiero del tercer trimestre (julio-septiembre) fue castigado por una inesperada caída en las ventas de sus rubros más redituables. Por tanto, adelantó Michäel Treschow, presidente del directorio, “la compañía efectuará una revisión autocrítica.
En particular, Ericsson trata de averiguar cómo no supo advertir a tiempo ciertos problemas. No obstante, todavía se resiste a encarar un replanteo estratégico en toda la línea. Este martes, las novedades hicieron desplomarse 23,8% las acciones en la bolsa nórdica, a apenas Kr 20,10.
Pero el cimbronazo repercutió también contra la finesa Nokia (líder en celulares múltiples, cedió 3,2% en Helsinki), la ya tambaleante Alcatel-Lucent (perdió 4.5% en París) y Samsung (-2% en Seúl). Algunos analistas ven en la declinación -este año- de la surcoreana el detonante del caso Ericsson y el efecto contagio en las otras empresas.
Samsung experimenta contracción de demanda en dos segmentos donde aporta insumos y productos –televisores plásmicos, dispositivos manuales múltiples de III generación- a mercados saturados. Por ejemplo, Alcatel-Lucent ha disminuido proyecciones de ingresos tres veces este año, su capitalización perdió 40% y la presidente, Patricia Russo, quizá no dure.
El grupo sueco sufre reducción de demanda en rubros usualmente redituables. Verbigracia, equipos que amplían redes móviles en volumen de tráfico o alcances geográficos. Algunos clientes en la América anglosajona y Europa occidental postergan órdenes por fusiones, adquisiciones o acuerdos para compartir servicios. “En realidad, lo de Ericsson forma parte de un fenómeno global: renuencia de los usuarios a seguir comprando novedades tecnológicas como solían hacerlo hasta no hace mucho”, afirma un informe de West Landesbank, Düsseldorf.
