Calpine: pide bancarrota con deudas por US$ 22.500 millones
La mayor operadora norteamericana de usinas eléctricas alimentadas a gas natural se ha amparado en el título IX de la ley federal de concursos y quiebras. Su objetivo: reorganizarse para afrontar el costo de insumos.
La compañía se presentó ante el tribunal de quiebras neoyorquino. Poco antes, despedía a la cúpula ejecutiva. En este caso, porque ese equipo perdió una batalla de tres meses con bonistas, que no le permitieron emplear ingresos por venta de activos en la compra de combustible.
Calpine declaró US$ 26.600 millones en activos y afirmó haber obtenido dos mil millones en financiamiento de emergencia para cubrir al contado insumos imprescindibles para mantener en funcionamiento plantas en varios estados, del Atlántico al Pacífico. Como se sabe, la firma no tiene ya acceso al crédito de los proveedores.
La empresa, creada por Peter Cartwright para competir en el mercado eléctrico con antiguos momnopolíos locales, nunca pudo recobrarse del colapso sectorial sufrido a causa de Enron, la resultante sobreoferta que hizo caer precios y el apagón californiano de 2001. El pedido de bancarrota sigue en una semana a la contratación como director ejecutivo de Robert May, experto en estas emergencias proveniente de HealthSouth (salió hace poco de concurso).
En general, los analistas estiman que Calpine recién se normalizará al cabo de dos años. No obstante, los bonistas irán recobrando la mayor parte de sus colocaciones.
La compañía opera usinas en 21 estados de la Unión y tres provincias canadienses. Su capacidad total de generación asciende a 26.000 megavatios y alcanza para abastecer un promedio de 22 millones de usuarios residenciales. Su balance acumula pérdidas durante once trimestres seguidos, derivadas de aumentos en el precio del gas natural.
El año pasado, Calpine era la mayor emisora de bonos chatarra. Eso es el resultado de haber construido noventa usinas eléctricas durante la última década del siglo XX, génesis de una fenomenal sobreoferta. El alza internacional de hidrocarburos y el efecto de dos huracanes recientes (Katrina, Rita) fue elevando de dos a 15,78 por millón de unidades térmicas birtánicas el valor del gas natural.
La compañía se presentó ante el tribunal de quiebras neoyorquino. Poco antes, despedía a la cúpula ejecutiva. En este caso, porque ese equipo perdió una batalla de tres meses con bonistas, que no le permitieron emplear ingresos por venta de activos en la compra de combustible.
Calpine declaró US$ 26.600 millones en activos y afirmó haber obtenido dos mil millones en financiamiento de emergencia para cubrir al contado insumos imprescindibles para mantener en funcionamiento plantas en varios estados, del Atlántico al Pacífico. Como se sabe, la firma no tiene ya acceso al crédito de los proveedores.
La empresa, creada por Peter Cartwright para competir en el mercado eléctrico con antiguos momnopolíos locales, nunca pudo recobrarse del colapso sectorial sufrido a causa de Enron, la resultante sobreoferta que hizo caer precios y el apagón californiano de 2001. El pedido de bancarrota sigue en una semana a la contratación como director ejecutivo de Robert May, experto en estas emergencias proveniente de HealthSouth (salió hace poco de concurso).
En general, los analistas estiman que Calpine recién se normalizará al cabo de dos años. No obstante, los bonistas irán recobrando la mayor parte de sus colocaciones.
La compañía opera usinas en 21 estados de la Unión y tres provincias canadienses. Su capacidad total de generación asciende a 26.000 megavatios y alcanza para abastecer un promedio de 22 millones de usuarios residenciales. Su balance acumula pérdidas durante once trimestres seguidos, derivadas de aumentos en el precio del gas natural.
El año pasado, Calpine era la mayor emisora de bonos chatarra. Eso es el resultado de haber construido noventa usinas eléctricas durante la última década del siglo XX, génesis de una fenomenal sobreoferta. El alza internacional de hidrocarburos y el efecto de dos huracanes recientes (Katrina, Rita) fue elevando de dos a 15,78 por millón de unidades térmicas birtánicas el valor del gas natural.
