Calais Participações mejora la oferta por Embratel

Calais Participações, consorcio latinoamericano de telecomunicaciones, “endulzó” los US$ 550 millones ofrecidos por la parte de MCI en Embratel. Si Brasil bloquease la transacción, pagaría el plus sobre la propuesta de Telmex.

13 abril, 2004

En marzo, Mobile Communications International (ex WorldCom), a punto de emerger de la convocatoria en Estados Unidos, había rechazado la oferta inicial (US$ 550 millones) por la mayor telefónica de larga distancia en el Mercosur. La empresa la consideró demasiado riesgosa.

Por entonces, MCI temía que la propuesta no fuese aprobada por la autoridad reguladora brasileña, pues CP está formada por las telefónicas fijas dominantes en sus respectivas regiones dentro del país. En otras palabras, vender el control de Embratel a CP chocaría con la legislación sobre mono y oligopolios.

Mientras Calais desechaba esos temores, MCI dijo que vendería su parte a Teléfonos de México (Telmex), el mayor grupo de su tipo en ese país, por sólo US$ 360 millones. La contrapropuesta de CP –obviamente dirigida contra las aspiraciones de Telmex-, que implica pagar la diferencia entre ambos montos, ha sido remitida a la asamblea de acreedores y el tribunal que entiende en el concurso de WorldCom-MCI. Hay tiempo hasta hoy, martes 13, para formular objeciones.

El consorcio CP (abarca Geodex Communications, Brasil Telecom, Telemar Norte y SP Telecomunicações, filial de Telefónica), ha pedido formalmente al directorio de MCI, sus acreedores y el juez reconsiderar su contraoferta. Si el gobierno brasileño “bloquease un acuerdo Calais-Embratel, cubriríamos toda diferencia entre el nuevo precio y los US$ 360 millones ofertados por Telmex”, señala la carta y se pregunta “¿como sería posible rechazar un plus de US$ 190 millones en efectivo?”.

En marzo, Mobile Communications International (ex WorldCom), a punto de emerger de la convocatoria en Estados Unidos, había rechazado la oferta inicial (US$ 550 millones) por la mayor telefónica de larga distancia en el Mercosur. La empresa la consideró demasiado riesgosa.

Por entonces, MCI temía que la propuesta no fuese aprobada por la autoridad reguladora brasileña, pues CP está formada por las telefónicas fijas dominantes en sus respectivas regiones dentro del país. En otras palabras, vender el control de Embratel a CP chocaría con la legislación sobre mono y oligopolios.

Mientras Calais desechaba esos temores, MCI dijo que vendería su parte a Teléfonos de México (Telmex), el mayor grupo de su tipo en ese país, por sólo US$ 360 millones. La contrapropuesta de CP –obviamente dirigida contra las aspiraciones de Telmex-, que implica pagar la diferencia entre ambos montos, ha sido remitida a la asamblea de acreedores y el tribunal que entiende en el concurso de WorldCom-MCI. Hay tiempo hasta hoy, martes 13, para formular objeciones.

El consorcio CP (abarca Geodex Communications, Brasil Telecom, Telemar Norte y SP Telecomunicações, filial de Telefónica), ha pedido formalmente al directorio de MCI, sus acreedores y el juez reconsiderar su contraoferta. Si el gobierno brasileño “bloquease un acuerdo Calais-Embratel, cubriríamos toda diferencia entre el nuevo precio y los US$ 360 millones ofertados por Telmex”, señala la carta y se pregunta “¿como sería posible rechazar un plus de US$ 190 millones en efectivo?”.

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