Brasil: una huelga paraliza a las automotrices

La medida, adoptada por casi 60.000 obreros paulistas, afecta a la mitad de las fábricas radicadas en ese país y hace que dejen de fabricarse 4.000 vehículos por día.

13 noviembre, 2000

(EFE).- Cerca de 60.000 obreros de la industria automovilística del estado de San Pablo, el principal polo industrial de Brasil, comenzaron hoy (lunes 13) una huelga por tiempo indefinido para exigir un aumento salarial.

Según la Central Unica de Trabajadores (CUT), que coordina la protesta, con el cese de actividades se dejarán de fabricar unos 4.000 vehículos diarios en las plantas de General Motors, Ford, Volkswagen, Mercedes-Benz, Scania, Toyota, Honda, Land Rover y Volvo.

La industria automovilística brasileña tiene su fuerte en San Pablo, donde están establecidas 24 de las 46 fábricas de vehículos existentes en el país.

La huelga se siente con mayor intensidad en el cinturón industrial de San Pablo, conocido como el ABC porque abarca los municipios de Santo André, Sao Bernardo y Sao Caetano do Sul, y donde unos 40.000 metalúrgicos cruzaron hoy los brazos.

Otros 20.000 trabajadores de las fábricas establecidas en otras regiones del estado también se sumaron a la protesta, y lo mismo hicieron los obreros de algunas fábricas productoras de piezas para vehículos, según los sindicatos.

Los trabajadores exigen un aumento salarial de 20%, pero la patronal ofrece como máximo un reajuste de 8% que, según los sindicatos, no sirve como base para comenzar una negociación.

El presidente del Sindicato de Metalúrgicos del ABC, Luiz Marinho, afirmó que espera que la patronal entienda las razones de los metalúrgicos y haga una oferta salarial mejor para solucionar el problema.

Los organizadores de la huelga admiten que es imposible lograr el aumento de 20%, pero también exigen que la patronal ofrezca como mínimo un incremento de 10% para sentarse a negociar.

“Los números (de cada parte) están muy próximos, por lo que esperamos que las fabricantes ofrezcan un arreglo a los trabajadores”, afirmó Marinho.

El líder sindical agregó que la patronal puede mejorar su oferta de aumento salarial porque la industria automovilística pasa por un buen momento, como lo demuestra el crecimiento de 23% en la producción de este año.

La huelga estuvo precedida por varias paralizaciones de un día hechas la semana pasada en distintas fábricas para llamar la atención de la patronal sobre la necesidad de negociar.

(EFE).- Cerca de 60.000 obreros de la industria automovilística del estado de San Pablo, el principal polo industrial de Brasil, comenzaron hoy (lunes 13) una huelga por tiempo indefinido para exigir un aumento salarial.

Según la Central Unica de Trabajadores (CUT), que coordina la protesta, con el cese de actividades se dejarán de fabricar unos 4.000 vehículos diarios en las plantas de General Motors, Ford, Volkswagen, Mercedes-Benz, Scania, Toyota, Honda, Land Rover y Volvo.

La industria automovilística brasileña tiene su fuerte en San Pablo, donde están establecidas 24 de las 46 fábricas de vehículos existentes en el país.

La huelga se siente con mayor intensidad en el cinturón industrial de San Pablo, conocido como el ABC porque abarca los municipios de Santo André, Sao Bernardo y Sao Caetano do Sul, y donde unos 40.000 metalúrgicos cruzaron hoy los brazos.

Otros 20.000 trabajadores de las fábricas establecidas en otras regiones del estado también se sumaron a la protesta, y lo mismo hicieron los obreros de algunas fábricas productoras de piezas para vehículos, según los sindicatos.

Los trabajadores exigen un aumento salarial de 20%, pero la patronal ofrece como máximo un reajuste de 8% que, según los sindicatos, no sirve como base para comenzar una negociación.

El presidente del Sindicato de Metalúrgicos del ABC, Luiz Marinho, afirmó que espera que la patronal entienda las razones de los metalúrgicos y haga una oferta salarial mejor para solucionar el problema.

Los organizadores de la huelga admiten que es imposible lograr el aumento de 20%, pero también exigen que la patronal ofrezca como mínimo un incremento de 10% para sentarse a negociar.

“Los números (de cada parte) están muy próximos, por lo que esperamos que las fabricantes ofrezcan un arreglo a los trabajadores”, afirmó Marinho.

El líder sindical agregó que la patronal puede mejorar su oferta de aumento salarial porque la industria automovilística pasa por un buen momento, como lo demuestra el crecimiento de 23% en la producción de este año.

La huelga estuvo precedida por varias paralizaciones de un día hechas la semana pasada en distintas fábricas para llamar la atención de la patronal sobre la necesidad de negociar.

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