Boeing: ¿otra Enron en ciernes?

Este fin de semana, Boeing ha ocupado bastante espacio en los medios, desde la tapa de Business Week hasta titulares en diarios de la Unión Europea y los servicios por Internet.

13 mayo, 2002

El archirrival de Airbus, al parecer, se dedicaba a la "contabilidad
creativa" ya en 1997, cuando negociaba la fusión con McDonnell
Douglas
. La firma ha salido a desmentir todo, pero -en general- la prensa
europea se alineaba con la revista.

Al mismo tiempo, analistas de Merrill Lynch, Goldman Sachs y
Morgan Stanley Dean Witter apoyaban el sábado la posición
de Boeing. A última hora del viernes, el adelanto de Business
Week
por la Red hizo caer en minutos 2% la acción de la firma y,
para el lunes, se proyecta una apertura negativa.

Ocurre que las acusaciones se originan en una investigación de tres
meses, según la cual -hace cinco años- Boeing no calificaba
para la fusión debido a costos excesivos, riesgo de déficit y
brechas en la línea de producción.

No obstante, la compañía, resuelta a comprar McDonnel Douglas
en US$ 16.000 millones vía canje de acciones, optó por disimular
esos problemas. Mediante trucos contables, "generó" expectativas
positivas.

Meses después de la fusión, "descubrió" esos
mismos problemas y su valor en mercado cayó 20% en una semana (1998).
Como prueba, la investigación periodística aporta un resarcimiento
por US$ 92 millones, abonado recién en febrero de 2002, a accionistas
que la habían demandado en 1997/8.

En su edición virtual, el Wall Street Journal no niega los hechos,
pero les resta importancia.

El archirrival de Airbus, al parecer, se dedicaba a la "contabilidad
creativa" ya en 1997, cuando negociaba la fusión con McDonnell
Douglas
. La firma ha salido a desmentir todo, pero -en general- la prensa
europea se alineaba con la revista.

Al mismo tiempo, analistas de Merrill Lynch, Goldman Sachs y
Morgan Stanley Dean Witter apoyaban el sábado la posición
de Boeing. A última hora del viernes, el adelanto de Business
Week
por la Red hizo caer en minutos 2% la acción de la firma y,
para el lunes, se proyecta una apertura negativa.

Ocurre que las acusaciones se originan en una investigación de tres
meses, según la cual -hace cinco años- Boeing no calificaba
para la fusión debido a costos excesivos, riesgo de déficit y
brechas en la línea de producción.

No obstante, la compañía, resuelta a comprar McDonnel Douglas
en US$ 16.000 millones vía canje de acciones, optó por disimular
esos problemas. Mediante trucos contables, "generó" expectativas
positivas.

Meses después de la fusión, "descubrió" esos
mismos problemas y su valor en mercado cayó 20% en una semana (1998).
Como prueba, la investigación periodística aporta un resarcimiento
por US$ 92 millones, abonado recién en febrero de 2002, a accionistas
que la habían demandado en 1997/8.

En su edición virtual, el Wall Street Journal no niega los hechos,
pero les resta importancia.

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