Bancos extranjeros, cómplices en el vaciamiento de Parmalat

Grandes entidades financieras del exterior “fueron cómplices y corresponsables del crac en Parmalat”. Así sostiene la fiscalía de Milán, en una nueva serie de veintitrés acusaciones formales, que revelan documentos hasta ahora inéditos.

21 julio, 2004

Entre esas evidencias, figuran inspecciones secretas del Banco de Italia (central) sobre Bank of America y cuentas en Wishaw Trading, una financiera de Montevideo, por donde se habían esfumado € 1.300 millones. También se añaden a las actuaciones dos extensos informes internos, que podrían ayudar a localizar fondos substraídos a ahorristas e inversores italianos por la “banda Tanzi”.

Uno de ellos es el relatorio final sobre causas de la insolvencia, subscripto por el comisionado extraordinario (interventor) Enrico Bondi. El otro es una pericia de 450 carillas, a cargo de Steffania Chiaruttini, consultora de la fiscalía, sobre catorce años de asientos falsos en los sucesivos balances de Parmalat Finanziaria.

Por otro conducto, dos análisis técnicos concuerdan en un dictamen desconcertante: “desde 1990 hasta 2003, Parmalat se fagocitó más fondos –para pagar deudas, especialmente a tres grandes bancos norteamericanos- que los usados en la actividad industrial y comercial”. En efecto, la revisión efectuada por PricewaterhouseCoopers (PwC) revela que, en ese lapso, “el grupo absorbió casi € 14.200 millones, de los cuales 13.200 millones en financiamientos bancarios”.

Del segundo total, explica Bondi en un informe adjunto, “45,8%, o sea € 6.500 millones, se destinaron a cubrir intereses, punitorios y comisiones financieras”. Los bancos se quedaron con € 2.800 millones, más que lo asignado (2.500 millones) a tenedores de bonos. La actividad industrial recibió sólo 38% de la torna, es decir € 1.600 millones en inversiones y 3.800 millones “quemados” en compras de sociedades. Finalmente, la familia Tanzi y sus allegados se apoderaron de € 2.300 millones.

Entre esas evidencias, figuran inspecciones secretas del Banco de Italia (central) sobre Bank of America y cuentas en Wishaw Trading, una financiera de Montevideo, por donde se habían esfumado € 1.300 millones. También se añaden a las actuaciones dos extensos informes internos, que podrían ayudar a localizar fondos substraídos a ahorristas e inversores italianos por la “banda Tanzi”.

Uno de ellos es el relatorio final sobre causas de la insolvencia, subscripto por el comisionado extraordinario (interventor) Enrico Bondi. El otro es una pericia de 450 carillas, a cargo de Steffania Chiaruttini, consultora de la fiscalía, sobre catorce años de asientos falsos en los sucesivos balances de Parmalat Finanziaria.

Por otro conducto, dos análisis técnicos concuerdan en un dictamen desconcertante: “desde 1990 hasta 2003, Parmalat se fagocitó más fondos –para pagar deudas, especialmente a tres grandes bancos norteamericanos- que los usados en la actividad industrial y comercial”. En efecto, la revisión efectuada por PricewaterhouseCoopers (PwC) revela que, en ese lapso, “el grupo absorbió casi € 14.200 millones, de los cuales 13.200 millones en financiamientos bancarios”.

Del segundo total, explica Bondi en un informe adjunto, “45,8%, o sea € 6.500 millones, se destinaron a cubrir intereses, punitorios y comisiones financieras”. Los bancos se quedaron con € 2.800 millones, más que lo asignado (2.500 millones) a tenedores de bonos. La actividad industrial recibió sólo 38% de la torna, es decir € 1.600 millones en inversiones y 3.800 millones “quemados” en compras de sociedades. Finalmente, la familia Tanzi y sus allegados se apoderaron de € 2.300 millones.

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