Aventis espera señales más claras del gobierno francés

Igor Landau, CEO de la farmoquímica francoalemana Aventis, se reunirá con Patrice Devedjian, nuevo ministro de Industria. Rompiendo precedentes, éste dijo que París debiera mantenerse neutral en la puja por el control de la empresa.

12 abril, 2004

El director gerente de la firma, donde tiene acciones el gobierno francés, pedirá al gabinete señales más claras. Hasta la derrota electoral de Jacques Chirac y su coalición, el gobierno se inclinaba ostensiblemente por la oferta hostil (€ 48.000 millones) de Sanofi-Synthélabo, una compañía francesa más chica que Aventis.

Meses después de esa oferta, el grupo suizo Novartis abrió tratativas con el directorio de Aventis, por una suma todavía en secreto. Hasta el desastre en los comicios, el gobierno se oponía rotundamente a esa propuesta, pese a gestiones de Novartis para inducirlo a la neutralidad. Ahora, parece haber optado por este temperamento.

“Tenemos la obligación de acatar las leyes locales y de la Unión Europea. Por ende –reiteró ayer Devedjian-, el estado deberá observar neutralidad en el asunto, más allá de opiniones personales”. Al respecto, Novartis había advertido que haría una “oferta no hostil completa” recién cuando el gobierno dejase de apoyar a Sanofi.

Aventis y los suizos insisten en que el todavía primer ministro Jean-Pierre Raffarin o el de Hacienda, Nicolas Sarkozy, declaren que el gobierno ya no tiene intenciones “nacionalistas”. Landau verá a Sarkozy luego de conversar con Devedjian. A su vez, éste se manifestó dispuesto a hablar con Daniela Vasella, CEO de Novartis. Medios de la industria estiman que el tiempo juega en favor de los suizos, porque la posición política de Raffarin es cada día más endeble.

El director gerente de la firma, donde tiene acciones el gobierno francés, pedirá al gabinete señales más claras. Hasta la derrota electoral de Jacques Chirac y su coalición, el gobierno se inclinaba ostensiblemente por la oferta hostil (€ 48.000 millones) de Sanofi-Synthélabo, una compañía francesa más chica que Aventis.

Meses después de esa oferta, el grupo suizo Novartis abrió tratativas con el directorio de Aventis, por una suma todavía en secreto. Hasta el desastre en los comicios, el gobierno se oponía rotundamente a esa propuesta, pese a gestiones de Novartis para inducirlo a la neutralidad. Ahora, parece haber optado por este temperamento.

“Tenemos la obligación de acatar las leyes locales y de la Unión Europea. Por ende –reiteró ayer Devedjian-, el estado deberá observar neutralidad en el asunto, más allá de opiniones personales”. Al respecto, Novartis había advertido que haría una “oferta no hostil completa” recién cuando el gobierno dejase de apoyar a Sanofi.

Aventis y los suizos insisten en que el todavía primer ministro Jean-Pierre Raffarin o el de Hacienda, Nicolas Sarkozy, declaren que el gobierno ya no tiene intenciones “nacionalistas”. Landau verá a Sarkozy luego de conversar con Devedjian. A su vez, éste se manifestó dispuesto a hablar con Daniela Vasella, CEO de Novartis. Medios de la industria estiman que el tiempo juega en favor de los suizos, porque la posición política de Raffarin es cada día más endeble.

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