Automotrices marchan a Washington en pos de auxilio urgente
Los tres jefes de Detroit fueron al Capitolio para pedir más ayuda ante sombrías perspectivas industriales. No por casualidad, General Motors y Ford Motor revelar pésimas cifras del tercer trimestre, cortes de producción y poda de personal.
7 noviembre, 2008
Cada una de esas firmas ha perdido en julio-septiembre más de US$ 2.000 millones, excluyendo depreciaciones, liquidaciones y otros cargos. Por supuesto, Detroit no podía apelar al saliente George W. Bush, reticente a todo no sea banqueros y Wall Street. Tampoco a Barack Obama –un aliado potencial-, que recién está armando equipos y recién asume el poder el 21 de enero.
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Por eso, las instancias apropiadas eran dos demócratas, Nancy Pelosi (conduce la cámara baja) y Henry Reid, que dirige la mayoría en el senado. La reunión, entonces, se centró en una solicitud de GM, Ford y Chrysler (Cerberus Capital Management) para agregar otros US$ 25.000 millones el paquete de auxilio a compañías cuya caja se drena debido a la peor contracción de ventas en quince años. </p>
<p>Los US$ 25.000 millones originales serán canalizados por el departamento federal de energía y combustibles. Su fin es asistir en el desarrollo de vehículos de combustión más limpia o eficiente. En las conversaciones participaban Richard Wagoner (GM, único proveniente del sector), Alan Mullaly (FM, ex Boeing), Roberto Nardelli (CCM, ex Home Depot) y Ronald Gettelfinger (United Auto Workers). </p>
<p>Más tarde, el diputado John Dingell (demócrata, Michigan) calificó la reunión de muy productiva, pero no dio detalles ni arriesgo fechas para el paquete adicional. Pelosi señaló que se habían analizado “modos de proteger miles de trabajadores y jubilados, atender los intereses del contribuyente –algo que los rescates de Henry Paulson omiten- y promover tecnologías de punta”. Pero no quiso aclarar si el paquete se debatirá en al reconvenirse el congreso, el día 17. </p>
<p>Gregory Martin (GM) dio menos vueltas y subrayó “el veloz deterioro de liquidez. Planteamos actuar estrechamente con Pelosi y Reid para asegurar en lo inmediato fondos que mantengan en operaciones la industria y pongan en marcha la reconversión”. </p>
<p>Las pérdidas del III trimestre en GM y Ford se añaden a un primer semestre deplorable, en cuyo curso el rojo de la primera fue US$ 18.800 millones y 8.600 millones el de la segunda. “<em>Nunca he visto cosa así</em>”, señala David Healy, recién retirado luego de cuarenta analizando la actividad. <em>“Pero, si las compañías obtienen lo que piden, tendrán posibilidades aceptables de sobrevivir</em>”. </p>
<p>Las tres empresas han estado achicándose a todo trapo, buscando compensar la erosión de su presencia en EE.UU.-Canadá. En conjunto, despidieron más de 100.000 trabajadores (Pelosi les preguntó si también eliminan ejecutivos) y cerraron docenas de plantas desde 2006. Para nada pudieron hacer contra el derrumbe de ventas este año: 14,6% entre septiembre y octubre. Ese mismo mes, las ventas totales desde noviembre de 2007 caían 31,9% en el sector, pero 45,1% en GM, 30,2% en Ford y 34,9% en Chrysler. Algunos expertos temen que GM deje de pagar facturas o salarios el primer trimestre de 2009. </p>