Aeroespacio y defensa, dilemas de crecimiento
Sin dura alguna, la industria aeroespacial y militar atraviesa cambios drásticos en el plano mundial. En defensa, una serie de reveses obliga a muchas empresas a contemplar mudanzas hacia mercados adyacentes. Sobre aeroespacio, una actividad en expansión, los proveedores están consolidando posiciones con fabricantes de infraestructura.
<p>El mejor consejo es, en ese plano, fijarse bien antes de dar un salto. En lo tocante a defensa, el dilema es claro: encontrar oportunidades de crecimiento. Posiblemente, amplios segmentos de la base industrial pueden desaparecer, por imperio de desplazamientos en gastos para investigación o desarrollo, nuevas capacidades en servicios y menos apoyo a viejas plataformas y sistemas. En lo militar, las inversiones norteamericanas en compras, investigación y desarrollo tienden a declinar de US$.<br />
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253.000 millones en 2008 a una modesta proyección de US$ 125.000 millones hacia 2016.<br />
Con retrasos en continuo deterioro, la desinversión en I&D amenaza crear un agujero en la base industrial. A su vez, se esfuman capacidades esenciales para desenvolver tecnologías innovadoras y, por tanto, construir ulteriores sistemas de armas. Dado que la base industrial defensiva sopesa las implicaciones de esos cambios, tres capacidades serán necesarias para establecer ventajas esenciales.<br />
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En primer lugar, el énfasis del Pentágono en accesibilidad de desarrollar y adquirir sistemas ha atraído un influjo de jugadores no convencionales. Éstos ofrecen vehículos terrestres, barcos, aviones no tripulados y oros rubros. Sin duda, siempre habrá “necesidad de innovaciones exquisitas”. Pero no en cantidad suficiente para sustentar a corto plazo a los tradicionales constructores y sus proveedores. <br />
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Quienes deseen competir en el presente clima de negocios han de enfocarse en mejorar el acceso y mantener costos saludables. Al mismo tiempo, deben planear a largo plazo observando las duras realidades a cinco o diez años vista.<br />
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En segundo término, durante los próximos años, los mercados militares ofrecerán menos probabilidades de expansión. Ya muchas compañías evalúan mercados adyacentes, sean comerciales, sean gubernamentales. Pero esas nuevas oportunidades muestran distintas ocasiones de compra, otras exigencias reguladoras, ciclos de venta y expectativas entre clientes. Todo ello requiere nuevos modelos operativos e implica cambios en el papel de las compañías.<br />
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En tercer lugar, será preciso planear la expansión a otros mercados. Ello involucra estrategias diversificadoras capaces de generar confianza en la habilidad de crear rentabilidad sin aumentar complejidad.</p>
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