Adams abandonó su producción local

La compañía norteamericana, encargada de la fabricación de los caramelos Halls, anunció que seguirá con la comercialización de sus productos pero importándolos de sus plantas en el exterior.

1 diciembre, 2000

Adams, la marca norteamericana famosa en la argentina por sus chicles y por los caramelos Halls, bajó las persianas de su fábrica en la ciudad bonaerense de Escobar, finalizando de esta manera sus operaciones de producción en el país, informó hoy (viernes 30) el diario La Nación.

130 empleados quedaron sin trabajo a raíz de la decisión de la empresa, que sin embargo aclaró que seguirá importando y comercializando sus golosinas, probablemente desde las plantas que posee en México y Colombia.

A pesar de que los directivos de Adams evitaron hacer cualquier declaración al respecto, los analistas del sector consideran que la medida responde más al desarrollo de plantas de mayor complejidad tecnológica en otros países –desarrollo que abarataría costos, naturalmente- que a cuestiones vinculadas a la recesión o al aumento de los costos de producción en la Argentina.

Según trascendió, la firma tiene decidido indemnizar a los 130 empleados cesanteados con un plus extra de 30% que se sumará a lo que estipula la ley, mientras que otros 250 seguirán trabajando en la empresa.

Adams importa en la actualidad las marcas Bubaloo, Chiclets y Dentyne, que se fabrican en México y Colombia, y hace cuatro años inició un proceso para discontinuar la producción de los tradicionales chicles Adams, que se fabricaban en la Argentina.

Adams; cuya facturación en el país registró este año una caída de 2,9% con respecto al año anterior, es una de las empresas más conocidas del sector de golosinas en todo el mundo.

En el mercado argentino de chicles aparecía tercera hasta el año pasado, controlando 24%, y detrás de Cadbury, que posee 35% del market share, y de Arcor, con 32%.

Adams, la marca norteamericana famosa en la argentina por sus chicles y por los caramelos Halls, bajó las persianas de su fábrica en la ciudad bonaerense de Escobar, finalizando de esta manera sus operaciones de producción en el país, informó hoy (viernes 30) el diario La Nación.

130 empleados quedaron sin trabajo a raíz de la decisión de la empresa, que sin embargo aclaró que seguirá importando y comercializando sus golosinas, probablemente desde las plantas que posee en México y Colombia.

A pesar de que los directivos de Adams evitaron hacer cualquier declaración al respecto, los analistas del sector consideran que la medida responde más al desarrollo de plantas de mayor complejidad tecnológica en otros países –desarrollo que abarataría costos, naturalmente- que a cuestiones vinculadas a la recesión o al aumento de los costos de producción en la Argentina.

Según trascendió, la firma tiene decidido indemnizar a los 130 empleados cesanteados con un plus extra de 30% que se sumará a lo que estipula la ley, mientras que otros 250 seguirán trabajando en la empresa.

Adams importa en la actualidad las marcas Bubaloo, Chiclets y Dentyne, que se fabrican en México y Colombia, y hace cuatro años inició un proceso para discontinuar la producción de los tradicionales chicles Adams, que se fabricaban en la Argentina.

Adams; cuya facturación en el país registró este año una caída de 2,9% con respecto al año anterior, es una de las empresas más conocidas del sector de golosinas en todo el mundo.

En el mercado argentino de chicles aparecía tercera hasta el año pasado, controlando 24%, y detrás de Cadbury, que posee 35% del market share, y de Arcor, con 32%.

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