Acuerdo entre Coca Cola y P&G

Crearán un nuevo gigante de las bebidas nutritivas y los aperitivos. La número uno del mundo en el sector de las gaseosas busca evitar el crecimiento de su principal competidora, Pepsi, que ya es dueña de Gatorade.

22 febrero, 2001

(EFE).- Las multinacionales Coca-Cola y Procter & Gamble (P&G) anunciaron ayer (miércoles 21), la formación de una nueva gran empresa conjunta especializada en aperitivos y bebidas nutritivas, que esperan, alcanzará un record de ventas anuales cercano a US$ 4.200 millones.

La nueva compañía, cuyo nombre todavía no se conoce, unificará a 40 de las principales marcas de ambos grupos, incluidos los conocidos Pringles y Sunny de P&G y las bebidas Minute y Fruitopia de Coca-Cola, y contará, por ahora, con unos 6.000 trabajadores, así como con nuevas instalaciones en todo el mundo.

La flamante empresa tendrá como objetivo desarrollar nuevos productos en el sector de los aperitivos y jugos a nivel mundial, y combinará los enormes canales de distribución internacional que posee Coca-Cola con las capacidades de investigación de mercado y desarrollo de P&G.

Procter & Gamble es una multinacional “gigante” de productos generales de consumo y está especializada, entre otros, en artículos de limpieza, cosméticos e higiene personal.

Las dos corporaciones, con problemas en los últimos meses en los sectores de bebidas y aperitivos, declinaron especificar las inversiones directas que realizarán en el nuevo proyecto, aunque explicaron que esperan generar un ahorro de costos de US$ 200 millones para 2005.

Estimaron que para dentro de dos años sus expectativas son que la nueva empresa logre un aumento de la facturación de hasta US$ 5.000 millones anuales, al mejorar la posición de muchos productos y por la generación de marcas nuevas y atractivas para el mercado.

Según las condiciones del acuerdo, Coca-Cola y P&G serán propietarias en partes iguales de la nueva empresa conjunta, que contará con su propio Consejo de Administración formado por dos grupos ejecutivos de ambas multinacionales.

La dirección operativa de la empresa estará a cargo de un consejero delegado, puesto para el que se eligió a Don Short, un veterano de Coca-Cola con más de 24 años en la compañía.

La noticia fue recibida por Wall Street de forma dispar y a medio día las acciones de Coca-Cola bajaba US$ 3,57 (6,11%) hasta los US$ 54,90, mientras que las de P&G subían US$ 1,12 (1,48%) hasta los US$ 76,83.

“El acuerdo tiene un importante potencial desde el punto de vista de la distribución”, consideró Tim Schofield, gerente del fondo de inversiones Riyal & Sun Alliance, con acciones de las dos empresas.

Agregó que, probablemente, el producto más beneficiado serán las patatas fritas Pringles, que con este acuerdo podrán aumentar significativamente su distribución en máquinas y restaurantes, con lo que se espera que sus ingresos se dupliquen hasta los US$ 120 millones anuales.

En una entrevista con CNN, Douglas Daft, presidente de Coca-Cola, afirmó que la nueva empresa nace con la meta de convertirse en un líder en la innovación de nuevos aperitivos y bebidas nutritivas: “juntos, nuestra fortaleza será mucho mayor”, agregó.

El anuncio del acuerdo coincide con un momento especialmente difícil en las operaciones de aperitivos y bebidas de Procter & Gamble, que durante la segunda mitad del año pasado sufrió en este sector un descenso de los ingresos de 12%, frente a los obtenidos en el mismo período del año anterior.

Los beneficios de esta división de productos, que llegaron durante los seis últimos meses de 2000 a US$ 2.300 millones, descendieron también 18% respecto a los mismos meses de 1999.

Coca-Cola fracasó recientemente en su intento de adquirir el fabricante de bebidas alternativas South Beach Beverage, así como en la compra de la firma Quaker Oats, que cuenta entre sus productos con uno de los líderes de las bebidas deportivas: Gatorade.

El principal competidor de Coca-Cola, Pepsi, logró, sin embargo, cerrar la compra de ambas empresas, por lo que los analistas consideran que esta muy bien posicionada para sacar provecho del mercado de bebidas sin gas, últimamente el de mayor crecimiento del sector.

Coca-Cola es propietaria de la bebida refrescante “número uno” en el mundo y cuenta, además, con otros 230 productos distribuidos en 200 países diferentes, mientras que P&G tiene más de 300 marcas, que vende a cerca de 5.000 millones de consumidores de los cinco continentes.

(EFE).- Las multinacionales Coca-Cola y Procter & Gamble (P&G) anunciaron ayer (miércoles 21), la formación de una nueva gran empresa conjunta especializada en aperitivos y bebidas nutritivas, que esperan, alcanzará un record de ventas anuales cercano a US$ 4.200 millones.

La nueva compañía, cuyo nombre todavía no se conoce, unificará a 40 de las principales marcas de ambos grupos, incluidos los conocidos Pringles y Sunny de P&G y las bebidas Minute y Fruitopia de Coca-Cola, y contará, por ahora, con unos 6.000 trabajadores, así como con nuevas instalaciones en todo el mundo.

La flamante empresa tendrá como objetivo desarrollar nuevos productos en el sector de los aperitivos y jugos a nivel mundial, y combinará los enormes canales de distribución internacional que posee Coca-Cola con las capacidades de investigación de mercado y desarrollo de P&G.

Procter & Gamble es una multinacional “gigante” de productos generales de consumo y está especializada, entre otros, en artículos de limpieza, cosméticos e higiene personal.

Las dos corporaciones, con problemas en los últimos meses en los sectores de bebidas y aperitivos, declinaron especificar las inversiones directas que realizarán en el nuevo proyecto, aunque explicaron que esperan generar un ahorro de costos de US$ 200 millones para 2005.

Estimaron que para dentro de dos años sus expectativas son que la nueva empresa logre un aumento de la facturación de hasta US$ 5.000 millones anuales, al mejorar la posición de muchos productos y por la generación de marcas nuevas y atractivas para el mercado.

Según las condiciones del acuerdo, Coca-Cola y P&G serán propietarias en partes iguales de la nueva empresa conjunta, que contará con su propio Consejo de Administración formado por dos grupos ejecutivos de ambas multinacionales.

La dirección operativa de la empresa estará a cargo de un consejero delegado, puesto para el que se eligió a Don Short, un veterano de Coca-Cola con más de 24 años en la compañía.

La noticia fue recibida por Wall Street de forma dispar y a medio día las acciones de Coca-Cola bajaba US$ 3,57 (6,11%) hasta los US$ 54,90, mientras que las de P&G subían US$ 1,12 (1,48%) hasta los US$ 76,83.

“El acuerdo tiene un importante potencial desde el punto de vista de la distribución”, consideró Tim Schofield, gerente del fondo de inversiones Riyal & Sun Alliance, con acciones de las dos empresas.

Agregó que, probablemente, el producto más beneficiado serán las patatas fritas Pringles, que con este acuerdo podrán aumentar significativamente su distribución en máquinas y restaurantes, con lo que se espera que sus ingresos se dupliquen hasta los US$ 120 millones anuales.

En una entrevista con CNN, Douglas Daft, presidente de Coca-Cola, afirmó que la nueva empresa nace con la meta de convertirse en un líder en la innovación de nuevos aperitivos y bebidas nutritivas: “juntos, nuestra fortaleza será mucho mayor”, agregó.

El anuncio del acuerdo coincide con un momento especialmente difícil en las operaciones de aperitivos y bebidas de Procter & Gamble, que durante la segunda mitad del año pasado sufrió en este sector un descenso de los ingresos de 12%, frente a los obtenidos en el mismo período del año anterior.

Los beneficios de esta división de productos, que llegaron durante los seis últimos meses de 2000 a US$ 2.300 millones, descendieron también 18% respecto a los mismos meses de 1999.

Coca-Cola fracasó recientemente en su intento de adquirir el fabricante de bebidas alternativas South Beach Beverage, así como en la compra de la firma Quaker Oats, que cuenta entre sus productos con uno de los líderes de las bebidas deportivas: Gatorade.

El principal competidor de Coca-Cola, Pepsi, logró, sin embargo, cerrar la compra de ambas empresas, por lo que los analistas consideran que esta muy bien posicionada para sacar provecho del mercado de bebidas sin gas, últimamente el de mayor crecimiento del sector.

Coca-Cola es propietaria de la bebida refrescante “número uno” en el mundo y cuenta, además, con otros 230 productos distribuidos en 200 países diferentes, mientras que P&G tiene más de 300 marcas, que vende a cerca de 5.000 millones de consumidores de los cinco continentes.

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