Zaffaroni juró como juez de la Corte Suprema

El penalista asumió formalmente como miembro de la Corte Suprema de Justicia, luego de que el presidente del cuerpo, Carlos Fayt, le tomara juramento en una ceremonia en la que el flamante ministro fue ovacionado por el público presente.

31 octubre, 2003

El acto se llevó a cabo en la Sala de Audiencias de la Corte
-en el cuarto piso del Palacio de Tribunales- donde Zaffaroni fue
recibido por los ministros Juan Carlos Maqueda y Antonio
Boggiano.

Por diversos motivos faltaron a la cita, en cambio, el
suspendido Eduardo Moliné O´Connor, el renunciante Guillermo
López, Enrique Petracchi y Augusto Belluscio.

Vestido con un traje gris oscuro y una corbata negra, Zaffaroni
juró por “Dios y por la Patria sobre estos Santos Evangelios
administrar Justicia bien y legalmente”.

El penalista que fue propuesto por el Gobierno de Néstor
Kirchner llegó a la Corte para remplazar al renunciante Julio
Nazareno luego de un proceso de selección que duró cerca de cinco
meses.

En el acto estuvieron cerca de 400 personas, entre familiares,
amigos, funcionarios del Gobierno, integrantes del Poder Judicial,
abogados y curiosos que aplaudieron de pie y ovacionaron al
flamante ministro alrededor de dos minutos seguidos, cuando juró y
estampó su firma en el libro de protocolo de la Corte.

Entre los presentes se destacaron el viceministro de Justicia,
Abel Fleytas; los jefes de las Fuerzas Armadas; el procurador
general de la Nación, Nicolás Becerra; el defensor general de la
Nación; Miguel Angel Romero; el ombudsman nacional Eduardo
Mondino; y el ex presidente de la Corte José Severo Caballero.

En una conferencia de prensa realizada luego de la ceremonia,
Zaffaroni se refirió a los cambios que producirá su llegada en la
Corte Suprema y dijo que toda nueva incorporación produce
“influencias sobre la jurisprudencia”, porque “cada nuevo
integrante llega con su criterio”.

En esta línea, Zaffaroni se opuso a la posibilidad de que pueda
modificarse nuevamente el número de integrantes de la Corte y
propuso la posibilidad de que pueda realizarse una “reforma
constitucional” para que el cuerpo actúe como “un tribunal de
control centralizado”.

Además, Zaffaroni desechó la posibilidad de que pueda llegar a
presidir la Corte en el corto plazo -en breve ser realizará una
renovación de autoridades-, ya que quien ocupe ese cargo “debe
tener algún tiempo” desempeñándose en el cuerpo para tener un
“conocimiento sobre su funcionamiento”.

La llegada de Zaffaroni a la Corte se produce en un momento de
fuertes cambios en el alto Tribunal, debido al impulso político
del presidente Kirchner.

El jurista es el primero de los postulados por la nueva gestión
que llega al máximo tribunal como parte de una acción política
tendiente a “renovar la Corte” y la vacante que ocupa es la que
dejó libre tras su renuncia a mitad de año el cuestionado Julio
Nazareno.

El acto se llevó a cabo en la Sala de Audiencias de la Corte
-en el cuarto piso del Palacio de Tribunales- donde Zaffaroni fue
recibido por los ministros Juan Carlos Maqueda y Antonio
Boggiano.

Por diversos motivos faltaron a la cita, en cambio, el
suspendido Eduardo Moliné O´Connor, el renunciante Guillermo
López, Enrique Petracchi y Augusto Belluscio.

Vestido con un traje gris oscuro y una corbata negra, Zaffaroni
juró por “Dios y por la Patria sobre estos Santos Evangelios
administrar Justicia bien y legalmente”.

El penalista que fue propuesto por el Gobierno de Néstor
Kirchner llegó a la Corte para remplazar al renunciante Julio
Nazareno luego de un proceso de selección que duró cerca de cinco
meses.

En el acto estuvieron cerca de 400 personas, entre familiares,
amigos, funcionarios del Gobierno, integrantes del Poder Judicial,
abogados y curiosos que aplaudieron de pie y ovacionaron al
flamante ministro alrededor de dos minutos seguidos, cuando juró y
estampó su firma en el libro de protocolo de la Corte.

Entre los presentes se destacaron el viceministro de Justicia,
Abel Fleytas; los jefes de las Fuerzas Armadas; el procurador
general de la Nación, Nicolás Becerra; el defensor general de la
Nación; Miguel Angel Romero; el ombudsman nacional Eduardo
Mondino; y el ex presidente de la Corte José Severo Caballero.

En una conferencia de prensa realizada luego de la ceremonia,
Zaffaroni se refirió a los cambios que producirá su llegada en la
Corte Suprema y dijo que toda nueva incorporación produce
“influencias sobre la jurisprudencia”, porque “cada nuevo
integrante llega con su criterio”.

En esta línea, Zaffaroni se opuso a la posibilidad de que pueda
modificarse nuevamente el número de integrantes de la Corte y
propuso la posibilidad de que pueda realizarse una “reforma
constitucional” para que el cuerpo actúe como “un tribunal de
control centralizado”.

Además, Zaffaroni desechó la posibilidad de que pueda llegar a
presidir la Corte en el corto plazo -en breve ser realizará una
renovación de autoridades-, ya que quien ocupe ese cargo “debe
tener algún tiempo” desempeñándose en el cuerpo para tener un
“conocimiento sobre su funcionamiento”.

La llegada de Zaffaroni a la Corte se produce en un momento de
fuertes cambios en el alto Tribunal, debido al impulso político
del presidente Kirchner.

El jurista es el primero de los postulados por la nueva gestión
que llega al máximo tribunal como parte de una acción política
tendiente a “renovar la Corte” y la vacante que ocupa es la que
dejó libre tras su renuncia a mitad de año el cuestionado Julio
Nazareno.

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