Ya en el llano, como le pasó a Ménem, procesan a Berlusconi

El juez milanés Fabio Papparella le dictó proceso por corrupción al ex primer ministro. Lo acusa de sobornar un testigo calificado, para que declarase en su favor ante los tribunales en 1997 y 1998.

31 octubre, 2006

Precisamente gracias a ese testimonio, el luego jefe de gobierno salió absuelto por falta de pruebas. Más tarde, otras causas quedaron suspendidas, pues el parlamento –manejado por Forza Italia y aliados neofascistas- le concedió inmunidad temporaria, mientras estuviese en el cargo que perdió meses atrás.

La fiscalía milanesa elevó al magistrado una acusación en regla contra el magnate de medios. Concretamente, lo sindica por haber comprado en US$ 600.000 al abogado británico David Mills, que incurrió en falso testimonio para sacar de aprietos a Berlusconi. Por entonces, el pintoresco personaje – Carlos S.Ménem lo tomó de modelo para su accidentada y turbia gestión presidencial- manejaba Fininvest, el holding luego rebautizado como Mediaset. Al igual que en el caso argentino, todo se hizo vía una densa red de testaferros, prestanombres, cuentas anónimas y jueces venales.

En esta oportunidad, la causa básica se llama “All Iberian”, pero hay una paralela, relacionada con coimas a la policía fiscal (guardia di finanze). Berlusconi y Mills, ex esposo de la entonces ministra británica de cultura, Teresa Jowell, serán llevados al banquillo a partir del 13 de marzo de 2007. Esta vez, empero, al estar convicto no podrá presentarse en elección alguna, aunqne podrá apelar una presunta condena, para no ir a la cárcel.

La fiscalía milanesa sostiene que Mills, como asesor financiero de Fininvest, y organizador de una red de sociedades fantasmas en refugios extraterritoriales, estaba al tanto de todo. Justamente por eso, Berlusconi lo sobornó para engañar a la justicia, algo bastante habitual en este abogado. La misión de Mills era, señala el expediente, “declarar en falso, negar los hechos o callarlos en parte y mentir”.

La primera comparencia de Mills ante los estrados data de 20 de noviembre de 1997. Eso ocurrió en una causa por sobornos a policías fiscales. El 12 de diciembre de 1998, se acusó a Berlusconi de financiar ilegalmente al partido Socialista (PS, Benito Craxi). Al mismo tiempo, apareció la contabilidad falsa de Finivest, armada mediante All Iberian, una sociedad fantasma con testaferros franquistas. En este caso, a Berlusconi lo salvó una “oportuna” reforma de la ley sobre fraudes, votada a todo trapo por la coalición de derechas.

Precisamente gracias a ese testimonio, el luego jefe de gobierno salió absuelto por falta de pruebas. Más tarde, otras causas quedaron suspendidas, pues el parlamento –manejado por Forza Italia y aliados neofascistas- le concedió inmunidad temporaria, mientras estuviese en el cargo que perdió meses atrás.

La fiscalía milanesa elevó al magistrado una acusación en regla contra el magnate de medios. Concretamente, lo sindica por haber comprado en US$ 600.000 al abogado británico David Mills, que incurrió en falso testimonio para sacar de aprietos a Berlusconi. Por entonces, el pintoresco personaje – Carlos S.Ménem lo tomó de modelo para su accidentada y turbia gestión presidencial- manejaba Fininvest, el holding luego rebautizado como Mediaset. Al igual que en el caso argentino, todo se hizo vía una densa red de testaferros, prestanombres, cuentas anónimas y jueces venales.

En esta oportunidad, la causa básica se llama “All Iberian”, pero hay una paralela, relacionada con coimas a la policía fiscal (guardia di finanze). Berlusconi y Mills, ex esposo de la entonces ministra británica de cultura, Teresa Jowell, serán llevados al banquillo a partir del 13 de marzo de 2007. Esta vez, empero, al estar convicto no podrá presentarse en elección alguna, aunqne podrá apelar una presunta condena, para no ir a la cárcel.

La fiscalía milanesa sostiene que Mills, como asesor financiero de Fininvest, y organizador de una red de sociedades fantasmas en refugios extraterritoriales, estaba al tanto de todo. Justamente por eso, Berlusconi lo sobornó para engañar a la justicia, algo bastante habitual en este abogado. La misión de Mills era, señala el expediente, “declarar en falso, negar los hechos o callarlos en parte y mentir”.

La primera comparencia de Mills ante los estrados data de 20 de noviembre de 1997. Eso ocurrió en una causa por sobornos a policías fiscales. El 12 de diciembre de 1998, se acusó a Berlusconi de financiar ilegalmente al partido Socialista (PS, Benito Craxi). Al mismo tiempo, apareció la contabilidad falsa de Finivest, armada mediante All Iberian, una sociedad fantasma con testaferros franquistas. En este caso, a Berlusconi lo salvó una “oportuna” reforma de la ley sobre fraudes, votada a todo trapo por la coalición de derechas.

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