<p>También desde Francia soplan aires helados sobre Grecia, la CE, el Banco Central Europeo y un rescate que no termina de cuajar. Para peor, Wolfgang Schäuble –titular de hacienda-, hasta ahora el alemán más “europeísta, salió aclarar que eso no lo convierte en “incondicional sostén de Atenas”.<br />
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Ambos ministros señalan que el programa de ayuda por € 45.000 millones “debiera tomar en cuenta el paquete de 30.000 millones previamente aprobados en Bruselas. El hecho es que ni la Unión Europea ni Berlín han adoptado decisiones al respecto”. Tampoco la Eurozona se mueve, por lo cual este lunes la moneda común cedía a US$ 1,32 en los mercados de oriente.<br />
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Otro factor en el aire es el crédito puente por € 13.500 millones pedido por Grecia para no entrar en cese de pagos, mientras aparece una serie de préstamos bilaterales por 30.000 millones. Los resultados de esta gestión “pueden ser positivos o negativos -apuntaba Westerwelle-, porque aquí no hay cheques en blanco”.<br />
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En París, la ministra de economía Christine Lagarde fue dura: “si en realidad hay cese de pagos, pisaremos el freno”, sentenció. Entretanto, todos miran hacia el Fondo Monetario Internacional, “autor intelectual” del esquema por € 30.000 millones. <br />
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Este fin de semana, de pronto, resurgieron dudas sobre el paquete de € 45.000 millones en esa instancia y la CE. Por de pronto, dirigentes de la coalición alemana de gobierno no descartan apelar a la corte suprema de su país, pues el auxilio a Grecia transgrede el pacto fiscal de Maastricht (1992), cosa que Alemania o Francia han hecho varias veces.<br />
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Ante ese riesgo, altos funcionarios estadounidenses y dirigentes italianos han abierto contactos con Atenas, Bruselas y Berlín. El problema es que Roma está envuelta en una fenomenal gresca que amenaza al gobierno de Silvio Berlusconi y su coalición de derecha. Nadie está de ánimo para ocuparse de la crisis griega.</p>
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¿Y si los alemanes le dicen que no al salvataje griego?
Romano Prodi, ex presidente de la Comisión Europea y ex premier de Italia, ve con temor la actitud de Guido Westerwelle, ministro germano de relaciones exteriores. Su país tiene derecho a bloquear Grecia, sostuvo el portavoz de Angela Merkel.