Los saldos negativos surgen de relaciones con países desarrollados y con países proveedores de energía (Bolivia, Emiratos Árabes, Rusia, Nigeria); y los superávits, del intercambio con países emergentes, cuyos criterios de exigencia comercial (cualitativos o cuantitativos) son menos altos y de menor dureza (América Latina, Asia o África).
Los datos de los resultados en 2014 son elocuentes: se obtiene un cómodo superávit con África (5.138 millones de dólares) y con América (5.217 millones de dólares), se mantiene un resultado favorable en el vínculo con Asia (1.160 millones) y se ha perdido el superávit con Europa, con quien se mantiene un déficit.
El análisis fue realizado en el informe DNI 110 por el director general de Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), Marcelo Elizondo, quien expuso las dificultades crecientes del comercio exterior argentino para mantener holgados superávits comerciales.
De hecho, mientras el superávit de la balanza comercial de mercancías había sumado 12.419 millones de dólares en 2012, descendió a 8.004 millones de dólares en 2013, y bajó aún más, a 6.686 millones de dólares, en 2014.
Así, el superávit de 2014 fue de sólo el 53% del número alcanzado dos años antes (o, lo que es lo mismo, alrededor de 47% más bajo).
El superávit comercial argentino es altamente relevante para mantener equilibrios macroeconómicos el país porque, ante la dificultad de acceder a divisas por inversión extranjera o en el sistema financiero, los dólares comerciales resultan los de menos complicada consecución.
Sin embargo, los superávits totales anuales son un resultado que (obviamente) surge de relaciones bilaterales con todos los países del mundo, que arrojan resultados muy diversos, favorables y desfavorables, según el caso (resultados bilaterales parciales que se condensan en el saldo final).
Seguidamente se da cuenta de los resultados en las relaciones comerciales bilaterales más relevantes.
De dónde vienen los dólares argentinos
Respecto de las relaciones comerciales bilaterales que conceden saldos netos que permiten a Argentina la obtención de dólares, en el último ejercicio anual (2014) fue Chile el mercado desde el cual Argentina obtuvo más dólares comerciales.
La relación bilateral arrojó un superávit para Argentina de 2.187 millones de dólares, un resultado que representa un tercio (32,7%) del superávit total obtenido por Argentina.
El segundo mejor resultado fue obtenido en la relación con Venezuela, de donde se logró en 2014 un superávit de 2.098 millones de dólares.
Chile y Venezuela son los únicos mercados desde los que se obtuvo un superávit bilateral mayor a 2.000 millones, y juntos permitieron un acceso a dólares netos que representan casi dos tercios (64%) del superávit total obtenido -con todos los países del mundo.
Esto es: la relación comercial con los dos mercados (a los que se les exporta mucho más que lo que se importa desde ellos) de la región es estratégicamente relevante para la estabilidad cambiaria argentina.
El tercer mercado en arrojar un superávit bilateral más importante ya no es de la región, sino que es Argelia (1.654 millones). Y luego le siguen en relevancia Vietnam (1.439 millones), la India (1.221 millones), Uruguay (1.176 millones) y Canadá (1.176 millones).
Hay un patrón o parámetro que identifica a los mercados con los que se obtiene superávits considerables: son en su mayoría países emergentes (no hay en el listado de mercados que generan superávits mayores a los 1.000 millones de dólares países desarrollados salvo el caso excepcional de Canadá), de tamaño medio (no se encuentra en el conjunto a países que exijan gran escala o volumen para el abastecimiento), y los hay mayormente de Sudamérica, Asia y el Magreb.
Más allá del dato cerrado del último ejercicio anual, y analizando la tendencia a la baja del superávit comercial en los últimos años, una advertencia surge de comprender una de las razones de la caída del superávit comercial total argentino en 2014: muchos de estos países que son grandes “proveedores” de dólares arrojan resultados menos superavitarios en 2014 que en años anteriores.
Han caído los superávits bilaterales en diversos países. En algunos casos con números que muestran caídas relevantes, como los casos de Chile (nada menos que 1.866 millones menos en 2014 que en 2012), Canadá o Perú. Mermaron, por su parte, de manera menos significativa, los superávits en Venezuela y Uruguay.
Y otras relaciones bilaterales han mejorado el saldo para Argentina, como los casos de Vietnam o la India (estos casos no han permitido incrementar el superávit total -entre otros motivos- porque los países con los que se mantiene déficit -a los que más abajo en este trabajo se hace referencia- no han corregido mayormente ese resultado).
De todos modos, puede advertirse la relevancia del vínculo bilateral con algunos mercados a lo largo de los años, como el caso de Chile, país del cual han provenido en tres años (en números netos y sumando los superávits de los tres ejercicios) nada menos que 9.412 millones de dólares comerciales.
A la vez, desde Venezuela han provenido en tres años 6.588 millones de dólares. Otros mercados de alta provisión de dólares en el trienio han sido Argelia (4.820 millones en los últimos tres años), Canadá (4.213 millones en tres años) o Uruguay (4.058 millones de dólares en tres años).
En tres años, si se suman los dólares netos ingresados desde los países latinoamericanos registrados (Chile, Venezuela, Uruguay, Perú, Paraguay y Colombia) se suman 28.460 millones de dólares.
De todo ello surge la relevancia estratégica relativa del vínculo con algunos países (en términos de la contribución a la situación cambiaria argentina) como Chile, Venezuela o Uruguay.
Con algunos de estos mercados (tal los casos de Venezuela e Irán) se ha cultivado estrechas relaciones políticas.
Pero paradójicamente, con algunos otros de los países proveedores de dólares comerciales se ha mantenido en los últimos años controversias internacionales, como Uruguay (por ejemplo con el caso de discusión por las plantas pasteras, o por el dragado del canal Martín García, o con las restricciones al trasbordo en el puerto de Montevideo para la carga exportada), Chile (en el caso LAN, o en la re-discusión del tratado contra la doble imposición), los Países Bajos (como parte de la UE, denunciante contra Argentina en la OMC) o Canadá (también parte en el proceso en la OMC -proceso en el que también intervino, dando opiniones contrarias a la posición Argentina, Arabia Saudita-)
Las relaciones deficitarias
Por otro lado, hay vínculos bilaterales que generan déficits (se trata de relaciones con países que “absorben” dólares netos).
Algunos de estos países producen altos déficits. Son los casos de China (6.111 millones de dólares), EE.UU. (4.860 millones de dólares) y Alemania (1.916 millones de dólares) en 2014. Son tres de las cuatro principales economías del mundo.
En conjunto generan una salida neta de dólares (déficit) de 12.887 millones de dólares en un año.
El cuarto mayor déficit bilateral el 2014 en el mundo lo generó la relación con Bolivia (en virtud de las importaciones de gas), que arrojó un resultado desfavorable de 1.364 millones de dólares. El déficit bilateral con Bolivia se triplicó entre 2012 y 2014.
En esta lista debe destacarse el incremento en tres años del déficit con China (24% desde 2012 a 2014).
Se nota también cierta alza en el resultado negativo con EE.UU. (13%). Y, como se expuso antes, en términos porcentuales se destaca en tres años que el mayor crecimiento del déficit es el de la relación con Bolivia (195%) que fue, en 2014, 903 millones de dólares más alto que en 2012.
En el trienio, la relación con China absorbió 16.591 millones de dólares (una cifra cercana a la mitad del total de reservas internacionales en poder del BCRA).
Un caso de interés es el de Brasil, que de generar un déficit de 1.412 millones de dólares en 2012, pasó a uno mayor (1.721 millones) en 2013, y en 2014 se llegó a revertir la situación con un superávit para Argentina de 589 millones de dólares.