<p>Un puñado de cifras da la razón al Fondo. Además, este martes tal vez China advierta por tercera vez en una quincena sobre las consecuencias para los grandes tenedores de títulos norteamericanos. O sea ella misma, Japón, etc.<br />
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Según proyecciones del FMI y la propia tesorería estadounidense, al 31 de diciembre el débito de instituciones y personas habrá crecido 42,2% en un año y el fondo de seguridad social habrá ascendido casi 18%. En suma, el endeudamiento acumulará 15,48 billones contra un techo legal de 14,34 billones que vence el 2 de agosto.<br />
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Esa brecha potencial de US$ 1,14 billón asusta al Fondo, a Asia oriental y –aunque permanezca en silencio- a la Eurozona También al terminar 2011, los principales tenedores de deuda estadounidense titulizada serán China (7,5%, Japón (6,4%), Gran Bretaña (3,4%), Taiwán (1,9%), la OPEP (1,6%) y Brasil (1,3%).<br />
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Entretanto, el Tea party lanza una “propuesta patriótica” firmada, entre otros, por Newt Gingrich. El mismo que, en 1995, obligó a William Clinton a desechar una ambiciosa reforma de la salud pública. En esta ocasión unos cien diputados firman la iniciativa ultra (en dos sentidos) que consiste en un presupuesto base cero. Pero la idea arriesga una rebelión de cincuenta millones de jubilados contra la cámara baja.<br />
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Por otra parte Wall Street –al revés que Europa occidental- opta por un compás de espera y aún confía en un “miniacuerdo bipartidario”. Así reflejan el Dow Jones 30, el Nasdaq compuesto y el Standard & Poor’s. “El cese selectivo de pagos no llegará mañana ni el día 2 porque, en caso de no aprobarse el alza del techo deudor, Barack Obama y Timothy Geithner darán prioridad a los acreedores al usar las entradas diarias del fisco”. Eso supone Zachary Karabell, un analista muy influyente en el mercado bursátil.<br />
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Pero esta postura contiene ingredientes voluntaristas. “¿Por qué el gobierno demócrata arriesgaría su capital político, la clase media y los pasivos, para satisfacer a China, Japón y Wall Street?”. La pregunta proviene de una fuente inesperada: David Beers, de Standard & Poor’s. <br />
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Una apelación del FMI a Washington por la deuda
Mientras la polarización sigue trabando las negociaciones entre demócratas y republicanos, el Fondo Monetario Internacional formula un llamado urgente a Washington El ente teme que los cucos de turno, las calificadoras, degraden a Estados Unidos.