<p>Los asistentes llegaron a Bruselas con el propósito de poner los toques finales a un esquema alemán, un tratado pro control del déficit fiscal y confirmar los mecanismo de un fondo salvaestados (€ 500.000 millones) a establecer este año. En cuanto a Grecia, en reunión separada los ministros de hacienda de la Eurozona deben resolver un acuerdo entre ese país y los bonistas. Eso incluye un desagio superior al previsto (50%) sobre un capital nominal de € 200.000 millones.</p>
<p>Los esfuerzos para impedir que la Eurozona se divida entre partidarios de un blindaje para frenar la crisis y quienes desean dar un corte al “presente griego” (íronía de un funcionario holandés) pueden frustrar esta cumbre. “El hecho de que sigamos en 2012 discutiendo Grecia señala a las claras que el problema no ha sido encarado seriamente”, subrayaba el canciller británico George Osborne (que no viajó a Bruselas).</p>
<p>Justamente al iniciarse el cónclave, el Istat (órgano estadigráfico de la Unión Europea difundía proyecciones según las cuales el producto bruto de la zona se contraerá 0,5%. Similar horizonte muestra un sondeo de la agencia especializada Bloomberg.</p>
<p>En medio de todo, Nicolas Sarkozy insistía en la existencia de factores de estabilidad financiera en Francia. “La Eurozona no se halla ya al borde del abismo”, reiteró el lunes… tras anunciar medidas de austeridad en plena campaña electoral. A anochecer, circulaba en Bruselas un borrador de comunicado final, con el compromiso de elevar el fondo salvaestados. Pero no se dan cifras. <br />
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Un presente griego amenaza la cumbre europea
Este lunes se realizaba el primer plenario de la Unión Europea en el año. Pero nuevos signos de deterioro económico y trabas para definir la quita de deuda helena ponen en duda la suerte del encuentro celebrado por 27 jefes de Gobierno.