Un moderado optimismo en las expectativas y la confianza surge tras la resolución del conflicto con el campo

El congelamiento de la actividad económica, desde lo regional a lo metropolitano, junto con la suspensión de la cadena de pagos iniciada en el sector agropecuario en conflicto durante más de cuatro meses, es la secuela irreversible que dejan las derogadas retenciones móviles.
El Estado se queda sin los $ 4.000 millones netos que calculaba embolsar en el presente ejercicio y los exportadores que liquidaron por la resolución 125, desde marzo hasta ahora, reclaman la diferencia de arancel, entre 9 y 12 puntos, según cuándo hubieran declarado el embarque.
Desde donde se lo mida, el efecto del paro agropecuario y las negociaciones con el gobierno fue devastador, aunque también la inflación aportó su incidencia: 
* abeceb.com detectó una caída de anuncios públicos de inversión, entre las 205 empresas que sigue, de 43 que había en abril a 22 en junio. 
* 62,3% de los encuestados por la Cámara Argentina de Comercio manifestó haber reducido su nivel de ventas intermensual en junio en comparación con un año antes. Sólo 11,2% acusaron aumento. Respecto de mayo, más de la mitad acusaron retracción. 
* El índice de confianza del consumidor que elabora el Centro de Investigación y Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella muestra una caída del 19,3 % respecto del mismo mes del año pasado, con un acumulado del 21,4 % en lo que va del año.
Las encuestas realizadas entre el 1 y el 12 de julio empezaron a advertir una flexibilización en el estilo de gobierno de Cristina Kirchner, evidenciada al enviar al Congreso el proyecto de ley con el que pensaba convalidar la resolución que implantó las retenciones móviles.

El índice de confianza del consumidor de la Di Tella subió en ese lapso 2,2 % en relación al mes anterior, con la Capital Federal (6,9%) como bastión de esa recuperación, cuando había sido el que más retrocediera durante el año. El optimismo rural por el desenlace del tratamiento parlamentario se sintió en la mejora de las expectativas que hubo en el interior: 2,1 % y por último, en el conurbano, donde apenas fue 1,1 %.En tanto, el índice de expectativas económicas de la Universidad Católica con TNS Gallup paró su caída y asoman algunas señales positivas entre los encuestados: 28 % considera que habrá una mejoría, 36 % que se mantendrá y 24 % prevé un empeoramiento, aunque la tendencia de éstos últimos se va descomprimiendo entre un mes y el otro.Guido Sandleris, director del Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT, sostuvo que pese al repunte último "el índice continúa ubicándose en uno de los niveles más bajos de los últimos cinco años, aunque por primera vez desde enero del 2008, la confianza crece en todas las regiones del país". El académico señaló también que "en el último registro, los subíndices exhibieron un comportamiento disímil. Expectativas Macroeconómicas sigue recuperándose (5,0%), al igual que Situación Personal (2,8%). Este resultado obedece a los datos observados en Capital Federal, donde el factor que mide globalmente cómo percibe el público su situación individual actual se elevó 15,1% y el correspondiente a las perspectivas para la situación económica general prevista se incrementó 13,4%. Sin embargo, Durables e Inmuebles vuelve a descender (-2,2%), también impulsado por las respuestas en esta región".Quizá a modo de desmentida indirecta a las estadísticas del INdEC que expresan una mejora en la distribución del ingreso, la percepción que recoge el índice de confianza de la Universidad Torcuato Di Tella concluye que "la confianza de los consumidores más pobres se ha deteriorado en julio (-1,6%), mientras que la de los más ricos ha aumentado considerablemente (7,6%). Los estratos más pudientes se han mostrado más optimistas en cuanto a las expectativas para la situación macroeconómica futura (+14,5%). De esta manera, se acentúa la brecha existente del ICC entre los sectores socioeconómicos", según palabras de Sandleris.Curiosamente, en la encuesta de la UCA-Gallup, las esperanzas de mejora privaron en los segmentos de menor poder adquisitivo y nivel educativo.

ExpectativasCoincidente en cuanto al rebote del desplome de los indicadores en el tramo final del conflicto con el campo es el índice general de expectativas económicas que elaboran la Universidad Católica Argentina con TSN Gallup, ya que se mantuvo en el mismo nivel que el mes pasado, el más bajo de los últimos 3 años y 9 meses.Se ubicó en 93 puntos en junio, 0,2 % menos que en mayo y 11,5 % por debajo del año pasado. La identificación casi general del motivo del descenso es la crisis con el campo.La actitud conservadora hacia las compras es el síntoma más agudo que detecta la encuesta, al continuar en declive 6,6 % y reunir 16,6 % en un año.El dato es particularmente significativo por su incidencia en el consumo y la de éste en el crecimiento de la economía. Sin embargo, hay una mejora en la percepción futura respecto del mes anterior: 4,2 % positiva. Lo mismo, aunque más leve, puede decirse de la situación actual, que fue ponderada 0,4 % mejor que el mes pasado.Está repartida la opinión sobre la situación económica actual: 50 % la considera mala, 14 % buena y 34 % ni una cosa ni la otra. Las mujeres son algo más pesimistas que los hombres.Para UC-TNS Gallup, 45 % de los argentinos considera que hay pocos o muy pocos puestos de trabajo disponibles, contra 22 % que piensa que hay muchos o bastantes, con preeminencia de los hombres en la visión más benévola.En cuanto a la perspectiva de empleo que manifiestan para los próximos seis meses, algo menos de la mitad cree que se mantendrá y 18% piensa que aumentará.

También concuerda con los resultados de Di Tella la percepción conservadora en relación a las compras (54 % considera que es mal momento), con las mujeres como abanderadas de la retracción. No obstante, 57 % de los entrevistados no prevé perder ingresos en su hogar en la mitad final del año, aunque el resto se reparte por igual entre los optimistas y pesimistas.ComercioLa Cámara Argentina de Comercio mostró que a nivel regional, tanto en el interior como en el Gran Buenos Aires, la merma en la actividad comercial fue para el 61,6% y 61,7% de los casos, respectivamente", explica el informe de la CAC.Los rubros más afectados fueron materiales de construcción, artículos de ferretería, pinturas y productos de vidrio; reparación de artículos personales y domésticos; y flores, plantas, semillas y animales domésticos. En tanto, se habría mantenido la demanda de textiles, vestimenta, calzado y ropa de cuero; óptica, fotografía, relojería y joyería; y libros, revistas, diarios, artículos de librería, papel y cartón.Sin embargo, a caballo de la superación del conflicto entre el gobierno y agro, se afirmaron las expectativas favorables que los mercantiles ya comenzaban a vislumbrar en la última semana de junio, cuando ya la situación de la conflictiva resolución 125 había comenzado su tratamiento para la ratificación o desaprobación en las comisiones de Agricultura y Presupuesto del Congreso de la Nación. En ese momento, "el 38,4% de los comerciantes pronosticaba incrementos en el nivel de ventas para los próximos tres meses; mientras que el 26,7% espera poder mantenerlo estable y 34,9% preveía retroceso", es decir ya mostraba un saldo de respuesta positivo de 3,5% de los casos, explica el Observatorio de la CAC.La Capital Federal fue la región que evidenció mejores perspectivas, con 40,9% de comerciantes que prevén incrementar su nivel de ventas en el corto plazo. Para el Gran Buenos Aires y el Interior los porcentajes fueron de 38,0% y 37,3% de los establecimientos.

Inversiones
De los anuncios hechos por 205 empresas a medios periodísticos, se desprende que a diferencia del año anterior, los emprendimientos están más concentrados y son de más envergadura, al punto que ascendieron a US$ 11.590 millones, una cifra que representa un salto de US$ 3.640 millones, según la consultora abeceb.com.
"A partir de abril, con el agravamiento del conflicto agropecuario y la desaceleración de la economía se produjeron grandes caídas en la cantidad de anuncios. Los avisos pasaron de 43 en abril, al mínimo de 22 en junio. La baja también se revela en los montos", indica el informe.
Menciona el estudio que "del total de las inversiones anunciadas el 59,4% corresponden a nuevos proyectos (greenfiled), lo que representa una disminución del 5,1% en la participación de este segmento en el total, comparada con la del primer semestre de 2007".
Por su parte, las ampliaciones de plantas y capacidad instalada sumaron en 2008 anuncios por US$ 4.057 millones, es decir 35% del total y 5,6% correspondió a fusiones y adquisiciones de paquetes accionarios.
De todos los emprendimientos anunciados, 47,9% se dirige hacia el sector de servicios, erigiéndose como la actividad principal de aplicación de los fondos. El sector de la industria se ubica en segundo orden, con una participación del 27%, en tanto que hoteles y restaurantes y suministro de electricidad, gas y agua participan del 18,5% y 12,1%, respectivamente.
Asimismo, el informe de abeceb.com detectó que "las inversiones de capitales nacionales están a la cabeza del listado de los nuevos emprendimientos, con un monto cercano a US$ 3.174 millones (27,4% del total)".
A nivel provincial, en los primeros seis meses del año los anuncios se concentraron en emprendimientos a ejecutar en Buenos Aires, Chubut, Neuquén y Córdoba.
Mientras que en 2007 86,2% de los anuncios de inversión correspondieron a nuevos proyectos o ampliaciones, en 2008 esta participación se ubica en 94,4%, dejando un marginal del 5,6% de anuncios de fusiones y adquisiciones.