Un exceso de cumbres sin resultados concretos
Desde el fin de Bear Stearns y Lehman Brothers, hace cinco meses, hubo 21 reuniones frustrantes. Esta vez, sólo quedan dos cosas en claro: Alemania sigue escéptica sobre la apresurada ampliación de la Unión Europea (2005) y Suiza está en la lista negra.
2 marzo, 2009
<p>En lo tocante a la Confederación Helvética, el francés Nicolas Sarkozy no tuvo pelos en la lengua: “debe terminar junto con los demás paraísos fiscales”. No aclaró si incluía al más grande de la UE, Luxemburgo. Por las dudas, él y José Luis Rodríguez Zapatero –acaba de perder Galicia, viejo reducto del Partido Popular- reafirmaron que “la unidad europea no peligra”.</p>
<p>Pero el fracaso de la vigésimo primera cumbre señala lo contrario y da la razón a quienes temen crisis políticas locales fuera del “núcleo duro” de la UE. La canciller Angela Merkel puso el dedo en la llaga rechazando un “protoplan” de rescate para Europa oriental. En su versión extrema, la del húngaro Ferenc Gyurcsány -que discutió en magyar con Sarkozy-, prevé asistencia financiera directa e ingreso en masa a la Eurozona de nueve países (República Checa, Hungría, Eslovaquia, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Rumania y Bulgaria.</p>
<p>La cuestión no es fácil. Por ejemplo, Estonia está bajo la “protección” de su hermana étnica, Finlandia, en tanto los checos –acaudillados por Mirek Topolanek- no ven con simpatía al euro. En otro plano, Suecia tampoco ha adherido a la moneda común; peor, apoya la propuesta danesa de coordinar acciones con el bloque escandinavo. Éste abarca la próspera Noruega e Islandia, hoy en bancarrota, no integrantes de la UE (Suecia sí lo es).</p>
<p>Mientras casi nadie tomaba en serio las exhortaciones antiproteccionistas contenidas en el pálido documento final de Bruselas, un grupo “disidente” planteaba un plan que incluyese Ucrania, Moldavia y los países balcánicos todavía ajenos a la UE. Pero, como señalaban Rumania y Bulgaria, “¿qué haremos con Turquía, cuyo tamaño geopolítico es igual al de Ucrania?”.</p>
<p>La Eurozona tiene sus propios problemas. Su desempleo subió en diciembre a 8,2% (contra 7,6% en Estados Unidos) y la inflación cayó a 1,1% anual, un síntoma deflacionario. Entretanto, las agencias calificadoras –que han perdido prestigio por hacerse las distraídas en 2006/8- castigan a España, Portugal, Irlanda, Islandia, Lituania, Ucrania, Grecia, Letonia y Austria. Pero se cuidan de molestar a Gran Bretaña, que marcha al frente en materia de estatizar bancos. </p>
<p> </p>
<p> </p>
<p> </p>