Un delegado de Shannon arribó al país para hacer un relevamiento crítico de la economía

El funcionario del Tesoro norteamericano llegó en medio de la controversia diplomática por el caso de la valija, se entrevistó con Ceos de multinacionales y hará un informe crítico que puede tensar aún más las relaciones.

18 diciembre, 2007

En el medio de la tensión del gobierno argentino hacia su par norteamericano
por el caso de la valija con los US$ 800.000 incautada en el aeroparque Jorge
Newbery al empresario venezolano-norteamericano Antonini Wilson, visita el país
el delegado del Tesoro para América Latina de Estados Unidos, William Block.

El economista enviado por Washington no pudo tomar contacto con el ministro
de Economía, Martín Lousteau, ni con el presidente del Banco Central,
Martín Redrado, debido a la sensibilidad diplomática creada hacia
EE.UU. a partir de la investigación de la justicia de Miami por el origen
de los fondos descubiertos por personal aduanero en agosto pasado.

Desde la Casa Rosada instruyeron a los funcionarios locales para que evitaran
el contacto con Block, a sabiendas de que Washington le “marcó la
cancha” a la nueva gestión de los Kirchner apenas iniciada.

El funcionario del Departamento del Tesoro aprovecha, en consecuencia, su estadía
para mantener reuniones con empresarios y economistas que no comulgan con el
gobierno nacional porque consideran que aplica prácticas que van en contra
de las leyes de mercado.

La agenda fue armada en la embajada norteamericana, a solicitud de la dependencia
oficial de la administración de George Bush, e incluye a los CEO de las
multinacionales de origen estadounidense radicadas en el país.

La misión del enviado consiste en elaborar un informe luego de la recorrida,
que se teme será crítico como consecuencia del perfil de sus entrevistados.

Se cree que el memorando será crítico y que su efecto en las
relaciones bilaterales, ya dañadas, no será para nada beneficioso.

En tal sentido, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, advirtió
que “si Estados Unidos quiere preservar la relación con la Argentina,
que haga lo necesario para que la Argentina pueda investigar realmente”
el tema del dinero que Wilson intentó ingresar ilegalmente a Buenos Aires
el pasado 4 de agosto.

Afirmó que si Estados Unidos “quiere ayudar” con el caso,
“que extradite a Antonini Wilson” y señaló además
que el FBI no está investigando “lo mismo que la Argentina”,
y aseguró que el venezolano “pasó de imputado a víctima”.

Destacó que en Estados Unidos se estudia la presencia de “supuestos
agentes” de otros gobiernos dentro de su territorio.
“Ellos investigan la presencia de supuestos agentes, entre comillas”,
aclaró.

Según deslindó, Wilson dejó de ser “un acusado”
para convertirse en un “testigo protegido” por Estados Unidos, por
lo cual consideró que “nunca será extraditado” a la
Argentina.

Inteligencia inepta

En el gobierno nacional hay extrema preocupación no sólo por las
derivaciones del escándalo de la valija de Antonini Wilson, sino por
la falta de reflejos que mostraron los funcionarios responsables acerca del
episodio que se venía.

Es obvio que hay pases de facturas que alcanzan a la Cancillería, pero
fundamentalmente a los agentes de inteligencia que se desempeñan en Estados
Unidos, quienes no alertaron al gobierno sobre la presentación del fiscal
y la acusación que haría la administración norteamericana.

La prensa internacional reflejó los últimos acontecimientos en
torno de las derivaciones de la investigación norteamericana.

Por ejemplo, la agencia británica Reuters narra que “un fiscal
estadounidense dijo el lunes que el empresario venezolano que intentó
entrar a Buenos Aires una maleta con dinero sin declarar recibió una
oferta de US$ 2 millones para mantener silencio sobre el caso, que salpica a
la presidenta argentina Cristina Fernández.

La investigación se mantuvo sin avanzar hasta que una pesquisa en Estados
Unidos sobre cuatro supuestos agentes del Gobierno de Venezuela operando sin
registro en Estados Unidos detectó que ellos habían buscado a
Antonini Wilson para que lleve el dinero a Buenos Aires.

El fiscal Thomas Mulvihill dijo el lunes durante una audiencia de ese caso
que, según conversaciones grabadas, esos supuestos agentes hicieron la
oferta a Antonini Wilson para que aceptara los cargos en su contra y no los
involucre, dijo una portavoz de la oficina del fiscal en Miami.

El fiscal ya había revelado que, también según las conversaciones,
el efectivo era para financiar la campaña presidencial de Cristina Fernández,
quien asumió este mes.

La Presidenta argentina dijo la semana pasada que todo el caso era una “operación
basura” para desprestigiarla y que no se iba a dejar presionar, al tiempo
que reafirmó sus lazos con el presidente venezolano, Hugo Chávez,
el mayor enemigo de Estados Unidos en América latina.

Además, el gobierno argentino contraatacó insistiendo que Estados
Unidos no demore la extradición de Antonini Wilson a Buenos Aires para
enfrentar un cargo de contrabando, y citó al embajador de Estados Unidos
en Buenos Aires para comunicarle el martes su malestar por esta situación.

El lunes, Cristina Kirchner también recibió el apoyo del canciller
uruguayo, Reinaldo Gargano, quien respaldó la teoría de una operación
política de Estados Unidos.

“Es toda una cosa urdida para crear ex profeso para desacreditar a una
persona recién electa (…) Tenemos fundadas sospechas de que esto es
una especie de esquema armado destinado a provocar determinados efectos políticos
meramente coyunturales,” dijo el funcionario.

Los supuestos agentes venezolanos, Moisés Maionica, Franklin Durán,
y Carlos Kauffmann, más el uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello fueron
acusados de no estar registrados como agentes extranjeros y podrían recibir
penas de 10 años.

Otro hombre, Antonio José Canchica Gomez, también fue acusado
con ese cargo pero sigue prófugo, mientras que Wanseele Paciello recibió
el beneficio de quedar en libertad bajo una fianza de 150.000 dólares.

Una declaración jurada del FBI dijo que los sospechados agentes de Venezuela
se reunieron con Antonini -que tiene ciudadanía de Estados Unidos y de
Venezuela- en Florida y lo presionaron para deslindar a Caracas del caso de
la maleta. Antonini no fue acusado por la justicia.

El lunes, Chávez negó que los ciudadanos detenidos la semana
pasada en Estados Unidos fueran agentes no declarados de su gobierno.

“La maquinaria del imperio norteamericano se mueve contra nosotros (…)
y no son precisamente estos empresarios, ahora acusados de ser agentes, nuestros
agentes. No son ellos, pero sí tenemos nosotros amigos que nos informan,”
dijo Chávez en un acto protocolar.

Encubrimiento

En cambio, el Heraldo de Miami tomó de una cinta magnetofónica
grabada por los servicios de trascripción de la Corte la declaración
del fiscal federal Tom Mulvihill, quien asegura que los gobiernos de Argentina
y Venezuela acordaron encubrir el origen y el destino del dinero que le fue
confiscado al empresario venezolano estadounidense Guido Antonini Wilson en
Buenos Aires en agosto pasado.

“Hay numerosas grabaciones en las que [los acusados] dejan bien claro que
había un acuerdo entre los gobiernos de Argentina y Venezuela, en el
que la verdadera fuente de los fondos sería suprimida y este problema
desaparecería, siempre y cuando Antonini colaborara´´, afirmó
Mulvihill, quien en la misma audiencia afirmó que el gobierno de Venezuela
ofreció US$2 millones a Antonini por su silencio”.

La descripción que hace la Asociation France Press de los venezolanos
detenidos Franklin Durán, Moisés Maiónica, Carlos Kauffmann
cuando se presentaron ante el juez federal William Turnoff es que estaban vestidos
con mamelucos marrones de presos y atados entre sí con esposas, salvo
el cuarto acusado, el uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello, a quien se impuso
la libertad provisional bajo una fianza de US$ 150.000.

Los tres venezolanos fueron recluidos en un centro de detención de Miami
donde se les negó la libertad por “riesgo de fuga y peligro a la
comunidad”.
Mientras tanto se mantiene el enigma sobre el empresario estadounidense-venezolano
Antonini Wilson, radicado en Miami y cuya captura y extradición fueron
pedidas por la justicia y el gobierno argentinos.

El fiscal federal Mulvihill recordó en la Corte de Miami que Antonini
enfrenta acusaciones en Argentina y admitió que fue un importante colaborador
del FBI en este caso. Antonini, figura central del escándalo, no enfrenta
cargos en Estados Unidos.”

En el medio de la tensión del gobierno argentino hacia su par norteamericano
por el caso de la valija con los US$ 800.000 incautada en el aeroparque Jorge
Newbery al empresario venezolano-norteamericano Antonini Wilson, visita el país
el delegado del Tesoro para América Latina de Estados Unidos, William Block.

El economista enviado por Washington no pudo tomar contacto con el ministro
de Economía, Martín Lousteau, ni con el presidente del Banco Central,
Martín Redrado, debido a la sensibilidad diplomática creada hacia
EE.UU. a partir de la investigación de la justicia de Miami por el origen
de los fondos descubiertos por personal aduanero en agosto pasado.

Desde la Casa Rosada instruyeron a los funcionarios locales para que evitaran
el contacto con Block, a sabiendas de que Washington le “marcó la
cancha” a la nueva gestión de los Kirchner apenas iniciada.

El funcionario del Departamento del Tesoro aprovecha, en consecuencia, su estadía
para mantener reuniones con empresarios y economistas que no comulgan con el
gobierno nacional porque consideran que aplica prácticas que van en contra
de las leyes de mercado.

La agenda fue armada en la embajada norteamericana, a solicitud de la dependencia
oficial de la administración de George Bush, e incluye a los CEO de las
multinacionales de origen estadounidense radicadas en el país.

La misión del enviado consiste en elaborar un informe luego de la recorrida,
que se teme será crítico como consecuencia del perfil de sus entrevistados.

Se cree que el memorando será crítico y que su efecto en las
relaciones bilaterales, ya dañadas, no será para nada beneficioso.

En tal sentido, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, advirtió
que “si Estados Unidos quiere preservar la relación con la Argentina,
que haga lo necesario para que la Argentina pueda investigar realmente”
el tema del dinero que Wilson intentó ingresar ilegalmente a Buenos Aires
el pasado 4 de agosto.

Afirmó que si Estados Unidos “quiere ayudar” con el caso,
“que extradite a Antonini Wilson” y señaló además
que el FBI no está investigando “lo mismo que la Argentina”,
y aseguró que el venezolano “pasó de imputado a víctima”.

Destacó que en Estados Unidos se estudia la presencia de “supuestos
agentes” de otros gobiernos dentro de su territorio.
“Ellos investigan la presencia de supuestos agentes, entre comillas”,
aclaró.

Según deslindó, Wilson dejó de ser “un acusado”
para convertirse en un “testigo protegido” por Estados Unidos, por
lo cual consideró que “nunca será extraditado” a la
Argentina.

Inteligencia inepta

En el gobierno nacional hay extrema preocupación no sólo por las
derivaciones del escándalo de la valija de Antonini Wilson, sino por
la falta de reflejos que mostraron los funcionarios responsables acerca del
episodio que se venía.

Es obvio que hay pases de facturas que alcanzan a la Cancillería, pero
fundamentalmente a los agentes de inteligencia que se desempeñan en Estados
Unidos, quienes no alertaron al gobierno sobre la presentación del fiscal
y la acusación que haría la administración norteamericana.

La prensa internacional reflejó los últimos acontecimientos en
torno de las derivaciones de la investigación norteamericana.

Por ejemplo, la agencia británica Reuters narra que “un fiscal
estadounidense dijo el lunes que el empresario venezolano que intentó
entrar a Buenos Aires una maleta con dinero sin declarar recibió una
oferta de US$ 2 millones para mantener silencio sobre el caso, que salpica a
la presidenta argentina Cristina Fernández.

La investigación se mantuvo sin avanzar hasta que una pesquisa en Estados
Unidos sobre cuatro supuestos agentes del Gobierno de Venezuela operando sin
registro en Estados Unidos detectó que ellos habían buscado a
Antonini Wilson para que lleve el dinero a Buenos Aires.

El fiscal Thomas Mulvihill dijo el lunes durante una audiencia de ese caso
que, según conversaciones grabadas, esos supuestos agentes hicieron la
oferta a Antonini Wilson para que aceptara los cargos en su contra y no los
involucre, dijo una portavoz de la oficina del fiscal en Miami.

El fiscal ya había revelado que, también según las conversaciones,
el efectivo era para financiar la campaña presidencial de Cristina Fernández,
quien asumió este mes.

La Presidenta argentina dijo la semana pasada que todo el caso era una “operación
basura” para desprestigiarla y que no se iba a dejar presionar, al tiempo
que reafirmó sus lazos con el presidente venezolano, Hugo Chávez,
el mayor enemigo de Estados Unidos en América latina.

Además, el gobierno argentino contraatacó insistiendo que Estados
Unidos no demore la extradición de Antonini Wilson a Buenos Aires para
enfrentar un cargo de contrabando, y citó al embajador de Estados Unidos
en Buenos Aires para comunicarle el martes su malestar por esta situación.

El lunes, Cristina Kirchner también recibió el apoyo del canciller
uruguayo, Reinaldo Gargano, quien respaldó la teoría de una operación
política de Estados Unidos.

“Es toda una cosa urdida para crear ex profeso para desacreditar a una
persona recién electa (…) Tenemos fundadas sospechas de que esto es
una especie de esquema armado destinado a provocar determinados efectos políticos
meramente coyunturales,” dijo el funcionario.

Los supuestos agentes venezolanos, Moisés Maionica, Franklin Durán,
y Carlos Kauffmann, más el uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello fueron
acusados de no estar registrados como agentes extranjeros y podrían recibir
penas de 10 años.

Otro hombre, Antonio José Canchica Gomez, también fue acusado
con ese cargo pero sigue prófugo, mientras que Wanseele Paciello recibió
el beneficio de quedar en libertad bajo una fianza de 150.000 dólares.

Una declaración jurada del FBI dijo que los sospechados agentes de Venezuela
se reunieron con Antonini -que tiene ciudadanía de Estados Unidos y de
Venezuela- en Florida y lo presionaron para deslindar a Caracas del caso de
la maleta. Antonini no fue acusado por la justicia.

El lunes, Chávez negó que los ciudadanos detenidos la semana
pasada en Estados Unidos fueran agentes no declarados de su gobierno.

“La maquinaria del imperio norteamericano se mueve contra nosotros (…)
y no son precisamente estos empresarios, ahora acusados de ser agentes, nuestros
agentes. No son ellos, pero sí tenemos nosotros amigos que nos informan,”
dijo Chávez en un acto protocolar.

Encubrimiento

En cambio, el Heraldo de Miami tomó de una cinta magnetofónica
grabada por los servicios de trascripción de la Corte la declaración
del fiscal federal Tom Mulvihill, quien asegura que los gobiernos de Argentina
y Venezuela acordaron encubrir el origen y el destino del dinero que le fue
confiscado al empresario venezolano estadounidense Guido Antonini Wilson en
Buenos Aires en agosto pasado.

“Hay numerosas grabaciones en las que [los acusados] dejan bien claro que
había un acuerdo entre los gobiernos de Argentina y Venezuela, en el
que la verdadera fuente de los fondos sería suprimida y este problema
desaparecería, siempre y cuando Antonini colaborara´´, afirmó
Mulvihill, quien en la misma audiencia afirmó que el gobierno de Venezuela
ofreció US$2 millones a Antonini por su silencio”.

La descripción que hace la Asociation France Press de los venezolanos
detenidos Franklin Durán, Moisés Maiónica, Carlos Kauffmann
cuando se presentaron ante el juez federal William Turnoff es que estaban vestidos
con mamelucos marrones de presos y atados entre sí con esposas, salvo
el cuarto acusado, el uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello, a quien se impuso
la libertad provisional bajo una fianza de US$ 150.000.

Los tres venezolanos fueron recluidos en un centro de detención de Miami
donde se les negó la libertad por “riesgo de fuga y peligro a la
comunidad”.
Mientras tanto se mantiene el enigma sobre el empresario estadounidense-venezolano
Antonini Wilson, radicado en Miami y cuya captura y extradición fueron
pedidas por la justicia y el gobierno argentinos.

El fiscal federal Mulvihill recordó en la Corte de Miami que Antonini
enfrenta acusaciones en Argentina y admitió que fue un importante colaborador
del FBI en este caso. Antonini, figura central del escándalo, no enfrenta
cargos en Estados Unidos.”

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