Después de cuatro años de conversaciones, el Primer Ministro Shinzo Abe, el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk y el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker anunciaron un acuerdo en Bruselas que formará un mercado de casi 640 millones de personas y representará un tercio de la economía global.
“En medio de medidas proteccionistas, nosotros mostramos así nuestro compromiso con el libre mercado. Es un resultado para enorgullecerse”, dijo Abe en una conferencia conjunta con Tusk y Juncker.
Con referencia al acuerdo, Tusk dijo que “aunque algunos digan que está volviendo otra vez el tiempo del aislamiento y la desintegración, nosotros estamos demostrando que eso no es así”.
Por su parte, Juncker dijo que el acuerdo “marca estándares a otros y muestra que cerrarse ante el mundo no es bu8eno para los negocios ni para la economía global ni para los trabajadores. En lo que concierne a nosotros, no hay protección en el proteccionismo”.
El amplio acuerdo firmado en las vísperas de la reunión del Grupo de los 20 en Hamburgo, Alemania, se logró cuando ambas partes resolvieron asuntos espinosos sobre productos sensibles para Japón, como los automóviles, y vino y queso, para los europeos. Intentarán lograr un acuerdo final y poner el pacto en vigor para principios de 2019.
Japón y la Unión Europea muestran preocupación por la estrategia comercial de “America First” adoptada por Donald Trump que se manifestó con el retiro de Estados Unidos del Pacto Transpacífico de libre comercio (TPP) y una sugerencia de aranceles punitivos a las importaciones de acero desde Europa, Japón y otros países. Japón es miembro del TPP.
Con la asunción de Trump, la Unión Europea también vio suspendida la iniciativa de libre comercio con Estados Unidos, llamada Sociedad Transatlántica de Inversión y Comercio.
Para Japón este acuerdo será el más grande tratado comercial a menos que el TPP se haga efectivo con la participación de Estados Unidos. El nuevo pacto representará una parte crucial de la estrategia de crecimiento de Abe para aprovechar mercados extranjeros en crecimiento y compensar así la caída en la demanda interna que se mantiene desde hace mucho tiempo debido a la declinación de la población.
Y luego de la decisión de Gran Bretaña de abandonar el bloque, el pacto también muestra a los escépticos en la Unión Europea las ventajas de quedarse en el grupo con acceso a mercados internos y externos.