Mucho más de lo que se le había ofrecido hace seis meses. Pero ahora la cuestión de los refugiados amenaza la unidad europea y provoca una crisis enorme y no prevista. El acuerdo consiste en que por cada refugiado que Turquía traiga a su territorio desde Grecia, la UE aceptará un refugiado sirio.
El entendimiento quedará confirmado y comenzará a regir en la próxima reunión del 17 de marzo, a menos que los turcos aparezcan con nuevas demandas. Es una apuesta inmensa donde se compromete el futuro político de Ãngela Merkel, Canciller de Alemania. Otros países del continente no están satisfechos con estrechar lazos con el gobierno del Presidente Erdogan, cada día más autoritario y que acaba de expropiar un diario opositor.
El acuerdo que significaría el retorno masivo de refugiados que hoy llenan alojamientos provisorios en toda Grecia y han disparado medidas de seguridad excepcionales en los Balcanes, Hungría, Eslovaquia y Austria, permitiría que la UE se concentrara en sus problemas económicos, en especial falta de crecimiento y recesión.
Pero la mayoría de los países está molesto por un acuerdo “cocinado” exclusivamente entre Alemania y Turquía, al margen de las instituciones del bloque que se supone estaban trabajando en el tema.
