El presidente norteamericano emitió una orden ayer que impide a Broadcom comprar Qualcomm. Queda sin efecto así una operación valuada en US$ 117.000 millones.
Actuó por recomendación de la Comisión de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos, encargada de analizar las compras de firmas norteamericanas por inversores extranjeros.
La amenaza china parece haber incidido fuertemente en la decisión del gobierno de bloquear la operación. Trump declaró oficialmente el lunes que la propuesta de compra, considerada hostil, se prohibe por razones de seguridad nacional. Añadió que hay “evidencia creíble”que lo lleva a pensar que Broadcom, a través del control de Qualcomm,”podría realizar acciones que afecten la seguridad nacional de Estados Unidos”. Esa conclusión podría parecer un tanto extrema dado que Broadcom está basada en Singapur y busca domicialiarse en Estados Unidos, donde realiza la mayor parte de sus operaciones.
Una analista de Bernstein, Stacy Rasgon, dice que lo que realmente preocupa es que Broadcom reduzca significativamente sus inversiones, especialmente en el terreno de 5G, debilite a Qualcomm junto a la posición de Estados Unidos y permita a Huawei, una empresa china, tomar la delantera”.
El Departamento del Tesoro envió una carta a los abogados que participan en la operación donde les dice que el gobierno confía en Qualcomm y que Huawei es vista como una amenaza competitiva en el desarrollo de 5G, que es el estándar de telecomunicaciones que permitirá aumentar la velocidad en la transferencia de datos.
Pero tampoco es solo eso la causa del bloqueo. Pareciera ser la tecnología en términos generales. Trump ha dicho desde el incio de su mandato que la tecnología es muy importante para él porque la ve como el baluarte que necesita su país para seguir siendo líder del mundo.