Finalmente Donald Trump admitió que Joe Biden se convertirá este mes en el presidente de los Estados Unidos de América poniendo fin de ese modo a una insólita campaña por dar vuelta los resultados.
El jueves por la tarde, en un repentino cambio de tono , el presidente acusó a los manifestantes violentos de “mancillar la sede de la democracia norteamericana” y dijo que los que violaron la ley “lo van a pagar”.
Sus comentarios, publicado en un video difundido por Twitter, se produjeron cuando los demócratas impulsaban la medida de expulsarlo del cargo por la fuerza luego de acusarlo de incitar al asalto.
Trump admitió que el Congreso había completado la certificación de los resultados de las elecciones y que “una nueva administración se instalará el 20 de enero”. No llegó a felicitar a Biden, a quien no mencionó por su nombre.
“Mi prioridad ahora es asegurar una transición ordenada del poder y el momento exige sanar heridas y reconciliación”.
Ese tono y esas palabras contrastan notablemente con el incendiario discurso del miércoles, cuando dijo : “Nunca admitiremos la derrota. No se admite nada cuando hay robo involucrado”.
Luego del ataque al Capitolio del miércoles Trump posteó un video en las redes donde decía a los agitadores que él “los ama” y les pide que vuelvan a sus casas mientras reiteraba que la elección fue “fraudulenta” y se la “habían robado”.
Varios miembros de su administración renunciaron (la secretaria de transporte y la secretaria de educación) como protesta a su conducta. Los abogados de ambos partidos expresaron preocupación por la posibilidad de que continúen los disturbios en los próximos días.