Según la denuncia, un norcoreano apodado “Kim” fue corrompido y sobornado para realizar un ataque con sustancias bioquímicas con el fin de asesinar al líder del país. El plan fue desbaratado, dice el comunicado de Norcorea, pero ni la CIA ni el gobierno de corea del Sur hicieron comentarios a la prensa.
El presidente norteamericano prometió “resolver “el problema de Corea del Norte y detener el desarrollo de armas nucleares. Eso ha creado un clima de renovada tensión entre los dos países y puede haber dado pie a un contraataque coreano. Lo cierto es que a pesar de que el comunicado da nombres concretos, fechas precisas y cantidades de dinero, Norcorea no aporta una sola prueba concreta y es difícil evaluar la validez de la acusación.