Comencemos por explicar el “government shutdown”, que aquí traducimos como “cierre de gobierno”. Muchos organismos y programas del gobierno federal dependen de asignaciones de financiamiento ordenadas por el Congreso. Cada año los legisladores deben aprobar – y el presidente firmar — el presupuesto para el año fiscal. Cuando el congreso y el presidente no logran ponerse de acuerdo entonces tampoco hay acuerdo sobre el presupuesto y se interrumpen todas las asignaciones de fondos. Ahí es cuando se dice que hay cierre de gobierno, que puede ser total o parcial. El actual conflicto sobre cuánto invertir en la seguridad en la frontera con México es lo que motivó el cierre de gobierno durante 40 días.
Ahora los dos conservadores, Mark Meadows y Jim Jordan que convencieron a Trump de que mantenga su línea dura podrían verse obligados a admitir que es necesario buscar un punto intermedio porque el viernes de esta semana el gobierno vuelve a quedarse sin dinero.
Meadows, representante conservador que en diciembre aconsejó a Donald Trump que rechace cualquier proyecto de financiamiento que no incluya un pago anticipado para el Muro con México, no está satisfecho con la propuesta de acuerdo del congreso sobre seguridad tecnológica en la frontera.
El acuerdo destinaría solamente US$1.300 millones para la valla (menos de lo que los demócratas en el Senado ofrecieron el año pasado) a cambio de reducir el número de detenciones de inmigrantes.
Muchos en el gobierno opinan que el mejor camino es aceptar este acuerdo.