Pero en los últimos tiempos las ambiciones japonesas de construir allí un sistema ferroviario de alta velocidad se paralizaron debido a desacuerdos sobre la financiación del proyecto.
Beijing , en cambio, ha logrado avanzar en la construcción de un tren balaen el norte de Tailandia. Para algunos, el proyecto ferroviario es un símbolo de la creciente influencia en el país donde Japón pasó décadas entablando lazos.
Pero los planes sobre trenes de alta velocidad que tiene China en el Sudeste Asiático no terminan en Bangkok. Los 3.000km de vías férreas que proyecta tender en Asia se expanden hacia el sur, a través de malasia y hasta Singapur.
Singapur, en la punta de la península malaya, es el miembro más desarrollado de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. De todos los países de la región es el que mantiene las relacines más estrechas con Washington. Un dato importante para China.
También es la puerta de entrada al Estrecho de Malaca, el punto obligado de entrada para todo el tráfico marítimo que conecta el Medio Oriente petrolero con los países ávidos de hidrocarburos en el Sudeste Asiático. Estados Unidos estaciona sus barcos en los puertos de Singapur y su fuerza naval realiza allí ejercicios de entrenamiento.
China sólo tiene diez años de experiencia operando trenes de alta vlocidad. Pero en tecnología y conocimiento ya se ha puesto a la par del sistema japonés, el más antiguo del mundo. A modo de ejemplo: sus trenes avanzan a una velocidad máxima de 350km por hora. El tren bala japonés llega a 320km/h.