The Economist no toma en serio las réplicas de Berlusconi

“Ya en abril de 2001, cuando sacamos un detallado informe sobre su figura, Silvio Berlusconi dijo que éramos parte de un complot comunista”. Así recordaba Timothy Laxton, compilador del dossier editado ahora en “The Economist”.

5 agosto, 2003

En verdad, el nuevo documento sobre el primer ministro italiano y su entorno es
el más voluminoso publicado en los 160 años que lleva el semanario
inglés. En esta ocasión, Berlusconi y sus amigos asocian la izquierda
peninsular a ese “complot comunista”.

Por cierto, la revista ha tratado del mismo modo a Saddam Hussein (y su fortuna
de US$ 10.000 millones en Suiza), Vladyímir Putin y firmas como Airbus
o Vodafone. También a estrellas empresarias o de otros negocios (Bernard
Ecclestone, de la Fórmula 1, pasó por el cedazo).

De hecho, Laxton -contador público, amén de periodista- y su
equipo se especializan en casos de “murky business”. O sea, negocios
turbios. “A Berlusconi seguimos investigándolo estos dos años”,
declara en “Corriere della Sera”, cuyo corresponsal anota, de paso,
su buen dominio del italiano.

En abril de 2001, el semanario lo calificó a Berlusconi -en tapa- como
“inepto para gobernar Italia”. Ahora, esa ineptitud afecta a “toda
la Unión Europea. Por eso (afirma Laxton) esperamos que radique la demanda
que ha anunciado contra nosotros. Nos gustaría ser citados a declarar
en Roma, donde el primer ministro está procesado o investigado por lavado
de dinero, perjurio, falsificación contable y corrupción de jueces”.
Lo malo es que, como ocurría con Carlos S. Menem en Argentina, todo eso
no obsta para que Berlusconi y su coalición sigan contando con bastante
apoyo entre el público.

En verdad, el nuevo documento sobre el primer ministro italiano y su entorno es
el más voluminoso publicado en los 160 años que lleva el semanario
inglés. En esta ocasión, Berlusconi y sus amigos asocian la izquierda
peninsular a ese “complot comunista”.

Por cierto, la revista ha tratado del mismo modo a Saddam Hussein (y su fortuna
de US$ 10.000 millones en Suiza), Vladyímir Putin y firmas como Airbus
o Vodafone. También a estrellas empresarias o de otros negocios (Bernard
Ecclestone, de la Fórmula 1, pasó por el cedazo).

De hecho, Laxton -contador público, amén de periodista- y su
equipo se especializan en casos de “murky business”. O sea, negocios
turbios. “A Berlusconi seguimos investigándolo estos dos años”,
declara en “Corriere della Sera”, cuyo corresponsal anota, de paso,
su buen dominio del italiano.

En abril de 2001, el semanario lo calificó a Berlusconi -en tapa- como
“inepto para gobernar Italia”. Ahora, esa ineptitud afecta a “toda
la Unión Europea. Por eso (afirma Laxton) esperamos que radique la demanda
que ha anunciado contra nosotros. Nos gustaría ser citados a declarar
en Roma, donde el primer ministro está procesado o investigado por lavado
de dinero, perjurio, falsificación contable y corrupción de jueces”.
Lo malo es que, como ocurría con Carlos S. Menem en Argentina, todo eso
no obsta para que Berlusconi y su coalición sigan contando con bastante
apoyo entre el público.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades