Tarifas, menores que en los países vecinos

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Pese a los reajustes de los últimos tres años, Argentina aún exhibe valores menores en energía y transporte que la región.

El trabajo del IERAL, de la Fundación Mediterránea, lleva la firma de Marcelo Capello y José María Rodríguez. En 2002, el usuario medio pagaba un 97 % del costo de la energía eléctrica, pero en 2015 la tarifa pasó a cubrir sólo el 15 % de ese total. Tras las sucesivas actualizaciones efectuadas desde 2015 en adelante, actualmente la tarifa eléctrica pagada por los usuarios cubre el 72 % del costo de generación y distribución de la energía. Aun así, la tarifa media de 0,11 dólares el KWh que abonan los usuarios argentinos se ubica significativamente por debajo de Uruguay (-52 %), Perú (- 42 %), Brasil (-42%), Chile (-39 %) y Estados Unidos (-21%).

En ítems vinculados al transporte, la recomposición tarifaria iniciada a fin de 2015 fue significativa, pero aun así la Argentina sigue mostrando tarifas que resultan bajas en relación al resto de la región. El precio de la gasolina se ubica por encima del registrado en Estados Unidos y Colombia, pero es menor al de Uruguay (-34 %), Chile (-13), Perú (-8 %) y Brasil (-6 %).

En lo que hace al transporte público, la tarifa promedio de la Argentina (44 centavos de dólar), compara con 80 centavos de dólar en Brasil, 90 en Uruguay y 97 en Chile. De igual modo, el subte en la Argentina (42 centavos de dólar) compara con 1 dólar en Chile y 1,07 dólares en Brasil.

Los cambios realizados en los últimos años han tenido efecto macroeconómico. La recuperación de la oferta energética y una demanda más contenida han logrado una fuerte reversión en la balanza comercial energética, que pasó de un déficit de US$ 4,6 mil millones en 2015 al virtual equilibrio en el primer semestre de 2019. A su vez, las cuentas fiscales han mejorado también en forma significativa de la mano del pronunciado recorte en subsidios, que pasaron del equivalente a 4,8 % del PIB en 2015 a sólo 0,5 % del PIB en el período enero-mayo de 2019.

La cuenta de subsidios es el principal factor explicativo de la pérdida del superávit primario del sector público nacional verificada a partir de 2010. Hacia el final del período de la anterior gestión del gobierno nacional, los crecientes problemas en el sector de Energía habían derivado en problemas para la economía en general. La distorsión de precios relativos que significaban las muy bajas tarifas de electricidad y gas, habían generado fuertes incentivos para aumentar el consumo y reducir la producción, situación que derivó en una balanza comercial negativa en el sector de energía.

Por su parte, los crecientes subsidios fiscales destinados a sostener los precios distorsionados habían disparado el déficit fiscal. La actual gestión de gobierno ha corregido en buena medida la distorsión de precios, reaccionó la producción y ha bajado considerablemente tanto el déficit comercial en energía como el gasto público destinado a subsidiar los sectores de electricidad, gas y transporte.

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