Tajantes definiciones de Duhalde

En tono tajante Eduardo Duhalde protagonizó declaraciones periodísticas en las que ataca con dureza al Gobierno y a Menem y propone modificar el actual modelo económico.

23 enero, 2001

El ex gobernador de Buenos Aires y jefe del Justicialismo de esta provincia, Eduardo Duhalde, realizó duras críticas contra el gobierno nacional; para él disponer por decreto un macroplan a 20 años “es un absurdo”.

Afirmó que lo correcto era su consideración por el Congreso y que una actitud como la señalada sólo se puede admitir “en un país con tan poca calidad institucional”.

Duhalde habló para la prensa desde su lugar de descanso veraniego, Pinamar, oportunidad en la que no ahorró ironías: recordó una conocida frase de Juan Perón de que “para los radicales el gobierno es un estorbo entre dos elecciones”.

Reconoció, sin embargo, que la actual crisis no es responsabilidad exclusiva de la Alianza, sino que proviene de 1995; “ahí deberíamos haber cambiado”, expresó insistiendo en sus expresiones de censura al ex Presidente Carlos Saúl Menem.

Se mostró particularmente severo al juzgar el blindaje financiero encabezado por el FMI, al decir que muestra el fracaso de este modelo económico y que “es el chantaje del poder financiero y económico al que la democracia argentina está sometida”

Aunque es conocida su opinión sobre esta temática, el dirigente justicialista se mostró insólitamente categórico en sus expresiones; opinó que debe cambiar la dirigencia, pasar de aquella que mantiene “una actitud sumisa y entregada” a otra que “tenga ideales de transformación y patriotismo”.

Los observadores ponen particular atención a afirmaciones como la de que “en este país gobierna el FMI y los ministros de Economía son meros administradores”, para deducir cuáles serán las directrices de su estrategia política para el futuro inmediato.

En el terreno de las propuestas, Duhalde opinó que se debe cobrar nuevamente los aportes patronales a las empresas de servicios públicos privados, rebajar el IVA y los impuestos que gravan al sector productivo, crear un seguro de desempleo para jefas y jefes de hogar, controlar “la mafia del contrabando que hay en la Aduana” y proteger el mercado interno.

Al ser inquirido acerca de su postulación para el Senado, dijo que el desafío de los nuevos miembros de la Cámara Alta será volver a prestigiarla, para añadir: “Y debe ser el ámbito donde se analice cómo debe ser nuestro propio modelo nacional de desarrollo”.

Analizó, asimismo, la actitud del Partido Justicialista ante el actual modelo económico; la atribuyó a que lo preside Carlos Menem que asumió como propia esa política económica y a que los gobernadores están abocados de forma prioritaria a los graves problemas que tienen en sus provincias.

Para Duhalde el verdadero poder en el justicialismo lo tienen los gobernadores, a quienes, como presidente del Congreso Nacional Justicialista, se propone acompañar en la decisión de diferir para 2002 las definiciones en el seno de la agrupación partidaria.

Tras recordar a Oscar Alende como su maestro político, afirmó que la mejor noticias que tuvo el peronismo en los últimos tiempos es el acuerdo establecido días atrás por los gobernadores de Buenos Aires, Carlos Ruckauf y de Córdoba, José Manuel de la Sota, que confía pueda extenderse a otros mandatarios provinciales.

El ex gobernador de Buenos Aires y jefe del Justicialismo de esta provincia, Eduardo Duhalde, realizó duras críticas contra el gobierno nacional; para él disponer por decreto un macroplan a 20 años “es un absurdo”.

Afirmó que lo correcto era su consideración por el Congreso y que una actitud como la señalada sólo se puede admitir “en un país con tan poca calidad institucional”.

Duhalde habló para la prensa desde su lugar de descanso veraniego, Pinamar, oportunidad en la que no ahorró ironías: recordó una conocida frase de Juan Perón de que “para los radicales el gobierno es un estorbo entre dos elecciones”.

Reconoció, sin embargo, que la actual crisis no es responsabilidad exclusiva de la Alianza, sino que proviene de 1995; “ahí deberíamos haber cambiado”, expresó insistiendo en sus expresiones de censura al ex Presidente Carlos Saúl Menem.

Se mostró particularmente severo al juzgar el blindaje financiero encabezado por el FMI, al decir que muestra el fracaso de este modelo económico y que “es el chantaje del poder financiero y económico al que la democracia argentina está sometida”

Aunque es conocida su opinión sobre esta temática, el dirigente justicialista se mostró insólitamente categórico en sus expresiones; opinó que debe cambiar la dirigencia, pasar de aquella que mantiene “una actitud sumisa y entregada” a otra que “tenga ideales de transformación y patriotismo”.

Los observadores ponen particular atención a afirmaciones como la de que “en este país gobierna el FMI y los ministros de Economía son meros administradores”, para deducir cuáles serán las directrices de su estrategia política para el futuro inmediato.

En el terreno de las propuestas, Duhalde opinó que se debe cobrar nuevamente los aportes patronales a las empresas de servicios públicos privados, rebajar el IVA y los impuestos que gravan al sector productivo, crear un seguro de desempleo para jefas y jefes de hogar, controlar “la mafia del contrabando que hay en la Aduana” y proteger el mercado interno.

Al ser inquirido acerca de su postulación para el Senado, dijo que el desafío de los nuevos miembros de la Cámara Alta será volver a prestigiarla, para añadir: “Y debe ser el ámbito donde se analice cómo debe ser nuestro propio modelo nacional de desarrollo”.

Analizó, asimismo, la actitud del Partido Justicialista ante el actual modelo económico; la atribuyó a que lo preside Carlos Menem que asumió como propia esa política económica y a que los gobernadores están abocados de forma prioritaria a los graves problemas que tienen en sus provincias.

Para Duhalde el verdadero poder en el justicialismo lo tienen los gobernadores, a quienes, como presidente del Congreso Nacional Justicialista, se propone acompañar en la decisión de diferir para 2002 las definiciones en el seno de la agrupación partidaria.

Tras recordar a Oscar Alende como su maestro político, afirmó que la mejor noticias que tuvo el peronismo en los últimos tiempos es el acuerdo establecido días atrás por los gobernadores de Buenos Aires, Carlos Ruckauf y de Córdoba, José Manuel de la Sota, que confía pueda extenderse a otros mandatarios provinciales.

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