Un poderoso terremoto de 7,6 grados en la escala abierta de Richter sacudió ayer a la madrugada (14.45, hora de la Argentina) a Taiwán. Al menos 400 personas habrían muerto, mientras que otras 2.500 resultaron heridas: más de 750 personas quedaban aún atrapadas bajo los escombros de edificios enteros que se desplomaron, entre ellos dos hoteles y un hospital. La capital, Taipei, quedó sumida en el caos: muchas calles se vieron bloqueadas por cascotes y vidrios, mientras que en medio del frenético sonido de las sirenas de ambulancias y autobombas, los equipos de rescate removían los escombros, con la ayuda de vecinos que sostenían linternas y lámparas. Se trató del sismo más grave registrado en la isla desde 1935, oportunidad en la que murieron 3.200 personas. Se estimaba anoche que el epicentro del terremoto ocurrió en Nantou, ciudad situada a unos 150 kilómetros al sur de Taipei. El temblor principal duró más de un minuto y fue seguido por unas 24 réplicas.
(La Nación, Clarín)
Un poderoso terremoto de 7,6 grados en la escala abierta de Richter sacudió ayer a la madrugada (14.45, hora de la Argentina) a Taiwán. Al menos 400 personas habrían muerto, mientras que otras 2.500 resultaron heridas: más de 750 personas quedaban aún atrapadas bajo los escombros de edificios enteros que se desplomaron, entre ellos dos hoteles y un hospital. La capital, Taipei, quedó sumida en el caos: muchas calles se vieron bloqueadas por cascotes y vidrios, mientras que en medio del frenético sonido de las sirenas de ambulancias y autobombas, los equipos de rescate removían los escombros, con la ayuda de vecinos que sostenían linternas y lámparas. Se trató del sismo más grave registrado en la isla desde 1935, oportunidad en la que murieron 3.200 personas. Se estimaba anoche que el epicentro del terremoto ocurrió en Nantou, ciudad situada a unos 150 kilómetros al sur de Taipei. El temblor principal duró más de un minuto y fue seguido por unas 24 réplicas.
(La Nación, Clarín)