Stiglitz: sobre el bienestar social y cómo medirlo

Cualquier dirigente político que intente promover el bienestar de la gente afrontará un dilema: lo evaluarán sólo con parámetros económicos. Pero existen muchos otros, inclusive el ambiente, el clima social o la calidad de vida.

14 septiembre, 2009

<p>Como subraya Joseph Stiglitz &ndash;Nobel econ&oacute;mico 2001- &ldquo;de por s&iacute; solo, ning&uacute;n indicador puede sintetizar algo tan complejo como una sociedad humana. Las referencias convencionales u ortodoxas, por ejemplo el producto bruto interno (PBI), tienden a mejorar el entorno a costa del crecimiento&rdquo;.</p>
<p>No obstante, &ldquo;estructurar un par&aacute;metro de bienestar social permitir&iacute;a descubrir que esa alternativa es falaz. El eventual &iacute;ndice demostrar&iacute;a que mejorar el bienestar no implica dejar de hacerlo con el ambiente ni otros factores convencionales, aunque al principio mostrasen sesgo negativo&rdquo;.</p>
<p>Justamente, esa dicotom&iacute;a es uno de los motivos arg&uuml;idos por el presidente franc&eacute;s Nicolas Sarkozy al crear una comisi&oacute;n internacional para medir el desempe&ntilde;o econ&oacute;mico en t&eacute;rminos de progreso social. Este organismo est&aacute; encabezado por Stiglitz e integrado por Amartya Sen y Jean-Paul Fitoussi. Su informe final acaba de ser difundido.</p>
<p>&ldquo;Las estad&iacute;sticas sobre ingresos o PBI ten&iacute;an originalmente el prop&oacute;sito de medir la actividad econ&oacute;mica &ndash;sector p&uacute;blico inclusive- y los mercados reales. Pero, con el tiempo, han ido funcionando como par&aacute;metros de bienestar social, todo un dislate. Por supuesto, los t&eacute;cnicos serios han resaltado con frecuencia este error y una omisi&oacute;n concomitante: no tener presentes las actividades econ&oacute;micas en escala familiar&rdquo;.</p>
<p>A criterio del documento, tambi&eacute;n centrarse en los aspectos materiales del PBI &ldquo;puede resultar particularmente inapropiado en un mundo signado por el efecto invernadero, la escasez de agua potable y tierras&rdquo;. En este plano, el economista se formula una pregunta: &ldquo;&iquest;debi&eacute;ramos sancionar a un pa&iacute;s &ndash;en t&eacute;rminos de nuestros par&aacute;metros sobre desempe&ntilde;o- si decide transformar avances en el conocimiento en m&aacute;s tiempo libre, no en bienes finales, consumo y otras gratificaciones?&rdquo;.</p>
<p>A su juicio, &ldquo;lo que se mide afecta lo que se hace. Si los par&aacute;metros son incorrectos, se ir&aacute; en pos de objetivos incorrectos. En el intento de incrementar el PBI existe el riesgo de acabar en una sociedad cuyos integrantes lo pasen peor, no mejor. Por tanto, es preciso ocuparse no s&oacute;lo en el bienestar actual, sino en el futuro y, para ello, ha de saberse si las pol&iacute;ticas de hoy no se desarrollan excesivamente a costa del futuro&rdquo;.</p>
<p>En ese plano, las estad&iacute;sticas defectuosas pueden llevar a conclusiones e inferencias equivocadas. En los a&ntilde;os previos a la actual crisis sist&eacute;mica, observa Stiglitz, &ldquo;muchos europeos, cautivados por el crecimiento norteamericano, se inclinaban al modelo anglosaj&oacute;n. Si hubiesen preferido par&aacute;metros como el ingreso medio (mejor medida de la realidad social) o ajustar en funci&oacute;n de un endeudamiento familiar expansivo, no habr&iacute;an sido tan optimistas&rdquo;.</p>
<p>Ning&uacute;n buen contador ignorar&iacute;a la depreciaci&oacute;n del capital societario. Pero las mediciones convencionales de PBI no s&oacute;lo proceden as&iacute; sino que, adem&aacute;s, no eval&uacute;an el agotamiento de recursos ni la degradaci&oacute;n ambiental. Esas omisiones son legado del monetarismo neocl&aacute;sico impuesto desde 1971 en Estados Unidos. &ldquo;La paulatina percepci&oacute;n de los problemas ecol&oacute;gicos torna esta laguna en algo muy inquietante&rdquo;</p>
<p>Si bien la comisi&oacute;n se instaur&oacute; antes de la onda recesiva, este trabajo ha sido magnificado por ese sector y la crisis sist&eacute;mica resultante. El juego estadigr&aacute;fico adjunto combina la noci&oacute;n de viabilidad econ&oacute;mica con la de sustentabilidad ambiental y social.</p>
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