Solá pidió una ley de decomiso para sancionar a comercios que operen con mercadería robada

El gobernador bonaerense consideró que es necesaria la sanción de "una ley de decomiso que sancione de manera muy dura" a los comercios donde se vendan productos robados, como una herramienta fundamental para combatir el delito.

23 junio, 2003

El gobernador bonaerense, Felipe
Solá, consideró hoy que es necesaria la sanción de “una ley de
decomiso que sancione de manera muy dura” a los comercios donde se
vendan productos robados, como una herramienta fundamental para
combatir el delito.

Además, el mandatario provincial advirtió que los intentos de
robos de autos “se han convertido en la mayor causa de asesinatos
en la provincia”, e hizo notar que los homicidios de dos policías
muertos ayer en el conurbano se produjeron en episodios de ese
tipo.

Solá remarcó que “se viene peleando con una división especial
que se mete en talleres mecánicos, lavaderos, gomerías y
principalmente en desarmaderos” para tratar de frenar los robos de
vehículos, pero consideró que se requiere una ley que endurezca
las consecuencias para los establecimientos que comercialicen
artículos robados.

El gobernador indicó que el proyecto no sólo apunta al mercado
de autopartes, sino también a los que vendan mercaderías de todo
tipo robadas por “piratas del asfalto” u otros delincuentes.
“Seguimos esperando una ley de decomiso que sancione con la
pérdida comercial total, si el juez lo decide, a quienes
comercialicen artículos robados”, puntualizó.

En declaraciones a Radio Continental, Solá dijo que, en caso de
tener esa herramienta legal, se podría incautar “todo el stock del
comercio que vende productos robados”.

Al respecto, dijo que si no se toman medidas de este tipo
“seguiremos viendo muertes”, ya que muchos de los que se dedican
al robo de autos “van drogados y jugados, y tiran primero”.

Respecto de la “pueblada” que se produjo en Arrecifes la semana
pasada, Solá admitió que esa localidad del norte de la provincia
“perdió su tranquilidad porque hubo un secuestro y dos
asesinatos”.

Señaló que la gente de esa zona “dicen que saben de dónde
salen, pero no lo pueden probar, y acusan a algunos individuos de
hacer ostentación de su capacidad de robar y de andar impunemente
por allí”.

Solá indicó que para tratar de revertir esa situación de
inseguridad ha ordenado “reforzar la dotación de la Policía local,
intervenir la jefatura y enviar personal de investigaciones, para
que empiece a averiguar cuál es el nudo de lo que pasa”.

Consultado sobre la posible vinculación de policías con el
delito, Solá dijo que “fuera de cámara o micrófono todos
comentamos que los policías suelen estar en hechos de corrupción,
como lo comentamos respecto de otros sectores de la vida nacional,
muchas veces con razones pero sin pruebas”.

Sin embargo, descalificó las imputaciones que en ese sentido
hizo el comisario Norberto Fiori, ex titular de la comisaría de
Pacheco, a quien tildó de “delincuente”.

Solá acusó a Fiori de “aliarse con las bandas que asesinaron
durante los últimos años a decenas de policías y cientos de
bonaerenses que manejan autos”, y se preguntó “que grado de
autoridad moral” tiene ahora para hacer denuncias.

“Es el peor traidor a sus hermoas de trabajo, asesinados por
alguien que tapaba información sobre desarmaderos de coches, y
darle la categoría de gran arrepentido y denunciante por decir
generalidades en televisión me parece una pésima actitud del
periodismo”, agregó.

Por otra parte, aseguró que si gobierno hace “todo lo posible
para modificar estas cosas”, y en este sentido destacó: “hemos
construido 5.500 calabozos, y el año que viene vamos a construir
3.000 más, porque son necesarios”.

“Pasamos de de 16 mil a 28 mil presos en poco más dos años, sin
haber hecho el gobierno anterior una sola cárcel o un calabozo
más. En consecuencia, las comisarías se llenaron de presos y los
policías trabajan de una manera muy difícil, más precocupados de
lo que pasa adentro que por lo que pasa afuera” de las
seccionales, agregó.

Luego, añadió: “he invertido en cárceles porque era lo único
que se podía hacer económicamente el año pasado”, pero destacó
que “ahora invertimos en 270 patrulleros y habrá 700 más”
próximamente.

Solá dijo finalmente que también ha destinado más fondos “para
horas cores (horas extras), que son las que hacen falta para que
los policías estén más en la calle”.

El gobernador bonaerense, Felipe
Solá, consideró hoy que es necesaria la sanción de “una ley de
decomiso que sancione de manera muy dura” a los comercios donde se
vendan productos robados, como una herramienta fundamental para
combatir el delito.

Además, el mandatario provincial advirtió que los intentos de
robos de autos “se han convertido en la mayor causa de asesinatos
en la provincia”, e hizo notar que los homicidios de dos policías
muertos ayer en el conurbano se produjeron en episodios de ese
tipo.

Solá remarcó que “se viene peleando con una división especial
que se mete en talleres mecánicos, lavaderos, gomerías y
principalmente en desarmaderos” para tratar de frenar los robos de
vehículos, pero consideró que se requiere una ley que endurezca
las consecuencias para los establecimientos que comercialicen
artículos robados.

El gobernador indicó que el proyecto no sólo apunta al mercado
de autopartes, sino también a los que vendan mercaderías de todo
tipo robadas por “piratas del asfalto” u otros delincuentes.
“Seguimos esperando una ley de decomiso que sancione con la
pérdida comercial total, si el juez lo decide, a quienes
comercialicen artículos robados”, puntualizó.

En declaraciones a Radio Continental, Solá dijo que, en caso de
tener esa herramienta legal, se podría incautar “todo el stock del
comercio que vende productos robados”.

Al respecto, dijo que si no se toman medidas de este tipo
“seguiremos viendo muertes”, ya que muchos de los que se dedican
al robo de autos “van drogados y jugados, y tiran primero”.

Respecto de la “pueblada” que se produjo en Arrecifes la semana
pasada, Solá admitió que esa localidad del norte de la provincia
“perdió su tranquilidad porque hubo un secuestro y dos
asesinatos”.

Señaló que la gente de esa zona “dicen que saben de dónde
salen, pero no lo pueden probar, y acusan a algunos individuos de
hacer ostentación de su capacidad de robar y de andar impunemente
por allí”.

Solá indicó que para tratar de revertir esa situación de
inseguridad ha ordenado “reforzar la dotación de la Policía local,
intervenir la jefatura y enviar personal de investigaciones, para
que empiece a averiguar cuál es el nudo de lo que pasa”.

Consultado sobre la posible vinculación de policías con el
delito, Solá dijo que “fuera de cámara o micrófono todos
comentamos que los policías suelen estar en hechos de corrupción,
como lo comentamos respecto de otros sectores de la vida nacional,
muchas veces con razones pero sin pruebas”.

Sin embargo, descalificó las imputaciones que en ese sentido
hizo el comisario Norberto Fiori, ex titular de la comisaría de
Pacheco, a quien tildó de “delincuente”.

Solá acusó a Fiori de “aliarse con las bandas que asesinaron
durante los últimos años a decenas de policías y cientos de
bonaerenses que manejan autos”, y se preguntó “que grado de
autoridad moral” tiene ahora para hacer denuncias.

“Es el peor traidor a sus hermoas de trabajo, asesinados por
alguien que tapaba información sobre desarmaderos de coches, y
darle la categoría de gran arrepentido y denunciante por decir
generalidades en televisión me parece una pésima actitud del
periodismo”, agregó.

Por otra parte, aseguró que si gobierno hace “todo lo posible
para modificar estas cosas”, y en este sentido destacó: “hemos
construido 5.500 calabozos, y el año que viene vamos a construir
3.000 más, porque son necesarios”.

“Pasamos de de 16 mil a 28 mil presos en poco más dos años, sin
haber hecho el gobierno anterior una sola cárcel o un calabozo
más. En consecuencia, las comisarías se llenaron de presos y los
policías trabajan de una manera muy difícil, más precocupados de
lo que pasa adentro que por lo que pasa afuera” de las
seccionales, agregó.

Luego, añadió: “he invertido en cárceles porque era lo único
que se podía hacer económicamente el año pasado”, pero destacó
que “ahora invertimos en 270 patrulleros y habrá 700 más”
próximamente.

Solá dijo finalmente que también ha destinado más fondos “para
horas cores (horas extras), que son las que hacen falta para que
los policías estén más en la calle”.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades