Por Eduardo Fracchia (*)
No hay programa para el crecimiento, tampoco para estabilizar. Si bien se declara la guerra a la inflación, puro voluntarismo en los dos frentes. La inflación como tema principal que le hará mucho daño en las urnas al Frente de todos, se presenta nuevamente como le pasó a Macri en 2019.
El gobierno ha pateado la pelota adelante, donde se complicarán los vencimientos dentro de unos años. Tendremos por mucho tiempo al Fondo en el living. El responsable del hemisferio occidental, reconoce que hay que adaptarse al nuevo entorno de microguerra Ucrania – Rusia de alcance y extensión temporal abiertos. Este punto le pega a la balanza comercial que es positiva y puede complicar el déficit fiscal que, a nivel primario, se pretende en 2.5% a fin del 2022.
Resulta difícil que baje la inflación, apunto a un 65% en el último año de Alberto Fernández.
Para Juntos por el Cambio, si gana en 2023, tendrá una herencia pesada de pagos al Fondo. Es un tema difícil de gestionar. No esperemos reformas estructurales, ese enfoque de sinceramiento y realismo está lejos. Alberto Fernández como presidente es un hito, ojalá pueda aprovecharlo con la capacidad de gestión que tuvo como funcionario de Alfonsín, de Cavallo, de Néstor como jefe de gabinete y como crítico de CFK. Ojalá vuelva ese Alberto. Lo necesita la patria porque el proceso de deterioro social que estamos viviendo no tiene precedentes, y esto se explica por la falta absoluta de confianza.
(*) Director del Área económica del IAE Business School, escuela de negocios de la Universidad Austral y uno de los autores del Informe Económico Mensual (IEM) de la misma escuela de negocios.
