Pese a la fuerte devaluación del peso, pareciera que, hasta el momento, no se hubiera verificado impacto alguno sobre el nivel de las exportaciones, que cayeron 1,2% en el primer cuatrimestre del corriente año en comparación con igual período de 2018, señala el último informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.
“Sin embargo, un análisis más detallado indica que el principal determinante de la merma en las ventas al exterior fue la caída registrada en los precios (4,9%), mientras las cantidades sí se incrementaron en un 3,9%”, advierte Víctor Beker, director del CENE.
“Cereales, carne bovina, aceites y poroto de soja fueron los rubros que registraron mayor variación positiva, producto de las mejores condiciones climáticas que imperaron en el ciclo agrícola 2019/2018. Mientras tanto, los mayores retrocesos se verificaron en la industria alimentaria, el biodiesel, afectado por las restricciones impuestas en el mercado estadounidense, y la industria automotriz, puesto que la recuperación del mercado brasileño se hace esperar”, continúa el economista.
Por su parte, las importaciones mostraron un retroceso del 28,9% en el período citado, lo cual redundó en un superávit comercial de US$ 3.147 millones, revirtiendo el saldo negativo de US$ 3.259 millones de igual período del año pasado. “El principal efecto de la devaluación fue la fuerte contracción en las importaciones”, analiza Beker.
El retroceso en las importaciones abarcó los bienes de capital (-40,7%), bienes intermedios (-13,5%), combustibles y lubricantes (-18,7%), piezas y accesorios para bienes de capital (-26,5%), bienes de consumo (-32,9%) y vehículos automotores de pasajeros (-58,5%).
De acuerdo con el reporte del CENE, fueron notables los superávits comerciales con los países del Sudeste asiático (por US$ 1.465 millones), los del Medio Oriente (991 millones), los del Magreb, incluyendo a Egipto (962 millones) y Chile (819 millones). Por el contrario, los déficit más elevados correspondieron a China (US$1.683 millones), los Estados Unidos y el resto del NAFTA (774 millones) y la Unión Europea (746 millones), aunque también con el Mercosur (US$ 315 millones).