Sigue pesimista Stiglitz sobre la economía norteamericana

El premio Nobel 1971 (compartido) reiteró pronósticos negativos. Señaló que la economía “continuará expansiva un tiempo, pero la tendencia de fonos es hacia una desaceleración, si no un estancamiento”.

11 junio, 2006

Durante un simposio realizado en España, el economista –expulsado del Banco Mundial por sus ideas desarrollistas y sus críticas al Fondo Monetario- que “el proceso de globalización, de suyo desigual y socialmente peligroso, deberá afrontar, tarde o temprano, una suave depresión en Estados Unidos”.

Ello sin contar vaivenes en precios de hidrocarburos o materias primas y los nuevos signos de inflación con estancamiento (“estanflación”). También “pesará la inestabilidad de los mercados financieros, afectados por aumentos de tasas en EE.UU. y la Eurozona”.

A criterio de Stiglitz, “la creciente dependencia de EE.UU., en lo tocante a energía y combustibles, junto con la vulnerabilidad del dólar, convergen en un futuro complejo”. No obstante, el mayor riesgo actual reside en tipos de interés y el “desahorro” prevalente en los sectores público y privado de su país. “El perpetuo endeudamiento de la Tesorería con tomadores externos de bonos desembocará en nuevas perturbaciones económicas mundiales”.

Por cierto, las deudas estadounidenses –presupuesto, pagos externos, comercio, familias- seguirán elevando los rojos. No sólo en volumen, sino en su relación con el producto bruto interno. “Por sí solo, el costo de la guerra en Irak y Afganistán pesará durante decenios”.

Durante un simposio realizado en España, el economista –expulsado del Banco Mundial por sus ideas desarrollistas y sus críticas al Fondo Monetario- que “el proceso de globalización, de suyo desigual y socialmente peligroso, deberá afrontar, tarde o temprano, una suave depresión en Estados Unidos”.

Ello sin contar vaivenes en precios de hidrocarburos o materias primas y los nuevos signos de inflación con estancamiento (“estanflación”). También “pesará la inestabilidad de los mercados financieros, afectados por aumentos de tasas en EE.UU. y la Eurozona”.

A criterio de Stiglitz, “la creciente dependencia de EE.UU., en lo tocante a energía y combustibles, junto con la vulnerabilidad del dólar, convergen en un futuro complejo”. No obstante, el mayor riesgo actual reside en tipos de interés y el “desahorro” prevalente en los sectores público y privado de su país. “El perpetuo endeudamiento de la Tesorería con tomadores externos de bonos desembocará en nuevas perturbaciones económicas mundiales”.

Por cierto, las deudas estadounidenses –presupuesto, pagos externos, comercio, familias- seguirán elevando los rojos. No sólo en volumen, sino en su relación con el producto bruto interno. “Por sí solo, el costo de la guerra en Irak y Afganistán pesará durante decenios”.

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