“En principio –revela el diario-, Washington retirará un tercio de los 146.000 efectivos hoy en Irak y, hacia mediados de 2008, en plena campaña electoral, quedarán unos cien mil”. El proyecto incluye limitar drásticamente la operación lanzada en enero para reforzar la seguridad en Bagdad y la contigua provincia de An’bar, las únicas áreas donde los ocupantes y sus aliados sunníes logran resistir.
Pero la versión del NYT se contradice con recientes votaciones parlamentarias, que dejan sin efecto el condicionamiento de fondos adicionales a un cronograma de retirada. En realidad, parece como si el congreso se hubiera dado vuelta contra la opinión pública y en favor del “patriotismo” presidencial.
De hecho, por lo menos tres precandidatos demócratas han denunciado que legisladores de su partido se plegaron a Bush y sus posturas. Curiosamente, el NYT no toma en cuenta estas circunstancias e insiste en que Washington “cederá ante presiones políticas internas y el agravamiento de la guerra civil entre shi’íes y sunníes”.
Pero, aldededor del presidente, el tono es otro: la reaparición del líder shi’í Muqtada as.-Sadr (milicias majdíes) endurece el discurso. “Una vez más –señaló Bush el sábado-, nos dedicamos a la causa de la libertad. En Irak y Afganistán, millones muestran deseos de ser libres y estamos resueltos a ayudarlos”. No aludió a Somalía, Darfur ni Nigeria.
“En principio –revela el diario-, Washington retirará un tercio de los 146.000 efectivos hoy en Irak y, hacia mediados de 2008, en plena campaña electoral, quedarán unos cien mil”. El proyecto incluye limitar drásticamente la operación lanzada en enero para reforzar la seguridad en Bagdad y la contigua provincia de An’bar, las únicas áreas donde los ocupantes y sus aliados sunníes logran resistir.
Pero la versión del NYT se contradice con recientes votaciones parlamentarias, que dejan sin efecto el condicionamiento de fondos adicionales a un cronograma de retirada. En realidad, parece como si el congreso se hubiera dado vuelta contra la opinión pública y en favor del “patriotismo” presidencial.
De hecho, por lo menos tres precandidatos demócratas han denunciado que legisladores de su partido se plegaron a Bush y sus posturas. Curiosamente, el NYT no toma en cuenta estas circunstancias e insiste en que Washington “cederá ante presiones políticas internas y el agravamiento de la guerra civil entre shi’íes y sunníes”.
Pero, aldededor del presidente, el tono es otro: la reaparición del líder shi’í Muqtada as.-Sadr (milicias majdíes) endurece el discurso. “Una vez más –señaló Bush el sábado-, nos dedicamos a la causa de la libertad. En Irak y Afganistán, millones muestran deseos de ser libres y estamos resueltos a ayudarlos”. No aludió a Somalía, Darfur ni Nigeria.